Le devolvemos su dinero
A un senador del PP le molesta que Carmen Calvo est¨¦ aplicando una ley que precisamente fue promulgada por el PP. El senador no quiere que la ministra haga lo que hizo el Gobierno anterior y considere de nacionalidad espa?ola las pel¨ªculas financiadas en coproducci¨®n. El senador arguye que El reino de los cielos del brit¨¢nico Ridley Scott ha tenido un ¨¦xito tan sobrado que hincha artificialmente las cifras patrias, con s¨®lo un 15% de coproducci¨®n. Callaba mientras su propia ley les ven¨ªa bien, pero no tiene remilgos en denunciarla porque ahora favorece las cifras del enemigo. ?Qu¨¦ lata con las cifras y las nacionalidades! Los pol¨ªticos de la cultura se empe?an en hablarnos de ingresos en taquilla, mientras que a los espectadores lo que nos importa principalmente es la calidad de las pel¨ªculas.
Las salas de cine est¨¢n a la baja, las pel¨ªculas se consumen por otras v¨ªas, y el fen¨®meno no es exclusivo de estas tierras. Ya lo sabemos. En Hollywood no les llega la camisa al cuello. Ha disminuido el n¨²mero de sus espectadores, quiz¨¢ saturados de efectos especiales y de tantas nuevas versiones de pel¨ªculas antiguas. En Hollywood conf¨ªan, como aqu¨ª, en que unas cuantas pel¨ªculas les saquen las casta?as del fuego. Si aqu¨ª se depende de los ¨¦xitos de Almod¨®var, Amen¨¢bar y de alg¨²n que otro hito del cine espa?ol para mejorar los balances anuales, en Hollywood est¨¢n pendientes de que La guerra de las galaxias no baje la media de sus ingresos y de que el nuevo Spielberg-Cruise suba la recaudaci¨®n general.
No ha arrancado como se esperaba la versi¨®n cinematogr¨¢fica de la legendaria serie de televisi¨®n Embrujada, a pesar de los esfuerzos de Nicole Kidman por mover la nariz como Elizabeth Montgomery, y por subirse a una escoba con elegancia. Tampoco Brad Pitt y Angelina han arrasado con su Mr. & Mrs. Smith, ni el Russell Crowe boxeador de The Cinderella Man ha despertado suficiente curiosidad en el p¨²blico, a pesar de que la publicidad asegura que es la mejor pel¨ªcula de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Ha habido tanta alarma con las recaudaciones de The Cinderella Man que la productora ofrece ahora lo casi nunca visto: devolver el importe de la entrada a quien no le guste la pel¨ªcula. Algo parecido hicieron hace casi 20 a?os con Mistic Pizza, la primera pel¨ªcula de Julia Roberts.
Hubo un tiempo en que Hubert Balls, director del festival de Rotterdam, organiz¨® en sus cines Oscar un sistema por el que la entrada se pagaba tras ver la pel¨ªcula y s¨®lo en el caso de que hubiera gustado. Naturalmente, quebr¨®. Ni los holandeses son tan honrados.
Los pol¨ªticos polemizan en el Parlamento como si de ellos dependieran las pel¨ªculas o el gusto del p¨²blico. En realidad, como ha dicho el presidente de New Line, "no hay nada que una buena pel¨ªcula no pueda arreglar", frase por a?adir a la lista del American Film Institute con las mejores r¨¦plicas de la historia del cine americano, publicada este mes. Al presidente de New Line se le pod¨ªa replicar con otra frase, una de Jack Nicholson en Mejor imposible: "?Vaya un consejo, joder! Yo estoy ahog¨¢ndome, y tu me describes el agua".
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