Guerras y mundos
Fui a ver La guerra de los mundos: y es lo de siempre. Le¨ªa yo, de ni?o, la novela de Wells y ya el relato era antiguo al mismo tiempo que futurible. Hab¨ªa muchas novelas de marcianos, que se dio en representar como hombrecillos verdes. Ahora son como grandes calamares, tecnol¨®gicos y viscosos chupadores. Cosas de Spielberg, que ya no es el de antes. Lo que ha cambiado es significativo: no pasa en Londres, sino en Estados Unidos, que a ¨¦l le parece el centro del mundo, y est¨¢ en la campa?a oficial del miedo: asustar para rearmarse y cambiar libertad por seguridad. Al final hay una s¨²plica a Dios para que lo impida. Pero, pensaba yo, est¨¢ ocurriendo cada d¨ªa. Despu¨¦s de esta novela vino la guerra mundial de 1914; tras ella, la de 1939. Y nuestra peque?a salvajada ¨ªntima. Estas multitudes que corren huyendo del exterminio es la misma de hoy. As¨ª Irak, as¨ª Afganist¨¢n. Civiles que corren a trav¨¦s de los campos y les van persiguiendo raros proyectiles: cosa del d¨ªa. Aqu¨ª bajaban los Stuka alemanes y ametrallaban a las gentes que escapaban: hu¨ªan de M¨¢laga hacia Almer¨ªa o Valencia, y les bombardeaban desde el mar los bravos barcos de la Armada espa?ola y desde el aire los aviones de caza y bombardeo. Creo que la sensaci¨®n de que le persiga a uno una m¨¢quina dise?ada en los estudios no es diferente. Ni creo que fuera distinta la persecuci¨®n de un tipo montado en un mamut con un mazo: de la historia al futuro se tiende una soga de espantos y asesinatos. Morir a manos de otro es la misma injusticia a lo largo de los milenios.
Tambi¨¦n lo sabe Spielberg, y ha hecho pel¨ªculas del horror de la Segunda Guerra Mundial, pero especialmente sobre lo que hicieron los alemanes. O los ¨¢rabes. Y nos lo hicieron a nosotros, blancos y dem¨®cratas; pero tambi¨¦n ha dejado ver que los japoneses y los comunistas formaban otra tribu dislocante. Ahora est¨¢ preparando un filme sobre la matanza de Babi Yar, en Ucrania, segunda guerra: muchas muertes de jud¨ªos por alemanes: quiz¨¢ 10.000. La ense?anza que podemos sacar de esta pel¨ªcula es, aparte de unas escenas de horror bien realizadas, la de que no hace falta que vengan marcianos: est¨¢n entre nosotros. Ah, pero siempre gana el bien. O se llama "bien" a quien gana.
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