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No comparto la creencia de que la gente que lee es estupenda: la historia atesora monstruos de la humanidad que escrib¨ªan y le¨ªan a gran ritmo. Leer puede dar conocimiento y amplitud de miras, dos gracias que hay quien aprovecha para hacer perfectamente el mal. Cuando editores, libreros, escritores y bur¨®cratas culturales celebran las inagotables virtudes de la lectura, yo pienso en vendedores de carne, verduras o vino que defienden los beneficios de sus productos para la salud. Pero es verdad que los libros son fuente de conocimiento y distinci¨®n social, signo de fortuna desde el Renacimiento, y algunos cuestan caros. La librer¨ªa anticuaria Beno?t-Forgeot vende La filosof¨ªa en el tocador, de 1795, por 54.000 euros, del Marqu¨¦s de Sade, que tambi¨¦n firma La nueva Justine o los infortunios de la virtud, seguida de la Historia de Juliette, su hermana, de 1797, en 10 tomos, rar¨ªsima edici¨®n original valorada hoy en 200.000 euros. Lleva 101 grabados er¨®ticos y, encuadernada en becerro de la ¨¦poca, se trata de la m¨¢s vasta empresa pornogr¨¢fica jam¨¢s realizada, seg¨²n Maurice Lever, entusiasta bi¨®grafo del escritor loco.
Lolita, la novela de Vladimir Nabokov, fue publicada en 1955, hace ahora exactamente 50 a?os, cifra redonda. Graham Greene contribuy¨® a la fama de Lolita, eligi¨¦ndolo uno de sus libros preferidos de 1955, cuando Nabokov era un caso judicial, rechazado por editores y bienpensantes. Nabokov le regal¨® a Greene Lolita cuatro a?os m¨¢s tarde: "Para Graham Greene de Vladimir Nabokov. 8 de noviembre de 1959", puso en la dedicatoria. Greene le vendi¨® ese ejemplar a un tratante de libros en 1988. El librero mir¨® la pieza y la encontr¨® fabulosa, "casi perfecta", pero con un fallo: no estaba dedicada en 1955, fecha de la edici¨®n. Y s¨®lo le pag¨® 4.000 libras a Greene por su Lolita. Rick Gekoski, el librero, revendi¨® esa misma tarde la Lolita de Graham Greene a Bernie Taupin, el letrista de Elton John, por 9.000 libras. Esto valen algunos libros, y eso hace a los libros motivo de intrigas polic¨ªacas y misteriosas. Tres relatos y diez poemas, libro juvenil de Hemingway, tan raro que ni el autor lo ten¨ªa, alcanz¨® una cotizaci¨®n de 70.000 libras: el coleccionismo es una fiebre que sube los precios, y no es necesario que los libros car¨ªsimos traten de poder y placer criminal, como los de Sade y Nabokov. Ahora encuentro un libro sin precio, que lleva a muchos libros, un libro que echo de menos en todas las ciudades por las que paso. Sin ser supersticioso, sin creer en la bondad intr¨ªnseca de los libros, sin ser coleccionista, me confieso fan¨¢tico de los libros desde un punto de vista puramente utilitario, si aceptamos que tambi¨¦n el placer es ¨²til. Acaba de salir una gu¨ªa de librer¨ªas de la ciudad de M¨¢laga, distrito a distrito, con planos, editada por el Instituto Municipal del Libro y la Fundaci¨®n Jos¨¦ Manuel Lara: Librer¨ªas en M¨¢laga. Bookshops in M¨¢laga. Este libro ayuda a vecinos y viajeros, adem¨¢s de ser un buen recuerdo del viaje. Recorro los nombres de las librer¨ªas como nombres de mundos dentro de la ciudad, y pienso que todas las ciudades deber¨ªan ofrecer a sus viajeros un mapa as¨ª, tan rico en f¨¢bulas.
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