La amenaza de golpe militar enfrenta a la izquierda boliviana

La fallida asonada militar puesta en marcha el pasado mi¨¦rcoles por dos oficiales del Ej¨¦rcito boliviano ha fracturado los movimientos sociales m¨¢s importantes del pa¨ªs. El dirigente indigenista del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, se distanci¨® del caudillo de la Central Obrera Boliviana (COB), Jaime Solares, despu¨¦s de que ¨¦ste apoyara el plan de los militares rebeldes para formar un Gobierno c¨ªvico-militar.

Mientras la protesta en La Paz se reactivaba ayer tras la tregua por el festivo de Corpus Christi, ni el Gobierno del presidente Carlos Mesa ni ning¨²n legislador mov¨ªa un dedo por poner fin a la crisis. En este momento en Bolivia no hay un solo sector que no est¨¦ divido y enfrentado. Los pol¨ªticos, desaparecidos desde que empezaron las movilizaciones hace cinco d¨ªas, se lanzan dardos por la cuesti¨®n de la reforma constitucional y la de las autonom¨ªas provinciales. Entre los empresarios, algunos est¨¢n en favor de que el Ejecutivo convoque elecciones anticipadas y otros de que Mesa culmine su mandato como pueda.

En las Fuerzas Armadas, pese a que la c¨²pula ha insistido en que la instituci¨®n respalda al r¨¦gimen democr¨¢tico, han aparecido dos tenientes coroneles solicitando a Mesa que renuncie y proponiendo la constituci¨®n de un Gobierno c¨ªvico-militar. Este hecho provoc¨® la ruptura entre los dos movimientos sociales m¨¢s importantes, el encabezado por el indigenista Evo Morales y el del l¨ªder de la COB.

La destituci¨®n de los dos militares insurrectos fue el detonante del enfrentamiento entre la COB y el MAS. Poco despu¨¦s de conocerse la decisi¨®n del alto mando de las Fuerzas Armadas, el cabecilla de la COB, Jaime Solares, calific¨® a los dos ex militares de "patriotas" y dijo que "las puertas de la organizaci¨®n sindical estaban abiertas" para ambos. Solares respald¨® la formaci¨®n de un Gobierno encabezado por un "militar honesto" y secundado por civiles. Evo Morales, en cambio, rechaz¨® con contundencia la asonada y afirm¨® que si se busca una salida a la crisis del pa¨ªs, ¨¦sta siempre debe ser democr¨¢tica. Hasta el boliviano menos politizado no se explicaba ayer c¨®mo una organizaci¨®n como la COB, que durante los ¨²ltimos 30 a?os luch¨® tanto por la democracia contra los recurrentes golpes militares, ahora apoyaba uno.

El pat¨¦tico intento de golpe de Estado, en realidad, ahond¨® las diferencias entre los dos dirigentes. Morales reclama un endurecimiento de la Ley de Hidrocarburos y la elecci¨®n de la Asamblea Constituyente que reformar¨¢ la Carta Magna antes de que se celebren los referendos auton¨®micos provinciales. Solares es m¨¢s radical: quiere que Mesa se vaya, que se nacionalicen los hidrocarburos sin que se paguen indemnizaciones a las petroleras y que se frenen las consultas populares sobre las autonom¨ªas. El divorcio social se not¨® en el quinto d¨ªa de movilizaciones. Poco m¨¢s de un millar de manifestantes protestaron ayer en La Paz, la mayor¨ªa partidarios de la central sindical, y apenas se registraron algunas escaramuzas con la polic¨ªa en las calles aleda?as a la sede del Gobierno y el Parlamento.

Mientras la econom¨ªa boliviana pierde unos ocho millones de d¨®lares al d¨ªa por la huelga y los bloqueos de carreteras, los poderes ejecutivo y legislativo permanecen imp¨¢vidos ante el derrumbe del pa¨ªs. El presidente Carlos Mesa s¨®lo ha abierto la boca para afirmar que no renuncia y para pedir calma.