"Hay que cerrar los para¨ªsos fiscales y gravar las transacciones de capital"
Susan George, estadounidense nacionalizada francesa, autora de El informe Lugano y Otro mundo es posible, preside el Transnational Institute de Amsterdam, que investiga sobre globalizaci¨®n, y es vicepresidenta en Francia de la organizaci¨®n ATTAC, que con 30.000 miembros en ese pa¨ªs pide la democratizaci¨®n de los mercados. En el seminario de la Fundaci¨®n Carolina disert¨® sobre Los retos del desarrollo y las respuestas de la ciudadan¨ªa global.
Pregunta. El ciudadano europeo, ?sabe qu¨¦ son los Objetivos del Milenio (ODM)?
Respuesta. No se han explicado bien: tantas cifras aturullan. Pero mejor que haya ODM, claro. Aunque realmente estos mismos temas ya estaban en la agenda internacional hace 35 a?os.
P. El Sur, ?ve los ODM como soluci¨®n?
R. Saben que son el m¨ªnimo de los m¨ªnimos. El Sur est¨¢ harto de que la cooperaci¨®n no se centre en los derechos humanos, de que no cambien las normas del comercio injusto. ?C¨®mo puede seguirse ignorando que, m¨¢s all¨¢ de la ayuda del Norte, es el Sur quien ayuda al Norte? Le ayuda con la inmigraci¨®n, con el pago del servicio de la deuda. El Sur teme que los ODM enmascaren verdades. Baste con pensar que el n¨²mero de v¨ªctimas del tsunami equivale al de personas muertas al mes por malaria o tuberculosis, o al de mujeres y ni?os esclavizados cada dos meses.
P. G-8, Organizaci¨®n Mundial del Comercio, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional: ?los grandes poderes escuchan ya a la sociedad civil?
]]> R. Creo que siguen sordos, sobre todo en cuanto a negociar un cambio en las normas de propiedad intelectual y en patentes, as¨ª como en los subsidios agr¨ªcolas. Los movimientos por otra globalizaci¨®n no piden utop¨ªas, sino medidas pol¨ªticas: hay que cerrar los para¨ªsos fiscales, donde se refugia el dinero culpable de la desigualdad; y hay que gravar las transacciones de capital y los beneficios de las multinacionales.
P. Defendi¨® el no a la Constituci¨®n europea. ?El resultado puede influir en la pol¨ªtica comercial de la UE cara al mundo pobre?
R. Defend¨ª el no, y estoy encantada. Creo que al menos un 70% del no expresa un voto de clase, de izquierda. Y desde Mayo del 68 no se ha producido una convergencia de colectivos de izquierda como la de ahora, 1.000 organizaciones que quieren aut¨¦nticos cambios. La UE tendr¨ªa que ser consciente. Pero no conf¨ªo. Por ejemplo, Chirac: debut¨® como ministro de Agricultura, y sigue af¨ªn a los grandes intereses. Tengo mis dudas de que el mundo rico cambie de pol¨ªtica comercial, porque en la Historia todos los pa¨ªses que han tenido ¨¦xito han sido proteccionistas, y ahora proh¨ªben serlo a los pa¨ªses pobres. Es el viejo lema de: "Haz lo que te digo y no lo que hago".
P. ?Usted sigue convencida de que otro mundo es posible?
R. Lo es. Y me remito a aquel obispo brasile?o, dom Helder C?mara, que dec¨ªa: "Si doy pan al hambriento, me llaman santo; si pregunto por qu¨¦ el hambre, me llaman comunista".
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