Arquitectura para Sag¨¹¨¦s
Para afrontar un proyecto urbano en Sag¨¹¨¦s conviene, en mi opini¨®n, aceptar de manera prioritaria dos de los principales elementos de la naturaleza en su relaci¨®n con nuestra ciudad, San Sebasti¨¢n, y que son consustanciales a su paisaje. Me refiero al mar y la monta?a, que intervienen con sus potencialidades m¨¢s extremas. Son, ciertamente, los grandes protagonistas de una ciudad que se mira en la naturaleza. Y adem¨¢s su presencia resulta animada de un dinamismo y fortaleza extraordinarios, sobre todo en el caso del mar Cant¨¢brico.
Retomar en toda su complejidad y profundizar en el rico sistema de relaciones formales entre estos tres elementos -acantilado, mar y plataforma urbana- debe constituir el hilo conductor de cuantas discusiones, trabajos, aventuras y proyectos traten de encontrar soluciones formales y arquitect¨®nicas capaces de significar po¨¦ticamente un lugar extraordinario como es Sag¨¹¨¦s. Se trata de aproximarse a cada uno de ellos y vivirlos desde todos los puntos de an¨¢lisis posibles. Por ello, no ser¨ªa malo dominar un conocimiento del sitio algo m¨¢s profundo que una mera aproximaci¨®n superficial y pintoresca. No basta para un buen proyecto en Sag¨¹¨¦s pensar en un finis terrae para la Donost¨ªa urbana. Como m¨ªnimo, es preciso alguna estructura de nueva urbanidad que vincule la monta?a de Ul¨ªa con la ciudad. Y tampoco se debe de olvidar que la costa no acaba en Sag¨¹¨¦s: luego viene Momp¨¢s, despu¨¦s la punta del Atalayero, la cala Illurgit, la Redonda y, en lo alto, el faro de la Plata, antes de ser engullidos por la bah¨ªa de Pasaia.
Puede interesar una arquitectura del paisaje y sin edificios, algo ignorado en las propuestas que se exhiben en San Telmo
En el paraje que llamamos Sag¨¹¨¦s intervienen aspectos como la estratificaci¨®n mineral de la roca, la vegetaci¨®n de las laderas, la descomposici¨®n rocosa por efecto de la meteorizaci¨®n, con el consecuente efecto de los desprendimientos de piedras; las mareas con sus altos (pleamares) y bajos (bajamares), con m¨¢s de cuatro metros de desnivel y cuatro veces al d¨ªa; la mar en calma y las grandes tempestades; la g¨¦nesis y construcci¨®n de un muro de costa, incluyendo sus fracasos en aquella enorme aventura urban¨ªstica donostiarra por la afirmaci¨®n emergente de lo urbano frente al mar; los fen¨®menos formales derivados de la destrucci¨®n y desgaste de piezas urbanas y arquitect¨®nicas enteras... Todos ellos son procesos y fen¨®menos de alguna importancia en las propia g¨¦nesis y evoluci¨®n de la forma del lugar urbano de Sag¨¹¨¦s.
Asimismo, conviene conocer sistemas formales para modular la fuerza de los mares a trav¨¦s de arrecifes artificiales, aut¨¦nticos elementos para la ordenaci¨®n de las olas, sean ¨¦stos arrecifes construidos como elementos aut¨®nomos, sean viejas estructuras navales hundidas o semi-hundidas en el mar pr¨®ximo a la costa. Sin ignorar, adem¨¢s, todas las aproximaciones a un an¨¢lisis urbano en claves morfo-tipol¨®gicas, mucho m¨¢s conocidas y a las que estamos m¨¢s acostumbrados en los ¨²ltimos a?os. Estos aspectos deben marcar el camino de un proyecto para Sag¨¹¨¦s.
Las cinco propuestas que se explican en la exposici¨®n de San Telmo contienen aspectos de indudable inter¨¦s arquitect¨®nico. A mi juicio, son m¨¢s altos los valores que tratan el sitio como un eslab¨®n de articulaci¨®n entre el parque de Ul¨ªa y la ciudad, y los que, en cualquier caso, dejan abiertas las posibilidades a nuevas iniciativas que contin¨²en y prolonguen los paseos urbanos necesarios, mirando hacia el futuro, hacia Pasaia y hacia la monta?a toda de Ul¨ªa.
Pero quiz¨¢s no sea el ¨²nico punto de partida pensar en un hotel para ese sitio, sino que puede interesar retomar tambi¨¦n otros temas de una arquitectura del paisaje y sin edificios, algo ignorado en las propuestas que se exhiben en San Telmo. Son los temas que relacionan el lugar con la playa, con las olas, con las mareas y con la tempestad. Si en el otro extremo de la ciudad se pudieron significar unos Peines del Viento, sin que para ello fuera necesaria estructura edilicia alguna, quiz¨¢s para Sagu¨¦s no fuera malo meditar en otros caminos proyectuales distintos a los presentados, que traten el lugar desde las especificidades de una naturaleza exhuberante y a la que es preciso domesticar.
I?aki Galarraga Aldanondo es arquitecto, director de la ETSA.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.