El millonario Hariri y el jefe cristiano Aoun luchan por los votos de L¨ªbano
Una victoria en la regi¨®n del norte puede dar la mayor¨ªa absoluta al l¨ªder de los sun¨ªes
Saltan chispas entre los dos l¨ªderes libaneses que se juegan su futura influencia pol¨ªtica en la ¨²ltima ronda de las elecciones legislativas, que se celebra ma?ana en la regi¨®n norte de L¨ªbano. El multimillonario sun¨ª Saad Hariri y el caudillo cristiano maronita Michel Aoun se lanzan graves imputaciones de corrupci¨®n y compiten por abanderar en solitario la oposici¨®n al r¨¦gimen prosirio. Restan por elegir 28 de los 128 esca?os del Parlamento y el partido de Hariri necesita de 21 de los asientos para disponer de mayor¨ªa absoluta.
Justamente lo que desea impedir Aoun a toda costa para conservar capacidad de maniobra. "Estoy abierto a cualquier negociaci¨®n", declar¨® ayer
. Aoun no escatim¨® duros ep¨ªtetos hacia quienes tach¨® de "banda de pol¨ªticos". En una reuni¨®n con periodistas en su residencia pr¨®xima a Beirut, el ex jefe del Ej¨¦rcito liban¨¦s -sin dejar de insinuar que la enorme deuda del Estado (35.000 millones de d¨®lares para un pa¨ªs de menos de cuatro millones de habitantes) se debe a turbios manejos del ex primer ministro asesinado Rafik Hariri- acus¨® a Saad Hariri y a los aliados de ¨¦ste de comportarse "como corruptos". "S¨®lo quieren mantener sus cuotas de poder", enfatiz¨®.
Las invectivas contra Hariri y el l¨ªder druso, Walid Yumblatt, arrecian apenas dos semanas despu¨¦s de que los hoy irreconciliables enemigos intentar¨¢n llegar a un pacto electoral. No fructific¨®. "Yo deb¨ªa haber sido si no el l¨ªder de la oposici¨®n, s¨ª uno de sus protagonistas. Pero me ofrecieron minucias", dijo ayer Aoun. Sus rivales, por el contrario, aseguran que sus pretensiones fueron desmesuradas. Y es en este asunto, el liderazgo de la oposici¨®n al r¨¦gimen de Damasco, que ha tutelado L¨ªbano durante casi tres d¨¦cadas hasta la retirada de sus soldados a finales de abril, en el que brotan las disputas m¨¢s agrias.
"Todo el mundo sabe que fui expulsado por quienes hoy se llaman oposici¨®n. Yo cre¨¦ la oposici¨®n antisiria. Nunca, ni antes ni ahora, he colaborado con Siria. Quienes hoy se dicen oposici¨®n", relata el jefe del clan maronita, "colaboraron con el Gobierno de Damasco durante 15 a?os". Y Hariri no pierde ocasi¨®n de contraatacar. Durante un mitin al que acudieron miles de personas la tarde del jueves en Tr¨ªpoli, el novato pol¨ªtico arremeti¨® contra Aoun. "Quienes hablan de reformas, de cambios y de lucha contra la corrupci¨®n son los mismos que pactan con los corruptos", clam¨® Hariri en referencia a la alianza entre el veterano dirigente cristiano y algunas de las figuras m¨¢s relevantes de actuales y pasados Gobiernos prosirios, como el ministro del Interior, Suleiman Frangie, y el ex primer ministro Omar Karam¨¦.
El heredero de los proyectos del ex gobernante asesinado est¨¢ echando toda la carne en el asador de la regi¨®n norte, donde hace campa?a desde comienzos de esta semana. Cientos de sus simpatizantes -aunque tambi¨¦n los de Frangie, que juega en su feudo, y los del resto de los 106 candidatos que aspiran a los 28 esca?os- est¨¢n desempe?ando una intensa labor de propaganda en los distritos norte?os. Los hoteles de Tr¨ªpoli est¨¢n repletos. Y atestado el sal¨®n del m¨¢s lujoso de la ciudad, en el que enfervorecidos seguidores de Hariri le vitorearon ayer durante los escasos 15 minutos que dur¨® el acto pol¨ªtico.
Uno de los principales asesores del dirigente sun¨ª, el cirujano Ghattas Khoury, admite en un hotel de Tr¨ªpoli la sorpresa que ha supuesto la fulgurante irrupci¨®n del renacido caudillo y rebaja el optimismo inicial. "Nadie esperaba el triunfo de Aoun. En el norte las cosas est¨¢n muy dif¨ªciles. Espero que cambien con la presencia de Hariri. Si no ganamos rotundamente, no tendremos mayor¨ªa en el Parlamento".
Coaliciones con un rival
Un liban¨¦s ironiza sobre la guerra civil que desangr¨® el pa¨ªs (1975-1990): "Fue como la Liga de f¨²tbol. Todos lucharon contra todos, y a doble vuelta". En el tenso aunque pac¨ªfico panorama pol¨ªtico actual, nadie ignora qui¨¦nes ser¨¢n los cuatro l¨ªderes que pugnar¨¢n en la C¨¢mara: Saad Hariri, Walid Yumblatt, Michel Aoun y el secretario general de Hezbol¨¢, Hassan Nasralla. Pero nadie se atreve a pronosticar los pactos que deparar¨¢ el futuro inmediato. Ninguno cierra la puerta a acuerdos con sus rivales. Pero todos se miran de reojo.
"L¨ªbano no puede gobernarse sin alianzas. Las habr¨¢ nuevas", subraya Ghattas Khoury, uno de los cerebros de la campa?a de Hariri. "Ahora tenemos que tener en cuenta a Aoun". Y no lo dice porque tenga ya en mente pactar con el jefe maronita, sino porque ¨¦ste se ha mostrado dispuesto a negociar con quien sea necesario para evitar el dominio del t¨¢ndem Hariri-Yumblatt. Si a ello se suma que Hezbol¨¢ siempre apuesta por el consenso nacional, cualquier abrazo puede producirse.
Khoury se?ala el d¨ªa en el que comenzar¨¢ a desvelarse por d¨®nde van a ir los tiros. "El 28 de junio se elige al presidente del Parlamento". Este cargo, ocupado en los ¨²ltimos 13 a?os por el jefe del partido Amal, el desprestigiado Nabih Berri, debe ser ocupado, seg¨²n los pactos constitucionales, por un chi¨ª. "No sabemos si ser¨¢ elegido Berri, pero si sale, lo importante es saber qui¨¦n lo ha elegido", apunta el colaborador de Hariri.
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