Las petroleras y los trabajadores acosan al presidente Carlos Mesa en Bolivia
Las compa?¨ªas energ¨¦ticas congelan sus inversiones por la nueva Ley de Hidrocarburos
El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, tiene problemas. Por un lado, las compa?¨ªas petroleras, perjudicadas por la Ley de Hidrocarburos aprobada el martes, advierten de que reducir¨¢n sus inversiones e incluso que estudian demandar al Gobierno por el incumplimiento de los contratos. Desde otro flanco, crece la presi¨®n de los movimientos ind¨ªgenas, campesinos y mineros que llegan a La Paz para manifestarse en favor del endurecimiento de la ley energ¨¦tica y para frenar el debate sobre la autonom¨ªa de la rica regi¨®n de Santa Cruz.
La situaci¨®n es cr¨ªtica. Hay varias disputas abiertas y el Gobierno no parece capaz de resolverlas. El presidente Mesa deleg¨® en el Parlamento la aprobaci¨®n de la Ley de Hidrocarburos y aunque pretende pasar p¨¢gina de ese conflicto con un plan para impulsar la econom¨ªa nacional, ni las petroleras, por un lado, ni los movimientos sociales, por el otro, est¨¢n dispuestos a dar carpetazo a la cuesti¨®n de los recursos energ¨¦ticos. Para empeorar la situaci¨®n, el Congreso, sin dejar que se calmen los ¨¢nimos tras el debate y aprobaci¨®n de la pol¨¦mica ley, ha iniciado el debate para la creaci¨®n de autonom¨ªas, un asunto que muchos bolivianos rechazan porque consideran que certifica la divisi¨®n territorial. La sesi¨®n parlamentaria del mi¨¦rcoles por la tarde, que trat¨® la cuesti¨®n auton¨®mica, acab¨® como el rosario de la aurora.
Los pace?os consultados en los puestos de la calle del Comercio, en la Universidad Mayor de San Andr¨¦s y en los alrededores de la plaza Murillo, donde se encuentra el palacio presidencial, coinciden en el diagn¨®stico: la situaci¨®n va de mal en peor. Dicen que Mesa es un indeciso y que Evo Morales, el caudillo del Movimiento Al Socialismo y de las manifestaciones campesinas e ind¨ªgenas, es un agitador. Aseguran estar cansados de tanta protesta y de tantos cortes de carreteras, y preocupados por la profunda divisi¨®n del pueblo boliviano.
La Paz volvi¨® a sufrir ayer ese descontento: un millar de manifestantes, sobre todo mineros, desfilaron por la capital exigiendo mayor dureza en la Ley de Hidrocarburos y la defensa de la unidad del pa¨ªs. La marcha no fue especialmente violenta, pero los manifestantes se dedicaron a arrojar cachorros de dinamita (la quinta parte de un cartucho) al pavimento. Antes, seg¨²n la polic¨ªa, usaban cachorros peque?os, pero ahora algunos emplean casi medio cartucho.
Los mineros piden m¨¢s severidad en una ley que, para otros, es excesiva. La ministra de Minas y Energ¨ªa de Brasil, Dilma Roussef, adelant¨® el mi¨¦rcoles por la noche a la agencia Folha que, aunque la compa?¨ªa brasile?a "Petrobras no tiene ning¨²n inter¨¦s en retirarse de Bolivia, s¨ª habr¨¢ un escalonamiento de los proyectos". Un portavoz de la petrolera estatal brasile?a en Bolivia confirm¨® ayer que la empresa "estudiar¨¢ minuciosamente sus planes de inversi¨®n a medida que calcule con m¨¢s exactitud el impacto de la nueva ley".
La normativa aumenta la intervenci¨®n del Estado en el negocio petrolero y crea un nuevo impuesto del 32% sobre la producci¨®n y mantiene otro tributo del 18% sobre las regal¨ªas. Ninguno de estos pagos es fiscalmente deducible. Petrobras, que desde 1996 ha invertido unos 1.500 millones de d¨®lares en Bolivia, aporta el 20% del PIB boliviano (8.000 millones de d¨®lares).
Fuentes del sector petrolero argentino comentaron que se plantean buscar alternativas a la compra del gas boliviano en vez de aumentar el volumen de las importaciones, como se ten¨ªa previsto antes de la promulgaci¨®n de la ley. Todo est¨¢ congelado: ni m¨¢s exploraciones, ni gasoducto a Argentina y, mucho menos, la salida del gas al Pac¨ªfico para exportarlo a EE UU. La C¨¢mara Boliviana de Hidrocarburos, que aglutina a las empresas del sector, ha informado de que "las compa?¨ªas no ejecutar¨¢n los planes de inversi¨®n previstos".
Adem¨¢s, cuando todo apunta a que los ingresos del Estado se ver¨¢n mermados por la menor actividad energ¨¦tica, Mesa presenta un ambicioso plan econ¨®mico, calificado de "irreal" por los sectores empresariales, sociales y pol¨ªticos. El Gobierno quiere consolidar un crecimiento anual del 5%, crear 70.000 empleos anuales e impulsar fuertemente las exportaciones.
El presidente de la Confederaci¨®n de Empresarios Privados de Bolivia, Roberto Mustaf¨¢, dijo que el "plan se presenta en un momento en el que no hay paz social ni confianza en el presidente". Lo dijo antes de que en el Congreso, tanto dentro como fuera del hemiciclo, se desataran los enfrentamientos entre los partidarios de la autonom¨ªa regional -una petici¨®n de Santa Cruz y Tarija (los m¨¢s beneficiados por las exportaciones de gas)- y dirigentes sindicales contrarios a la divisi¨®n territorial.
Posibles demandas internacionales
Por si los problemas del presidente Carlos Mesa no fueran pocos, tres compa?¨ªas petroleras con fuerte presencia en Bolivia (Repsol YPF, British Gas y Total) le enviaron una carta. En ella manifiestan su "preocupaci¨®n por el giro que ha dado el momento pol¨ªtico boliviano y por los interrogantes que se han abierto sobre la vigencia legal de los contratos que el Estado ha venido firmando con las empresas extranjeras en el pa¨ªs".
Las empresas advierten de que la decisi¨®n que se tome desde el Congreso, la Fiscal¨ªa y el Gobierno sobre estos contratos "ser¨¢ determinante para el futuro de la inversi¨®n extranjera en Bolivia y la credibilidad internacional del Estado". Fuentes de la C¨¢mara Boliviana de Hidrocarburos se?alaban ayer que varias petroleras estaban estudiando demandar al Estado boliviano por incumplimiento contractual.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.