Ind¨ªgenas, sindicalistas y cocaleros paralizan el pa¨ªs

El principal dirigente de la actual insurrecci¨®n en Bolivia, quien forz¨® la renuncia del presidente Carlos Mesa, es el l¨ªder cocalero aymara y diputado por el Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales. Este l¨ªder, con su capacidad oratoria y su discurso de corte nacionalista, ha logrado el respaldo de la mayor¨ªa aut¨®ctona boliviana, que sin dudar se moviliza en la calles cada vez que el MAS o Morales la convoca. Hoy, bajo la exigencia de la nacionalizaci¨®n de las reservas de gas de Bolivia y un llamamiento a la convocatoria de elecciones inmediatas, Morales es protagonista, una vez m¨¢s, de la crisis boliviana.

Otra figura de relieve en la revuelta que paraliza a La Paz desde hace 23 d¨ªas es la Federaci¨®n de Juntas Vecinales de El Alto (Fejuve). El Alto es una ciudad cercana a La Paz. Sus empobrecidos moradores se han constituido, a trav¨¦s de estas juntas, como respuesta a la desaz¨®n de la clase inmigrante trabajadora, en su mayor¨ªa aymara, que busca una mejor calidad de vida. Las Juntas Vecinales son una forma de autogobierno, un h¨ªbrido entre la comunidad y el sindicato obrero, cuya base es la deliberaci¨®n de la asamblea y la participaci¨®n obligatoria de los vecinos.

La Central Obrera Boliviana (COB) es otra de las fuerzas que mantiene en la calle a miles de sus integrantes coreando la reivindicaci¨®n nacionalista de los recursos naturales. En su asamblea de 2003 la COB defini¨® como su principal objetivo de lucha la recuperaci¨®n para Bolivia de las reservas de gas y la calific¨® "como un deber patri¨®tico y revolucionario".

Felipe Quispe es otro de los l¨ªderes aymara que a la cabeza del Movimiento Indio Pachakuti (MIP), impulsa las marchas y la movilizaci¨®n en la calle que tiene bloqueada la Paz. El MIP representa el m¨¢s radical nacionalismo aymara, que repudia a las instituciones republicanas.