CUADERNO DE BIT?CORA
- V¨¢zquez. Hay dos cosas muy gallegas en Galicia. Una es Francisco V¨¢zquez, alcalde centenario de A Coru?a desde hace por lo menos 25 a?os. Y otra es el Bloque. Hab¨ªa una situaci¨®n extra?a en la campa?a. V¨¢zquez, azote del nacionalismo gallego, no se hab¨ªa metido con el Bloque ni hab¨ªa sacado a pasear el tradicional caballo de Troya para darle un susto a su partido, el PSdeG, como en anteriores auton¨®micas. Al contrario, este alcalde admirador de Indalecio Prieto tiene un fuste largo-caballerista en los m¨ªtines, y el primer d¨ªa se declar¨® "comprometido hasta las cachas" con Touri?o. Del Bloque, ni mu. Se produjo un gran desconcierto en la ciudad.
- Versus. Corri¨® la voz. ?Paco no dijo nada del Bloque! En Santiago y muchos otros ayuntamientos predomina el fair-play, la colaboraci¨®n. En A Coru?a, en clave municipal, hay una pugna permanente, un combate que casi se remonta al hist¨®rico de Cassius Clay con Sonny Liston. Esa rivalidad Bloque versus V¨¢zquez es parte del paisaje coru?¨¦s, como los churros de Bonilla o las tapas del bar Bombilla. Hay casi un tercio de coru?eses que votan PP, pero, en un extra?o descarte de ¨²ltima hora, el l¨ªder popular Corcoba qued¨® fuera de la lista y a los conservadores coru?eses se les ha puesto cara del extraterrestre Roswell en la Torre de H¨¦rcules. As¨ª que todo el mundo en A Coru?a estaba descolocado: los socialistas, los nacionalistas y los conservadores. Todos, menos los indecisos. El Bloque defiende como un ADN la lengua gallega. V¨¢zquez raramente habla gallego, pero, seg¨²n todos los fil¨®logos, es el pol¨ªtico gallego con m¨¢s acento gallego. Cuando habla V¨¢zquez, es como si doblara al castellano en marcha ondulante la zanfona de Faustino Santalices. Y es que todos llevamos, como en el hermoso verso parisino de C¨¦sar Vallejo, el acento pegado a los zapatos.
- V¨¢zquez. Cuando quiere, V¨¢zquez es un alcalde seductor, aunque le molestan los elogios porque se quedan cortos. Hab¨ªa huecos blancos en los peri¨®dicos. Vac¨ªos radiof¨®nicos. Las nubes se hab¨ªan detenido en el Orz¨¢n. La ciudad iba hacia un destino incierto de ni fu ni fa. Tras siete d¨ªas sin polemizar, disciplinado, Francisco V¨¢zquez hab¨ªa aumentado tres kilos seg¨²n la b¨¢scula que pesa el silencio en la farmacia Villar de la calle Real (calle Ferm¨ªn Gal¨¢n, en la Rep¨²blica). Al fin, estall¨®. Nada de pacto. S¨®lo hay dos opciones, dijo, la socialista o la conservadora. El Bloque, acus¨®, est¨¢ formado por "24 grup¨²sculos". Todos contentos. La declaraci¨®n le ha permitido al candidato Touri?o reafirmar su personalidad como presidenciable y apostar por el Gobierno alternativo. Quintana tambi¨¦n sale reforzado en esa ¨¦pica c¨¦ltica de un l¨ªder que encabeza 24 clanes, cuando todos pens¨¢bamos que eran menos. Y Paco V¨¢zquez se ha quedado desahogado y con m¨¢s menos tres kilos de votos.
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