Esp¨ªritus libres

Aunque hay algunos precedentes en Espa?a de exposiciones con tem¨¢tica gay, la muestra Radicales Libres intenta dar un paso m¨¢s all¨¢ para abrir de par en par las puertas a las diferentes aproximaciones al mundo homosexual en el arte ib¨¦rico durante el ¨²ltimo siglo. La pluralidad de enfoques y temas tratados por la treintena de artistas presentes en la exposici¨®n es el mejor exponente de que la cultura gay y l¨¦sbica no es unidireccional y no puede identificarse exclusivamente con un tratamiento desinhibido del sexo, un aspecto que muchos artistas han convertido en una se?a de identidad pero que por su reiteraci¨®n ha acabado por alcanzar la categor¨ªa de accesorio.

No faltan en esta muestra abundantes piezas con el sexo como cuesti¨®n central y que contienen im¨¢genes expl¨ªcitas, pero tambi¨¦n encontramos otras perspectivas en las que la cuesti¨®n sexual no es relevante, como las distintas miradas sobre el sida que nos ofrecen las obras de Pepe Espaliu, Javier Codesal y Pepe Miralles. Sin embargo, s¨ª que es posible encontrar caracter¨ªsticas comunes en algunos artistas homosexuales. La m¨¢s evidente es el inter¨¦s en convertirse en protagonistas de su propia obra. Quiz¨¢ se trate de una reacci¨®n defensiva y de autoafirmaci¨®n ante el acoso social que han sufrido durante largo tiempo. El caso es que en Radicales Libres encontramos a muchos creadores (Eduardo Blanco Amor, Juan Hidalgo, Nazario, Ana P¨¦rez Quiroga, ?lex Mene, Cabello/Carceller, Vasco Araujo, Jo?o Pedro Vilhena, Nuno Alexandre Ferreira) que utilizan el autorretrato con muy variadas intenciones, desde un c¨¢ndido narcisismo hasta el exhibicionismo puro y duro.

Otro aspecto com¨²n a varios artistas presentes en la muestra es el uso de su obra como elemento reivindicativo. En ocasiones se trata de reafirmar o lucir con orgullo la condici¨®n homosexual (colectivo LSD), pero tambi¨¦n se utiliza el arte para denunciar el machismo y la violencia (Jo?o Pedro Vale) o los prejuicios sociales (Juan Hidalgo). Es m¨¢s que probable que con la progresiva integraci¨®n social de los homosexuales estos rasgos comunes tiendan a desaparecer.

A pesar del af¨¢n de agrupamiento que siempre nos caracteriza, la amplitud de visiones y estilos presentes en la exposici¨®n no hace m¨¢s que confirmar que hoy m¨¢s que nunca ya no tiene sentido hablar de un arte homosexual, como tampoco lo tiene divagar sobre el arte femenino o masculino. En todo caso, podemos referirnos a acercamientos art¨ªsticos muy diversos a las experiencias vitales de los gays y lesbianas, un colectivo que dejar¨¢ de existir como tal con su integraci¨®n plena y que cada vez con m¨¢s frecuencia se expresa de forma individualizada, libre de ataduras y etiquetas previas.