Adictos a la sopa
Ropa negra, pelo rojo, varios piercings en la cara y un envase de sopa en la mano. En una pausa entre la actuaci¨®n de dos bandas de heavy metal, en un festival de m¨²sica en Lisboa, Maria, de unos 18 a?os, aprovecha para tomar una sopa calentita. Ella y otras docenas de j¨®venes, que forman una larga cola ante el quiosco que anuncia: "Sopa / 1,5 euros". Es el negocio m¨¢s rentable del festival: ni el puesto de las hamburguesas ni el de perritos calientes cautivan a tanta clientela. Bueno, hay tal vez m¨¢s gente comprando cerveza...
Las sopas est¨¢n de moda en Portugal, el primer pa¨ªs de Europa y el tercero del mundo en consumo de sopa per c¨¢pita, seg¨²n datos de McDonald's Portugal. La marca estadounidense, por supuesto, aprovech¨® la adicci¨®n lusa para transformarla en negocio. Desde hace pocos meses, 20 restaurantes McDonald's, de los 113 que hay por todo Portugal, ofrecen a sus clientes cinco "sopas del d¨ªa" de productos 100% naturales. La idea est¨¢ a¨²n en fase de experimentaci¨®n, pero en los primeros d¨ªas, en algunos restaurantes, el n¨²mero de sopas servidas duplic¨® las estimaciones.
Quien vive en Portugal es consciente de que el nuevo producto McDonald's tiene much¨ªsimas posibilidades de ser un ¨¦xito. Y es que la idea ni siquiera es nueva. Tomar una sopa a la hora de comer es un h¨¢bito muy enraizado entre los portugueses. De tal forma, que en los ¨²ltimos a?os han nacido -y crecido much¨ªsimo- peque?os restaurantes cuyo producto estrella y casi exclusivo es la sopa. Eso s¨ª, una sopa grande, bien preparada y potente, capaz de sustituir una comida ligera.
El concepto es sencillo: adaptar al estilo de vida urbano ese h¨¢bito antiguo. Se trata de peque?os espacios, normalmente instalados en centros comerciales, similares a los de las cadenas de hamburguesas o de bocadillos. Hay varias sopas para elegir, tambi¨¦n diferentes tama?os y la posibilidad de optar por un men¨², formado por una sopa, una bebida y una ensalada, una empanadilla o una porci¨®n de tarta salada. La sopa m¨¢s barata cuesta menos de dos euros; el men¨² m¨¢s caro, unos seis.
En total existen hoy unos 50 restaurantes de sopas en Portugal. La idea naci¨® en 1998, y la marca pionera se llama Loja das Sopas (Tienda de las Sopas, que cuenta con 29 restaurantes), hoy en manos del grupo catal¨¢n Agrolimen. El presidente del grupo para Portugal, Lorenzo Herrera, considera que el ¨¦xito de la iniciativa se basa en "una idea brillante" que surge de forma paralela a la apertura masiva de centros comerciales en todo el pa¨ªs -otra adicci¨®n muy portuguesa...-. Tomar una sopa es tan barato y r¨¢pido como el fast food, pero es m¨¢s sano. Y comer de forma equilibrada es una preocupaci¨®n cada vez m¨¢s extendida en Portugal. Aqu¨ª parece estar la clave, seg¨²n Herrero. La firma intent¨® anteriormente trasladar la idea a Espa?a, pero fracas¨®. Somos vecinos muy diferentes.
Ante tal desarrollo, las tiendas de sopas amenazan ahora con transformarse en el McDonald's portugu¨¦s: despu¨¦s de haber copado los centros comerciales, la idea es montar ahora restaurantes en gasolineras. Algunas de las empresas han diversificado el producto, creando nuevas marcas que asocian la sopa a las ensaladas y a los zumos de frutas naturales.
Pero no hace falta buscar un restaurante especializado para tomar una sopa en Portugal. Se pueden consumir en pasteler¨ªas, en cadenas de fast food (como las de bocadillos) y en cualquier restaurante. A quien visite Portugal, recomiendo el tradicional y popular caldo verde (crema de patata, col verde cortado muy fino y rodajas de chorizo) o una exquisita sopa de pescado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.