La patata caliente, para el presidente
El d¨ªa en que cumpl¨ªa un a?o al frente de la Rep¨²blica, a Horst K?hler se le plante¨® su tarea m¨¢s dif¨ªcil. En un plazo de tres semanas tiene que decidir entre hacerse c¨®mplice de un proceso discutible desde el punto de vista jur¨ªdico -la convocatoria de nuevas elecciones a trav¨¦s de una cuesti¨®n de confianza ama?ada- o actuar en contra de la voluntad de todos los partidos y el 70% de la poblaci¨®n.
El diputado verde Werner Schulz ha anunciado ya que presentar¨¢ una demanda ante el Tribunal Constitucional (TC) si K?hler accede a disolver el Parlamento. En Karlsruhe, sede del TC, han empezado los preparativos para responder a la demanda. Para ello deber¨¢ remitirse a su propia historia.
Una sentencia del TC del 16 de febrero de 1983 estrecha los m¨¢rgenes en los que se puede hacer uso del art¨ªculo 68 de la Constituci¨®n alemana. "El canciller que intente disolver el Bundestag por la v¨ªa del art¨ªculo 68 de la Ley Fundamental s¨®lo debe usar este procedimiento si ya no le es posible seguir gobernando con el reparto de fuerzas existente en el Bundestag", se?ala la sentencia. El TC determin¨® entonces que no se le har¨¢ justicia al art¨ªculo 68 "cuando un canciller cuya mayor¨ªa suficiente en el Bundestag est¨¦ fuera de duda intente perder la cuesti¨®n de confianza en el momento que le parezca propicio para as¨ª disolver el Parlamento".
El m¨¢s alto tribunal acept¨® as¨ª con objeciones una maniobra del ex canciller Helmut Kohl para legitimar su coalici¨®n de Gobierno con los liberales. Kohl hab¨ªa sucedido en la canciller¨ªa a Helmut Schmidt por la v¨ªa de la moci¨®n de censura constructiva -censura con propuesta de nuevo canciller-, en octubre de 1982. El 17 de diciembre, un d¨ªa despu¨¦s de aprobar los presupuestos de 1983 con una holgada mayor¨ªa, Kohl escenific¨® un voto de confianza con la abstenci¨®n apalabrada de su coalici¨®n de gobierno. Con reticencias, el entonces presidente, Karl Carstens, firm¨® la disoluci¨®n del Parlamento, tras lo cual el Tribunal Constitucional confirm¨® su decisi¨®n con reservas expresadas en una sentencia que trataba de prevenir futuros abusos.
No era la primera vez que un canciller hac¨ªa uso de la cuesti¨®n de confianza. Diez a?os antes, Willy Brandt ya lo hab¨ªa hecho en medio de un debate sobre la Ostpolitik (pol¨ªtica hacia el Este) en que hab¨ªa perdido la mayor¨ªa suficiente para gobernar. En aquella ocasi¨®n el presidente, Gustav Heinemann, disolvi¨® el Parlamento, sin que nadie apelara al TC, para dar lugar a las elecciones en las que el SPD tuvo el mejor resultado de su historia.
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