Esta tarde

Una curiosa mezcla de dolor y fervor, de venganza y justicia, de pol¨ªtica menor y respetos debidos va a atravesar esta tarde Madrid en forma de manifestaci¨®n contra el posible di¨¢logo del Gobierno y los asesinos de ETA: Aznar ir¨¢ en ella. Lo merece: sufri¨® su atentado y pr¨¢cticamente cre¨® esta asociaci¨®n y le insufl¨® su propio esp¨ªritu, que es conocido. Ir¨¢ con sus fieles, y entre ellos te?ir¨¢n la manifestaci¨®n, consagrar¨¢n la doble Espa?a, y se diferenciar¨¢n de otras manifestaciones y asociaciones que no fueron creadas, formadas y dotadas de intelectos ad hoc por Aznar como ¨¦sta. Hab¨ªa empezado muy pronto: cuando Felipe Gonz¨¢lez estaba en el poder, este tipo de personas le insultaban a ¨¦l y a sus ministros cuando acud¨ªan en el Pa¨ªs Vasco a los funerales de los asesinados. Sin embargo, aquellos Gobiernos luchaban contra el terrorismo de tal manera que daba origen a protestas de los que no quer¨ªan ver una polic¨ªa paralela o unos m¨¦todos salvajes en la lucha: no hace falta que lo recuerde, y a la c¨¢rcel fueron aquellos que luchaban mal y duro contra los terroristas, y el Gobierno cay¨®. Si entonces se acus¨® a los socialistas de no respetar los derechos humanos, las mismas personas los acusan ahora de "traicionar a los muertos" por buscar otro sistema, el del pacto o la negociaci¨®n: y la manifestaci¨®n de hoy parece enfrentar otra vez a Aznar y Zapatero, como en los viejos tiempos, con las consignas de los populistas repetidas. Otras organizaciones, otros pensamientos, otros dolores de supervivientes, de mutilados o de gente que perdi¨® lo que amaba, se abstraen: advierten que la actitud de los grupos conservadores mezclan demasiadas cosas, inventan otras, y que el desastre vasco puede poner los pelos de punta a toda Espa?a.

No tiene por qu¨¦ ocurrir nada esta tarde. El servicio de orden del PP evitar¨¢ cualquier exaltaci¨®n, a menos de que la cometa ¨¦l mismo; Bono no aparecer¨¢ para continuar el juego peligros¨ªsimo que est¨¢ realizando desde que entr¨® en el Gobierno y nadie querr¨¢ pegarle y luego protestar de que la polic¨ªa investigue el caso. Va a ser, ¨²nicamente, un gesto desagradable, en el que nada tienen que ver los ca¨ªdos en aquellas matanzas. Ni los de otras matanzas. Decimos muchas veces que hay dos Espa?as; pero una de ellas se est¨¢ desprestigiando con actos como ¨¦ste.