Entre la literatura y el negocio
Que no les confunda el t¨ªtulo cursi y pretencioso que le han plantado a este libro en su edici¨®n espa?ola: es un libro magn¨ªfico sobre la historia de la edici¨®n norteamericana a lo largo de la segunda mitad del siglo pasado, lo cual resulta particularmente interesante porque, como se sabe, todo lo que sucede en la edici¨®n norteamericana ha acabado sucediendo aqu¨ª en Espa?a, m¨¢s pronto o m¨¢s tarde.
Dos notas previas. La primera se refiere al autor, pues su apellido lo delata. Hijo del pintor y experto en arte Vincent Korda, es el sobrino de dos nombres importantes de la industria cinematogr¨¢fica: el director Zoltan Korda (El libro de la selva) y sir Alexander Korda, productor de pel¨ªculas como El tercer hombre, La Pimpinela escarlata o Ricardo III. Es tambi¨¦n sobrino de una gran estrella: Merle Oberon. Es decir: hablamos de un hombre familiarmente introducido en el ambiente art¨ªstico y cultural de los a?os cuarenta y cincuenta. Su t¨ªo el guionista Sydney Kingsley (Brigada 21, Callej¨®n sin salida
EDITAR LA VIDA
Michael Korda
Traducci¨®n de F. Gonz¨¢lez T¨¦llez
Debate. Barcelona, 2005
384 p¨¢ginas. 21 euros
...) lo puso en contacto con el editor de Pockett Books y ¨¦ste con los Simon de Simon&Schuster. La segunda nota es sobre esta ¨²ltima editorial. No s¨®lo es una de las m¨¢s emblem¨¢ticas de Estados Unidos, sino que no le hace ascos a ninguna forma de edici¨®n, desde la comercialidad m¨¢s descarada hasta la literatura m¨¢s honorable. Es un ejemplo perfecto de la gran editorial americana de amplio espectro.
La historia contempor¨¢nea de la edici¨®n USA comienza en la ¨¦poca en que se encontraba fundamentalmente en manos de los wasp (blancos, anglosajones y protestantes) y se conceb¨ªa como un oficio de caballeros donde la fidelidad a la casa y al trabajo era una norma y en la que se consideraban libros a los libros de tapa dura quedando el reci¨¦n iniciado bolsillo para vulgares comerciantes. Cuando Korda se incorpora a S & S en los cincuenta no imagina hasta qu¨¦ punto va a acompa?ar desde dentro una evoluci¨®n que cambiar¨¢ el sentido mismo de la edici¨®n.
El primer cambio de impor
tancia se produce en los a?os cincuenta, cuando la edici¨®n de libros en r¨²stica (tapa blanda, pero no en formato bolsillo) empieza a igualar a los de tapa dura hasta el extremo de que empiezan a pagarse mayores anticipos por los primeros; eso quiere decir que una novedad comienza directamente su andadura en r¨²stica, a mejor precio y tiraje m¨¢s alto; eso da m¨¢s vuelo a un libro menos elegante, pero es m¨¢s asequible a una mayor¨ªa de lectores, y el mercado empieza a dignificar el escal¨®n inferior: el libro de bolsillo. En 1959 se produce un movimiento decisivo: el paso a Bolsa de las grandes editoriales; Wall Street ha puesto sus ojos en la edici¨®n y ya nada va a ser lo mismo. Comienza la ¨¦poca de las fusiones y absorciones: la creaci¨®n de los grandes grupos. "La adquisici¨®n de Knopf (emblema de la editorial de calidad por excelencia) por parte de Random House", dice Korda, "mostr¨® a las claras que en adelante los grandes negocios en la industria editorial no se har¨ªan escribiendo y publicando libros, sino comprando y vendiendo editoriales". Cuatro a?os despu¨¦s, el gigante Random House es adquirido por la RCA; la idea es que las empresas de comunicaci¨®n han de tener representaci¨®n en todos los medios y crear sinergias entre ellos. Las multinacionales entran en acci¨®n.
El resultado es un cambio radical en el modo de editar. Por de pronto la confianza, fiabilidad y duraci¨®n en el trabajo, desaparecen; ya no hay editores que hacen una editorial, sino directivos que van y vienen, que fichan y echan a los creativos a buen ritmo; los cambios de staff son tan r¨¢pidos como los cambios de manos de editoriales. La edici¨®n se ha convertido ante todo en un negocio; los libros son una mercanc¨ªa como cualquier otra; los famosos se convierten en autores y se llega a una situaci¨®n a¨²n hoy en boga: la compra de un libro sin ver antes el original. La literatura y el pensamiento quedan sepultados bajo una masa de "novelas de dependientas", libros de autoayuda y memorias de pol¨ªticos y estrellas.
La contrataci¨®n queda en manos directivas y los editores, los creativos, se convierten en meros empleados: el negocio es demasiado fuerte para dejarlo en sus manos. Korda lo define a la perfecci¨®n: "Igual que los actores y escritores del viejo Hollywood de los magnates, a los autores se les consideraba una especie de alborotadores que ganaban demasiado y ni?os malcriados. La palabra creativo se convirti¨® en sin¨®nimo de ocioso, improvisado, irresponsable y autoindulgente (...) a mediados de los a?os setenta la industria editorial empezaba a ser dirigida por gente que en verdad lo cre¨ªa y que inclu¨ªa a los editores dentro de esa premisa" (la cursiva es m¨ªa).
Lo extraordinario de este libro es que Korda, que es un hombre muy culto, con un gran sentido de lo art¨ªstico y un verdadero editor, estuvo metido hasta las cejas en la edici¨®n comercial durante todos esos a?os; fue el editor de las memorias de Nixon y de Reagan, de Jacqueline Susann, de Judith Krantz, de Joan Crawford, de Harold Robbins y de Cornelius Ryan, de los papeles del Watergate y de tantos y tantos ¨¦xitos legendarios en la historia de la edici¨®n norteamericana y su relato de experiencia, escrito en un tono de jovial pragmatismo, ofrece una perspectiva muy distinta a la de un editor de fama intelectual como Andre Schiffrin, pero contiene un an¨¢lisis tanto o m¨¢s inteligente que el de este ¨²ltimo. El libro es apasionante, una verdadera aventura, y me parece imprescindible para saber c¨®mo hemos llegado hasta aqu¨ª. Y, naturalmente, hay un magn¨ªfico retrato del mundillo editorial, desde los chismes y las luchas por el poder hasta los m¨¦todos de trabajo o la vanitas de los diversos protagonistas. Una experiencia de editor que apasionar¨¢ a toda clase de lectores m¨ªnimamente interesados en el misterioso glamour de uno de los mejores oficios del mundo.
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