Vivaz

Eliseo est¨¢ que se sale. Quiz¨¢ le aletearan mariposas en el est¨®mago con el estreno de su nueva criatura discogr¨¢fica, De ayer ma?ana, que le ha llevado tres a?os de tarea minuciosa, pero sigue exhibiendo una convicci¨®n inquebrantable en su trabajo de rescatador y con cada concierto apuntala el largo idilio que mantiene con el p¨²blico madrile?o. Desgran¨® las 11 piezas que dan vida a ese disco reci¨¦n nacido y todo indica -a¨²n m¨¢s sobre las tablas que en el fonograma- que su devoci¨®n por nuestros mayores y el desparpajo con el que reinventa cuanto tiene entre manos est¨¢n alcanzando un m¨¢gico punto de equilibrio.

El nuevo repertorio suena muy actual porque, aunque ya lo canturrearan los tatarabuelos, fluye fresco, variado y casi siempre impredecible. El R¨ªo verde asturiano, en su origen un baile a lo ligero de Nar¨®n, se ha convertido aqu¨ª en una pieza rica, compleja y sofisticada, algo que bien podr¨ªamos llamar folk sinf¨®nico. La cacere?a La rama es un baile de panderetas tan hipn¨®tico como un canto gnaua magreb¨ª, y la mayor sorpresa -por hilarante y desprejuiciada- proviene de la zamorana Galand¨²n, que Parra transforma en un rap con mal¨¦volas alusiones a la iglesia, la monarqu¨ªa y las mentes reaccionarias. A fin de cuentas, la m¨²sica tradicional siempre ha sido fuente de travesuras.

Reinvenci¨®n

El principal m¨¦rito de esta banda radica ahora en su permanente capacidad de reinvenci¨®n. De ayer ma?ana apenas lleva una semana en las tiendas, pero estos ocho m¨²sicos ya han tenido tiempo de incluir fraseos distintos, variantes inesperadas, modificaciones sutiles. Es m¨²sica viva en manos de gente vivaz. Incluso Matita de perejil se enriquece con claras inflexiones jazz¨ªsticas, un recurso en auge dentro del folclor espa?ol (La Bruja Gata, Rao Tr¨ªo) al que se le intuyen posibilidades infinitas.