El rival m¨¢s molesto
El uruguayo Pablo Garc¨ªa defraud¨® en la final al volver a sacar su lado m¨¢s rudo y acabar expulsado por un patad¨®n sobre Joaqu¨ªn
Fue el ¨²ltimo en salir del Calder¨®n tras la Final de la Copa y tambi¨¦n el m¨¢s triste. A Pablo Garc¨ªa le toc¨® pasar el control antidopaje, lo que evit¨® que pudiese hacer declaraciones. Adem¨¢s, en la caseta tuvo mucho tiempo par pensar en la derrota, su juego y su expulsi¨®n.
El t¨¦cnico Javier Aguirre le reproch¨® su salida del campo. Una vez m¨¢s, al uruguayo le perdieron los nervios y la presi¨®n. Durante el encuentro ya hab¨ªa recibido una amarilla, adem¨¢s de la de la expulsi¨®n posterior, y se hab¨ªa fajado rudamente contra Assun?ao desde el inicio. Pese a su gesto, Aguirre fue clemente: "Yo pienso que Pablo Garc¨ªa es el fiel reflejo de lo que es Osasuna. Pablo, como la afici¨®n y los jugadores se port¨® a la altura".
La actitud del uruguayo no es extra?a. Pablo Garc¨ªa ostenta el r¨¦cord de amarillas en la Liga, un total de 18, y tambi¨¦n la fama de duro y violento, demostrada en el Calder¨®n de nuevo, que s¨®lo maquilla con su entrega.
Ayer, en el recibimiento que m¨¢s de medio millar de aficionados navarros profes¨® a su equipo, fue el m¨¢s aclamado, pese a que ni tan siquiera estaba all¨ª. El charr¨²a se qued¨® en Madrid sin que ni el jugador ni el club hiciesen p¨²blico los motivos. Paco Casal, representante del futbolista y poseedor del 50 por ciento de sus derechos, est¨¢ actualmente inmerso en una campa?a de valorizaci¨®n de su representado.
En Pamplona todo apunta a que el jugador baraja ofertas, aunque el club insiste en no haber recibido ninguna. En teor¨ªa, su cla¨²sula es de 13 millones de euros, pero como el contrato expira el pr¨®ximo curso se podr¨ªa marchar por unos siete millones, de los que m¨¢s de la mitad ir¨ªan a Casal. A la espera de que se cierre su paso a uno de los grandes de la Liga o su continuidad en Osasuna, Pablo Garc¨ªa prefiere mantenerse aislado.
De su participaci¨®n en la final, que fue seguida por numerosos t¨¦cnicos, queda una sensaci¨®n agridulce; positiva por la actitud del jugador convaleciente que hizo funcionar a todo un equipo pero tambi¨¦n negativa por la vena m¨¢s sucia que exhibi¨®, con la p¨¦rdida de los nervios ante la derrota y en un partido clave durante el que todos los ojos estaban fijos en ¨¦l. El uruguayo es uno de los mejores cincos del f¨²tbol europeo, pero todav¨ªa no pierde la etiqueta de ser, simplemente, un rival molesto.
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