Peque?os paleont¨®logos
Din¨®polis invita a los ni?os a excavar en busca de un dinosaurio
Esto debe de ser la cola, porque justo aqu¨ª se ve una pata", teoriza satisfecha Natalia, de siete a?os, mientras desentierra el enorme esqueleto de un saur¨®podo en la ¨²ltima atracci¨®n de Din¨®polis, la Paleosenda. Otros ni?os celebran el hallazgo asomando la cabeza desde gigantescos huevos de dinosaurio (los f¨®siles reales no rebasan los 30 cent¨ªmetros), serpentean por el laberinto espiral de un gran ammonite o exploran la Sima M¨¢gica, una torre con un tortuoso cilindro met¨¢lico por el que deslizarse y donde reptar a trav¨¦s de innumerables recovecos.
La ¨²ltima ampliaci¨®n de Din¨®polis convierte a los peque?os en paleont¨®logos por un d¨ªa en este h¨ªbrido entre el museo y el parque tem¨¢tico, entre la investigaci¨®n cient¨ªfica y el espect¨¢culo interactivo. Puede decirse que los dinosaurios han colocado a Teruel en el mapa del turismo familiar: desde su apertura, en 2001, el parque ha recibido 700.000 visitas, una cifra excepcional en esta provincia con 139.000 habitantes, rica, sin embargo, en f¨®siles.
?nicamente en Teruel se pueden ver los restos del mayor saur¨®podo de Europa, encontrado en Riodeva, a 46 kil¨®metros de la capital. Es uno de esos dinosaurios con la cola y el cuello muy largos -med¨ªa unos 35 metros de longitud- y el cr¨¢neo peque?o en proporci¨®n. El animalito pesaba cerca de 50 toneladas y su hallazgo dio la vuelta al mundo. Su enorme h¨²mero, de 1,78 metros, se qued¨® en el parque en categor¨ªa de aut¨¦ntico tesoro.
Din¨®polis es tambi¨¦n el ¨²nico lugar del mundo donde se pueden ver juntas las reproducciones de un Brachiosaurus (12 metros de alto y 24 de largo) y de un amenazante Tyrannosaurius rex.
El extravagante profesor Din¨®polis, de pelo blanco y desali?ado, introduce a toda prisa a los visitantes en los vagones de una m¨¢quina del tiempo. Millones de a?os en siete minutos, durante los que los viajeros escapan del ataque de un Tyrannosaurius rex. "Lo que menos me ha gustado es que no me comiera", dice Adri¨¢n, de seis a?os, de Valencia. Han retrocedido a la ¨¦poca en que el mar estaba m¨¢s cerca de Teruel, y distintas familias de dinosaurios paseaban por playas en lo que hoy es Galve, imprimiendo en huellas su descomunal rastro de millones de a?os.
Un museo donde se puede tocar
Las salas del museo son muy interactivas. Est¨¢n llenas de juegos para distinguir, por ejemplo, los huevos de dinosaurio de las gemas; se pueden manosear los f¨®siles y verlos a trav¨¦s de un microscopio digital, observar c¨®mo se cree que se extinguieron los dinosaurios y tocar un meteorito que cay¨® en China, todo en medio de un espect¨¢culo lleno de sombras gigantes de la osamenta de los dinosaurios y pantallas t¨¢ctiles que explican el proceso de fosilizaci¨®n o la excavaci¨®n del gigante de Riodeva.
Luces bajas. Extra?os sonidos de animales a lo lejos. Vegetaci¨®n exuberante. Una despistada gu¨ªa del parque explica al p¨²blico que el experto en dinosaurios est¨¢ de viaje mientras juguetea con un huevo de Tyrannosaurius rex. De s¨²bito, su enorme madre sale de un t¨²nel moviendo violentamente sus fauces y el cuerpo para atacar, con movimientos muy precisos. El tyranno es la estrella de Din¨®polis, producto de la sofisticada rob¨®tica japonesa y la apariencia de realidad que le dieron en el Museo de Historia Natural de Londres.
Durante toda la visita, los ni?os tropiezan con Turol Jones, el t¨ªtere primo del intr¨¦pido aventurero que requiere el soplo de los chavales para mover su m¨¢quina del tiempo; un pedante cient¨ªfico presenta a su divertido "hombre primitivo", que contesta a preguntas sobre su vida cotidiana. A?aden emoci¨®n pel¨ªculas en tres dimensiones donde los dinosaurios casi salen de la pantalla, arriesgadas expediciones, juegos y bailes con las mascotas. Las mentiras de los dinosaurios desmonta con zancos y teatro viejos mitos sobre estos fascinantes seres: no eran extraterrestres, ni dragones, ni convivieron con el hombre.
GU?A PR?CTICA
Informaci¨®n- Territorio Din¨®polis (902 44 80 00; www.dinopolis.com). Pol¨ªgono Los Planos, s/n. Teruel. En verano abre todos los d¨ªas, de 10.00 a 20.00, en julio, y de 10.00 a 22.00, en agosto (¨²ltima entrada, dos horas antes del cierre). Adultos, 18 euros; ni?os de cuatro a 11 a?os, 14 euros.- El parque cuenta con tres sedes sat¨¦lite: Legendark (en Galve, a 60 kil¨®metros de la capital), donde se pueden ver icnitas (huellas de dinosaurio) y una reproducci¨®n de aragosaurios (18 metros de altura y 125 toneladas); Inh¨®spitak
(en Pe?arroya de Tastavins, a 200 kil¨®metros de Teruel), con una excavaci¨®n, y la Regi¨®n Ambarina (en Rubielos de Mora, a 60 kil¨®metros de la capital), con plantas e insectos fosilizados en ¨¢mbar.
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