Los Pistons defender¨¢n su t¨ªtulo

Los Pistons de Detroit defender¨¢n su t¨ªtulo de campeones de la NBA tras derrotar a Miami Heat por 88-82 en el s¨¦ptimo partido de la final de la Conferencia Este. Ni los rumores de la marcha de Larry Brown a Cleveland Cavaliers ni los recuerdos de la triste noche en la que a Ron Artest le dio por saltar a la grada del Palacio de Auburn Hills pudieron desconcentrar a un equipo formado a partir del juego colectivo, sin jugadores capaces de regalar titulares en cada rueda de prensa, como Shaquille O'Neal, o miembros del exclusivo grupo de las 50 personas mas bellas del mundo seg¨²n la revista People, como Dwyane Wade. De hecho, los Pistons son grandes, feos, arrogantes, pero tambi¨¦n algunos de ellos son excelentes jugadores de baloncesto que dan la cara en las peores situaciones y toman las decisiones acertadas en los momentos cruciales.

A falta de dos minutos y medio para el final del partido, los Heat manten¨ªan una ventaja de cuatro puntos sobre su rival. Pero, ante una marea roja de 19.000 espectadores, un Dwyane Wade visiblemente lesionado quiso jugarse la gloria en vez de recurrir a Shaq, que hab¨ªa mantenido al equipo de Florida con vida en el ¨²ltimo cuarto. Ante Ben Wallace, O'Neal hizo que el voluminoso p¨ªvot de los Pistons pareciera 50 kilos m¨¢s delgado y 30 cent¨ªmetros m¨¢s peque?o. Cada choque acababa en canasta de O'Neal o falta personal. Ante tal panorama, lo justo habr¨ªa sido darle el bal¨®n a O'Neal. Pero Wade no lo hizo.

La paciencia de Billups

En el lado opuesto de la cancha, el extraordinario e infravalorado base de los Pistons, Chauncey Billups, movi¨® el bal¨®n con paciencia y sabidur¨ªa, esperando el momento exacto en el que lanzar la estocada definitiva. Sus compa?eros, que conocen su papel de memoria, estuvieron en el sitio exacto y el momento adecuado para entrar a canasta, como Hamilton, o dar una palmadita al bal¨®n para que entrara a canasta, como Rasheed Wallace.

En los segundos finales, a la hora de ir a los tiros libres O'Neal fall¨® uno y Damon Jones otro. Chauncy Billups anot¨® los cuatro que intent¨® y cerr¨® un partido tras el que los Heat se siguen preguntando qu¨¦ habr¨ªa ocurrido si Wade no hubiera tenido las costillas da?adas y Shaq hubiera estado al ciento por ciento durante toda la serie. Al final, un mejor equipo, que sabe mover el bal¨®n siempre llega a los balones divididos y mete el codo donde tiene que meterlo, demostr¨® por qu¨¦ es el campe¨®n.

A partir del jueves por la noche, ante San Antonio Spurs, Detroit tiene la oportunidad de marcar una dinast¨ªa como la que lograron los hist¨®ricos Bad Boys de Motown, que conquistaron dos t¨ªtulos consecutivos en 1989 y 1990. Sin ser tan agresivos e intimidantes como en su d¨ªa llegaron a ser Bill Laimbeer, Dennis Rodman, Rick Mahorn y John Salley, los nuevos Pistons no tienen nada que envidiar en el lado defensivo al equipo que dirigi¨® Chuck Daily. En el ataque, solo la mu?eca y el salto en suspensi¨®n de Rip Hamilton y el liderazgo de Billups recuerdan a Isiah Thomas, Joe Dumars y Vinny Microondas Jonson, tres jugadorazos que con el bal¨®n en las manos eran tan temibles como cualquiera.