De Mauthausen al Valle de los Ca¨ªdos
La secci¨®n Debate de EL PA?S del domingo 8 de mayo abord¨® el futuro del Valle de los Ca¨ªdos. La profesora Paloma Aguilar se refiere en su art¨ªculo a la propuesta que present¨¦ hace unos meses, gesto que agradezco, mientras que el periodista Juan A. Mayor cita a "un pol¨ªtico republicano catal¨¢n" que, cabe suponer, debo ser yo, aunque, como bien aclara la profesora Aguilar, milito en Iniciativa per Catalunya Verds. La lectura de ambos art¨ªculos me ha animado a exponer directamente el proyecto elaborado por ICV.
Desde determinados sectores de la derecha, cuando se intenta recuperar la memoria hist¨®rica se lanza la acusaci¨®n de que se pretende reabrir viejas heridas. Esta interpretaci¨®n sostiene que las heridas de la Guerra Civil est¨¢n cerradas desde el mismo momento en que acab¨® la contienda el a?o 1939, y que despu¨¦s Espa?a vivi¨® un periodo excepcional con un r¨¦gimen autoritario justificado por unos enfrentamientos en los que ambos bandos tuvieron las mismas responsabilidades. Esta visi¨®n interesada oculta el origen de la guerra que asol¨® el pa¨ªs durante el periodo 1936-1939, la sublevaci¨®n de un sector del Ej¨¦rcito contra un r¨¦gimen democr¨¢tico, y la posterior supresi¨®n de las libertades p¨²blicas durante una larga y cruel dictadura. Las v¨ªctimas de ese r¨¦gimen est¨¢n todav¨ªa esperando una reparaci¨®n por los da?os padecidos por haber defendido la libertad.
En ese contexto, ICV propone una primera fase inmediata de informaci¨®n, en el recinto, en publicaciones oficiales, en la p¨¢gina web de Patrimonio de Estado, acerca de lo que supuso el proyecto del Valle de los Ca¨ªdos, en el marco de un r¨¦gimen dictatorial y de la ideolog¨ªa franquista, y de las circunstancias en que fue construido, gracias al trabajo forzado de los prisioneros republicanos.
Un segundo paso, durante el que ser¨ªa necesario contar con la opini¨®n de las asociaciones de ex presos y excombatientes republicanos y el asesoramiento del mundo universitario, podr¨ªa consistir en reconvertir el Valle de los Ca¨ªdos en un centro de interpretaci¨®n del franquismo y de su universo penitenciario. Ese memorial pasar¨ªa a ser un elemento de denuncia permanente de la dictadura y un homenaje a los que defendieron nuestras libertades.
Y finalmente, este pa¨ªs deber¨¢ afrontar con serenidad la contradicci¨®n que supone que los restos mortales de un dictador descansen en un recinto propiedad del Estado. Las negociaciones con sus descendientes deber¨ªan posibilitar su traslado a un pante¨®n familiar.
El anuncio de nuestra propuesta ha provocado una evidente expectaci¨®n en medios de comunicaci¨®n de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania o Suecia. El motivo es obvio: no entienden que la situaci¨®n se mantenga inalterable 30 a?os despu¨¦s de la muerte del dictador. Tenemos mucho que aprender. Estos d¨ªas lo hemos comprobado con motivo del 60? aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial y de la liberaci¨®n de los campos de exterminio nazis. Ha sido muy positiva la intervenci¨®n en los actos conmemorativos de la liberaci¨®n de Mauthausen del presidente del Gobierno espa?ol y de una representaci¨®n de la Generalitat de Catalunya. La presencia de Rodr¨ªguez Zapatero le honra, pero era un gesto f¨¢cil de llevar a cabo: el verdadero trabajo para recuperar la memoria y rehabilitar a los represaliados republicanos lo tiene m¨¢s cerca, a pocos kil¨®metros de Madrid.
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