El 'n¨²mero dos' del FBI en tiempos de Nixon era Garganta Profunda
Los periodistas del 'caso Watergate' confirman que se trata de su fuente
Hasta ayer lleg¨® el secreto. El misterio mejor guardado de los ¨²ltimos 35 a?os en EE UU ha sido desvelado. Garganta Profunda, la fuente de los periodistas de The Washington Post que fue definitiva para resolver el caso Watergate y que supuso el descalabro de Nixon, es Mark Felt, de 91 a?os, que en aquellos momentos era el n¨²mero dos del FBI. Lo que se pod¨ªa considerar el equivalente estadounidense del cuarto misterio de F¨¢tima fue revelado por el abogado John O'Connor en un art¨ªculo publicado en la revista Vanity Fair.
Las dudas sobre la identidad real del hombre que dijo a Bob Woodward y Carl Bernstein "seguid el dinero" se mantuvieron unas horas, porque los dos periodistas -que siguieron la pista del dinero con el que se pag¨® a las cinco personas que en la madrugada del 17 de junio de 1972 entraron en las oficinas del Partido Dem¨®crata situadas en el complejo de Watergate- ni confirmaron ni desmintieron. Pero despu¨¦s, la presi¨®n fue irresistible, y ambos, junto a Ben Bradlee, entonces director de The Washington Post, certificaron que Felt era Garganta Profunda. "Su ayuda en la cobertura del Watergate fue incalculable", dijeron Woodward y Bernstein, que se hab¨ªan propuesto no descubrir el nombre hasta la muerte de Felt.
"Mantuvimos el secreto porque dimos nuestra palabra", explic¨® Woodward, que revel¨® en 1976, cuando public¨® con Bernstein Todos los hombres del presidente, la existencia de una fuente secreta que ayud¨® a "desenredar el nudo de Watergate", como el propio Garganta Profunda les dijo el 9 de octubre de 1972, al revelar que s¨®lo Nixon y el responsable de Justicia, John Mitchell, estaban al tanto de las 1.500 entrevistas hechas por el FBI despu¨¦s del descubrimiento de lo que parec¨ªa ser un simple robo en el Watergate. Desenredar el nudo llev¨®, dos a?os m¨¢s tarde, a una comisi¨®n de investigaci¨®n del Congreso que desemboc¨® en la dimisi¨®n de Nixon, presionado por la amenaza de destituci¨®n, el 9 de agosto de 1974.
Bradlee dijo ayer que la identidad de Garganta Profunda le dio la tranquilidad que necesitaba para seguir adelante con la historia: "El n¨²mero 2 del FBI es una fuente bastante buena" lo m¨¢s sorprendente es "que el maldito secreto haya durado tanto". Woodward apunt¨® una posible raz¨®n para explicar lo que movi¨® a Felt a hablar: cre¨ªa que iba a ser el sucesor de Edgar Hoover en el FBI, y sin embargo, Nixon nombr¨® a Patrick Gray.
Mark Felt, que ayer sali¨® a saludar a la prensa en la puerta de su casa, en Santa Rosa, neg¨® en 1999 que ¨¦l fuera el hombre -"Lo hubiera hecho mejor, hubiera sido m¨¢s eficaz", dijo al diario The Hartford Courant- y guard¨® el secreto ante su familia hasta hace tres a?os, cuando se lo confi¨® a O'Connor. Despu¨¦s explic¨® a su hijo que no cre¨ªa que "haber sido Garganta Profunda era algo como para estar orgulloso", porque "no se deber¨ªa filtrar informaci¨®n a nadie". Sus familiares, a trav¨¦s de Nick Jones, nieto de Felt, dijeron ayer que est¨¢n orgullosos de ¨¦l porque es "un h¨¦roe americano". Seg¨²n O'Connor, Felt ten¨ªa hasta hace poco dudas sobre lo que hizo: "Vivi¨® durante m¨¢s de 30 a?os en una c¨¢rcel que ¨¦l mismo se construy¨®, oscilando entre el orgullo y el reproche, una c¨¢rcel construida sobre sus fuertes principios y su inalterable lealtad al pa¨ªs. Ahora, fortalecido por su familia, cree que ya no le hace falta seguir en esa prisi¨®n".
Ha habido especulaciones sin fin sobre la fuente secreta: desde los que negaban su existencia hasta los que cre¨ªan que no fue una, sino varias personas, pasando por los que identificaron a Garganta Profunda con Ron Zeigler, jefe de prensa de Nixon; con Pat Buchanan y Ray Price, que escrib¨ªan discursos para el presidente; con Henry Peterson, n¨²mero dos de Justicia; con John Dean y Fred Fielding, jefe y subjefe de la asesor¨ªa jur¨ªdica de Nixon, e incluso con la periodista Diane Sawyer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.