Frustrante juventud
A Sebasti¨¢n Castella se le ofreci¨® ayer una oportunidad de oro para abrir, por fin, la puerta grande, y no lo consigui¨®. Por dem¨¦rito propio, quede claro. Tampoco Vega ni Perera levantaron el vuelo y, al final del festejo, qued¨® un alto de tristeza en el ambiente. Ciertamente, a los toros, dulces como el alm¨ªbar, les falt¨® fuelle, pero la juvenil terna protagoniz¨® una sonora frustraci¨®n.
Supo a poco, a muy poco, la valiente actuaci¨®n de Castella en el cuarto de la tarde. Comenz¨® por estatuarios, inm¨®vil como una estatua, y dej¨® que los pitones le rozaran la taleguilla. Fue un inicio de toreo verdadero y emocionante. Se fue a los medios y all¨ª despleg¨® sus armas para alcanzar un triunfo que se hab¨ªa puesto muy cuesta arriba. El toro, blando, no fue un eficaz colaborador, pero tampoco la labor del torero estuvo reunida. Una corta tanda de redondos, un natural bien ligado con el de pecho, y casi nunca con la suerte cargada. Emocion¨® porque es valiente a carta cabal, pero le falt¨® profundidad a todo su quehacer. La verdad es que lo intent¨® toda la tarde, pero no tuvo la suerte o la capacidad para redondearla como todos, ¨¦l el primero, esperaban. En ese cuarto toro se luci¨® en un quite por ver¨®nicas muy lentas, cerrado con una media garbosa.
N¨²?ez del Cuvillo / Castella, Vega y Perera
Toros de N¨²?ez del Cuvillo: bien presentados, inv¨¢lidos y muy nobles. El 6?, bravo y parado en el tercio final. Sebasti¨¢n Castella: pinchazo hondo, pinchazo y estocada baja (palmas); metisaca -aviso- y estocada perpendicular y baja (ovaci¨®n). Salvador Vega: casi entera baja (palmas); seis pinchazos, media tendida -aviso- (silencio). Miguel ?ngel Perera: estocada (silencio); -aviso- y cuatro pinchazos (palmas). Plaza de Las Ventas. 29 de mayo. 14? corrida de feria. Lleno.
Pero, quiz¨¢s, la tarde se torci¨® en su primero. Lo hab¨ªa recibido con una ver¨®nica de cartel y continu¨® por ce?idas chicuelinas. Comenz¨® la faena de muleta con dos pases cambiados por la espalda en el centro del anillo, y la emoci¨®n se hizo presente. Pero tal como vino se fue. La primera tanda de redondos sali¨® enganchada, el torero se descompuso y se marchit¨® la ilusi¨®n. No encontr¨® la distancia justa y el toro se par¨® cuando lo cit¨® con la zurda.
Bien, sin m¨¢s, este Castella que debi¨® confirmar sus serias aspiraciones de figura y qued¨® a medio gas. No siempre se re¨²nen los hados para que toda la plaza vibre y se conmocione. Ayer, no ocurri¨®, y Castella se march¨® por su propio pie cuando con tanta seriedad, especialmente en las dos actuaciones anteriores, hab¨ªa intentado traspasar a hombros la puerta grande de Las Ventas.
M¨¢s frustrante, si cabe, la tarde de Salvador Vega, que lleg¨® con vitola de cosumado artista, y se ha marchado con la inquietante interrogante de no haber estado a la altura de las circunstancias. Es torero de clase, pero ayer lo disimul¨® en el curso de una actuaci¨®n muy pobre, desangelada y carente de recursos que pone en entredicho su bien ganada fama. Muy acelerado y mal colocado casi siempre, estuvo muy por debajo de su flojo primero; manso y deslucido fue el quinto, y Vega no acert¨® a justificarse y protagoniz¨® un mitin con la espada.
Quien m¨¢s excusas tiene quiz¨¢ ser¨¢ Perera. Le toc¨® el m¨¢s bravo de la tarde, el sexto, que acudi¨® de largo al caballo, persigui¨® en banderillas y dur¨® un suspiro en la muleta. Bien plantado y con buenos mimbres, no pudo redondear una labor que se presum¨ªa triunfal. Su primero fue un completo inv¨¢lido que lo desarm¨® al inicio de la faena, y la flojera del toro se uni¨® a la frialdad del torero. Arreciaron las palmas de tango y se esfum¨® toda esperanza.
Tarde de expectaci¨®n, tarde de frustraci¨®n. Frustrante juventud ¨¦sta que dice aspirar a todo y pasa de puntillas ante una corrida que no ayud¨®, pero que tampoco plante¨® dificultades insalvables para que el aburrimiento se adue?ara de la tarde. Frustrante juventud que parece esperar sin prisas al toro tonto que vaya y venga para abrir un tarro de esencias que, en muchos casos, tiene ya el tap¨®n oxidado.
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