El peor es el que r¨ªe

El Arsenal salv¨® la temporada por la puerta de atr¨¢s: gan¨® la Copa de Inglaterra por penaltis tras salir vivo de milagro del partido y de su pr¨®rroga. S¨®lo la mala fortuna, los postes, sus defensas interviniendo sobre la misma l¨ªnea de gol e incluso la buena actuaci¨®n de su portero, Lehmann, impidieron al Manchester United llevarse una final que acab¨® sin goles y tuvo que decidirse con los lanzamientos desde los once metros.

El cuadro londinense, que necesit¨® 98 minutos para realizar su primer y ¨²ltimo tiro a puerta en 120 de juego -la ejecuci¨®n de una falta, a cargo del holand¨¦s Van Persie, a la escuadra, aunque demasiado suave como para sorprender a Carroll-, se guard¨® el acierto para los penaltis. Acertaron sus cinco lanzadores (Lauren, Ljungberg, Van Persie, Cole y Vieira). Scholes, uno de los jugadores m¨¢s efectivos del f¨²tbol ingl¨¦s, fall¨® el segundo del Manchester, haciendo est¨¦ril el acierto inicial de Van Nistelroy y los posteriores de Cristiano Ronaldo, Rooney y Keane.

La final de Cardiff enfrentaba a los dos gallitos de la Premier League en el ¨²ltimo decenio, aunque este a?o el Chelsea les ha limado los espolones. Los duelos entre el Manchester y el Arsenal suelen ser igualados, llenos de tensi¨®n, violencia, rachas de buen juego y goles dram¨¢ticos. El Arsenal sal¨ªa ayer como claro favorito despu¨¦s de haber desplegado un f¨²tbol primoroso en las ¨²ltimas semanas a pesar de no contar con el lesionado Henry. Esa baja no le impidi¨® endosar un 7-0 la semana pasada al Everton, la revelaci¨®n de la temporada. El Manchester, en cambio, llegaba a la final de la Copa con el juego y la moral por los suelos, humillado por el Chelsea en Old Trafford, en un partido ya intrascendente, y en pleno torbellino social y medi¨¢tico tras la irrupci¨®n del magnate estadounidense Malcolm Glazer en su propiedad como un elefante en una cacharrer¨ªa.

Pero f¨²tbol es f¨²tbol, como dec¨ªa Bujadin Boskov, y el Arsenal s¨®lo ofreci¨® 20 minutos de control al principio del partido, aunque sin crear ninguna oportunidad de gol, y fue cediendo la iniciativa y el partido al Manchester. Mientras Pires, Reyes y Bergkamp divagaban perdidos por el campo, Cristiano Ronaldo y Rooney azuzaban con enorme peligro la defensa londinense y Van Nistelrooy, fuera de forma en una temporada llena de lesiones, se iba entonando cada vez m¨¢s. Lauren era incapaz de frenar a Ronaldo, plet¨®rico de velocidad y picard¨ªa y cada d¨ªa m¨¢s jugador de equipo. Rooney, con menos juego para la galer¨ªa, fue un tormento constante para el Arsenal.

La segunda parte fue a¨²n peor para los de Ars¨¨ne Wenger y ni siquiera la tard¨ªa, pero refrescante, entrada del diablo Van Persie les convirti¨® en un equipo peligroso. Dos gestos retrataron la impotencia final del Arsenal: el galope constante de Ronaldo al borde del final de los 90 minutos iniciales que oblig¨® a Vieira a derribarle para evitar lo peor y los nervios desatados de un Reyes desdibujado y agresivo que se fue a la ducha por doble amonestaci¨®n en el tiempo de prolongaci¨®n de la segunda parte de la pr¨®rroga. Pero esta vez el Manchester no tuvo suerte y el peor equipo gan¨® la Copa inglesa.