EE UU intenta recuperar el liderazgo americano
El enfrentamiento entre Washington y Caracas marca la asamblea de la OEA
Los ministros de Exteriores de 34 pa¨ªses americanos -todos, menos Cuba- se re¨²nen desde hoy en Fort Lauderdale, Florida (EE UU), en una asamblea general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) dominada por la tensi¨®n entre Washington y Caracas y la inestabilidad en Bolivia y Ecuador. EE UU, que descuida desde el 11-S su relaci¨®n con Iberoam¨¦rica, trata de recuperar el liderazgo: George W. Bush hablar¨¢ ma?ana en la asamblea.
Tanto el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, como la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, han viajado a Latinoam¨¦rica en los ¨²ltimos meses para corregir un abandono que empez¨® hace m¨¢s de una d¨¦cada y que se acentu¨® tras el 11-S. Rice, que tiene en el Departamento de Estado una pol¨ªtica latinoamericana guiada por Roger Noriega, "demasiado comprometido con las batallas de Washington", seg¨²n Peter Hakim, presidente del centro de an¨¢lisis Di¨¢logo InterAmericano, pidi¨® consejo a personas que conocen bien la zona, como Enrique Iglesias, nuevo secretario de las cumbres iberoamericanas.
Rice maniobr¨® para corregir los errores cometidos en el proceso de elecci¨®n del secretario general de la OEA y camufl¨® la apuesta inicial con un respaldo in extremis a Insulza que sirvi¨® para que el chileno lograra la mayor¨ªa de los votos. "Creo que ella escucha bien, y entendi¨® que un secretario general que hubiera ganado por uno o dos votos hubiera sido un desastre; aun siendo un candidato propio, hubiera sido un desastre para EE UU, para la organizaci¨®n y para todo el hemisferio", indica Hakim.
?Por qu¨¦ EE UU presta poca atenci¨®n al resto de Am¨¦rica? "Porque hay s¨®lo 24 horas en el d¨ªa, y desde el 11 de septiembre de 2001, el tiempo de la pol¨ªtica exterior de este Gobierno ha estado consumido por sus proyectos en Oriente Medio; simplemente, no ha tenido tiempo para Am¨¦rica Latina, cuyos pa¨ªses tampoco han definido muy bien qu¨¦ relaci¨®n quieren tener con EE UU", explica Mark Falcoff, que trabaj¨® en el Comit¨¦ de Relaciones Exteriores del Senado. "Hay una gran relaci¨®n comercial, econ¨®mica, cultural y humana, pero falta pol¨ªtica", precis¨® Mark Falcoff.
Ma?ana, George W. Bush intervendr¨¢ ante la asamblea con un mensaje a favor de la estabilidad y los intercambios comerciales. La confianza en Washington cotiza a la baja en el hemisferio, y con Bolivia en ebullici¨®n y Ecuador a duras penas saliendo de la crisis que le cost¨® el puesto al presidente Lucio Guti¨¦rrez, el enfrentamiento con Venezuela ayuda poco al objetivo de la estabilidad. La guerra latente tendr¨¢ en la asamblea su escaparate en la tensi¨®n entre la Carta Democr¨¢tica y la Carta Social.
?rgano de control
EE UU querr¨ªa crear un ¨®rgano de control que asegure que se cumple la Carta Democr¨¢tica, aprobada hace tres a?os y medio y que establece que "los pueblos de Am¨¦rica tienen derecho a la democracia representativa, y sus Gobiernos, la obligaci¨®n de promoverla y defenderla".
El responsable de pol¨ªtica latinoamerica en el Departamento de Estado, Roger Noriega, declar¨® en el Miami Herald: "Estamos seguros de que los pa¨ªses miembros acordar¨¢n emplear los instrumentos de la OEA para defender la democracia y construir mejores oportunidades para los ciudadanos". Por su parte, Caracas quiere sacar adelante una Carta Social "que se supone que es la alternativa a la Carta Democr¨¢tica. Venezuela es, claramente, el asunto central", seg¨²n Hakim.
"Lo que Venezuela plantea con la Carta Social es que mientras no se resuelva el problema b¨¢sico del hemisferio, que es la pobreza y la exclusi¨®n, olv¨ªdese de la democracia", asegura Bernardo ?lvarez, embajador venezolano en EE UU. "Firmamos con reservas la Carta Democr¨¢tica porque la democracia representativa no es suficiente; proponemos la democracia participativa, que en Venezuela es un proceso que est¨¢ en marcha. No puede haber democracias de ¨¦lite. Tienen que ser democracias que ayuden al pueblo en su organizaci¨®n y le comprometan en el trabajo del Estado. El modelo venezolano es un modelo alternativo para lograr la soberan¨ªa de nuestros pa¨ªses, la inclusi¨®n y la lucha contra la pobreza, el establecimiento de una democracia desde la base y salir de la opci¨®n neoliberal para ir a algo m¨¢s flexible, m¨¢s mixto".
"Es un proyecto anti-consenso de Washington y anticapitalismo", se?ala Hakim, que a?ade: "EE UU cree que la OEA puede ser un instrumento para contener a Ch¨¢vez y, de alguna manera, defender la democracia en Venezuela. Todo esto va a ser fuente de grandes divisiones y Jos¨¦ Miguel Insulza va a tener que trabajar mucho para resolverlas y manejar las diferencias".
?El populismo y los modelos "alternativos" desbordar¨¢n al nuevo secretario general? Hakim recuerda que "Insulza fue un elemento fundamental en la oposici¨®n al Gobierno militar chileno" y que "siempre ha mantenido las posiciones ¨¦ticas y pol¨ªticas adecuadas". Por otra parte, el presidente de Di¨¢logo Inter-Americano cree que Ch¨¢vez no es "un representante moderno de la izquierda. "Es una figura anacr¨®nica, una especie de figura militar quijotesca que realmente no deber¨ªa ser un referente de independencia o de libertad", indica Hakim.
La sombra de Posada Carriles
Por si fueran pocas las chispas que saltan de la relaci¨®n entre Venezuela y EE UU, la tensi¨®n tiene un nuevo factor estimulante: el caso Posada, el cubano de nacionalidad venezolana implicado en varios actos de terrorismo anticastrista detenido recientemente en Miami. Luis Posada Carriles es una patata muy caliente para Washington, cogido entre la espada de su pol¨ªtica antiterrorista y la pared de la comunidad cubano-americana. Caracas quiere que la OEA apruebe en esta asamblea una resoluci¨®n en la que, de manera general, se exprese el compromiso de negar refugio a los terroristas y la necesidad de cumplir los tratados de extradici¨®n.
Ch¨¢vez, el mejor aliado pol¨ªtico y econ¨®mico de Fidel Castro, ha pedido la extradici¨®n de Posada y ha amenazado con "reconsiderar las relaciones con Washington" en caso de que no se conceda. "El presidente", explica Bernardo ?lvarez, embajador de Venezuela en Washington, "plantea as¨ª la seriedad de este caso, que no puede tratarse de manera ligera ni verlo como un asunto de inmigraci¨®n. Esperamos a¨²n que haya cooperaci¨®n de EE UU, y si no, tendr¨ªamos que revisar cosas. Tenemos un tratado de extradici¨®n, tenemos un terrorista que no nos entregan; habr¨ªa entonces que evaluar las relaciones pol¨ªticas que tenemos con un pa¨ªs que no coopera. Y hay m¨²ltiples opciones en el mundo diplom¨¢tico".
"?Queremos luchar contra el terrorismo? Vamos a hacerlo todos, con la ley y la cooperaci¨®n internacional", a?ade el embajador. La posibilidad de que el asunto desate algunas emociones, adem¨¢s de la presencia de Bush y la concentraci¨®n de cancilleres americanos, han hecho que se multipliquen las medidas de seguridad en Fort Laudardale.
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