El voto de los pobres impuls¨® a Ahmadineyad
Las promesas del nuevo presidente de Ir¨¢n de mantener los subsidios fueron claves para su elecci¨®n
"Compre uno, por amor de Dios", imploran dos cr¨ªos andrajosos mostrando unos paquetes de chicles en Saadat Abad, al norte de Teher¨¢n. "Desde hace unos meses, han llegado un mont¨®n de familias de provincias y a falta de otro recurso ponen a los ni?os a mendigar", manifiesta Puri G., profesora en una academia. Es uno de los escasos signos del deterioro socioecon¨®mico que percibe el extranjero. En la populosa capital de Ir¨¢n, hay barrios muy modestos, pero la miseria no es evidente.
Sorprende, eso s¨ª, el contraste de esos chavales harapientos con las villas con jard¨ªn y piscina que pueblan la acomodada parte norte. El 20% de los iran¨ªes concentran el 50% de los ingresos, mientras que el 20% menos afortunado se reparte el 5,85%, seg¨²n ha publicado el semanario Sobhe Eqtesad. A pesar de las promesas hechas en su d¨ªa por el im¨¢n Jomeini, 26 a?os de rep¨²blica isl¨¢mica no han logrado redistribuir la riqueza.
11 millones de iran¨ªes est¨¢n bajo el nivel de la pobreza, y el 16% se encuentra en paro
El Ministerio de Asuntos Sociales ha reconocido esta semana que 1,7 millones de iran¨ªes ganan menos de 430.000 riales (40 euros) al mes, una cantidad que no llega para alimentar a una familia. El paro afecta oficialmente a un 16% de los 70 millones de habitantes, y ronda el 50% entre los menores de 30 a?os. Los que viven por debajo de la l¨ªnea de pobreza son 11,3 millones, un notable aumento sobre los 8 millones que se admit¨ªan hasta ahora, aunque analistas independientes lo elevan a 15 millones.
"Yo me gasto 200.000 riales cada vez que voy a la fruter¨ªa un par de veces por semana y vivo solo", declara un extranjero residente en Teher¨¢n, "as¨ª que calcule cu¨¢nta fruta puede comer un asalariado iran¨ª". En las semanas previas a las elecciones, surgieron en diversos barrios puestos ambulantes de frutas y hortalizas a precios controlados. Un kilo de cerezas costaba 6.000 riales, pero en el centro alcanza los 20.000. Ahora muchos temen subidas en productos b¨¢sicos.
Esto explica el eco que han tenido las promesas electorales de repartir la riqueza del petr¨®leo y mantener los subsidios de Mahmud Ahmadineyad. Para ese creciente n¨²mero de iran¨ªes al borde de la subsistencia y para muchos otros con dificultades para llegar a fin de mes, su preocupaci¨®n por la desigualdad le ha convertido en una especie de Robin Hood, imagen alentada tambi¨¦n por su fama de hombre honesto y sencillo.
"No es una sorpresa que quienes han hecho girar sus campa?as en torno a los subsidios y las donaciones hayan obtenido mejores resultados que quienes se han centrado en los derechos humanos", comentaba el analista del International Crisis Group Karim Sadjadpour tras la primera vuelta de las elecciones, en la que tanto Ahmadineyad como el cl¨¦rigo Mehdi Karrub¨ª dieron la campanada.
Pero justo ah¨ª est¨¢ la trampa. Tanto los analistas iran¨ªes como los extranjeros coinciden en la necesidad de que Ir¨¢n reduzca los subsidios y se abra a la inversi¨®n extranjera para sanear su econom¨ªa. Sin embargo, Ahmadineyad ha prometido mantener esas subvenciones (que cada a?o cuestan al Estado 17.000 millones de d¨®lares) y ha hablado de favorecer a las empresas locales, una medida proteccionista que s¨®lo retrasa el cara a cara con la realidad.
"Entiendo que mantengan los subsidios a los productos b¨¢sicos", manifiesta un diplom¨¢tico occidental, "pero las subvenciones a los productos energ¨¦ticos son un despilfarro que favorece sobre todo a los m¨¢s ricos". Con la gasolina a 800 riales (siete c¨¦ntimos de euro), no sorprende que los iran¨ªes consuman 450 millones de litros semanales. La misma fuente considera que la reciente admisi¨®n de la candidatura de Ir¨¢n en la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC) m¨¢s que como un incentivo deber¨ªa haberse usado como un castigo: el proteccionismo de la econom¨ªa iran¨ª choca con la liberalizaci¨®n exigida por el organismo.
De momento, el elevado precio del petr¨®leo en los mercados internacionales favorece la actitud conservadora. S¨®lo en los tres primeros meses del presente a?o fiscal (marzo-junio de 2005), el Tesoro iran¨ª ha ingresado m¨¢s del 70% de los 16.100 millones de d¨®lares presupuestados por ese concepto y las previsiones indican que llegar¨¢n a 40.000 millones en este ejercicio. A modo de ejemplo cabe se?alar que
"Con ese dinero extra pueden permitirse mantener los subsidios y contentar a los grupos sociales que han apoyado al nuevo presidente", asegura un analista. Sin embargo, ser¨ªa una actitud miope, coinciden varios observadores, que s¨®lo alejar¨ªa m¨¢s a los muy precavidos inversores extranjeros. "Si Ir¨¢n desea convertirse en el centro tecnol¨®gico de la zona, la ¨²nica v¨ªa es la reforma econ¨®mica: levantar barreras, liberalizar, privatizar y hacer el sistema m¨¢s transparente", asegura un consultor. Las primeras declaraciones del presidente no apuntan en esa direcci¨®n.
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