Jan Fabre narra la historia de las l¨¢grimas en la inauguraci¨®n de Avi?¨®n 2005
La 59? edici¨®n del festival acoger¨¢ el d¨ªa 22 la lectura de textos de Apollinaire por Trintignant
El Festival de Avi?¨®n ha conocido tres etapas. La primera, la de Jean Vilar, es la de los grandes textos; la segunda, pos-Mayo 68, es la de la multiplicaci¨®n de la oferta, abierto a la danza, al v¨ªdeo, a la performance; la tercera comienza tras la suspensi¨®n de la edici¨®n 2003, dinamitada por los llamados "intermitentes del espect¨¢culo", y es la concebida por el t¨¢ndem Hortense Archambault-Vincent Baudriller, que coloca a un director invitado en el centro de la programaci¨®n. El a?o pasado fue el alem¨¢n Thomas Ostermeier; este a?o es el belga flamenco Jan Fabre.
Esta edici¨®n arranc¨® ayer en la Cour d'Honneur, el gran espacio a cielo abierto rodeado por los impresionantes muros medievales del palacio de los Papas, con L'histoire des larmes (La historia de las l¨¢grimas), la nueva creaci¨®n del core¨®grafo Jan Fabre (Amberes, 1958), que se representa hasta el d¨ªa 13. Luego, a partir del viernes 15, se repondr¨¢ Je suis sang (Soy sangre), que Fabre estren¨® en Avi?¨®n el a?o 2001 y, en el teatro municipal, entre el 20 y el 27, podr¨¢n verse otras dos piezas escritas y dirigidas por Fabre y con Dirk Roofthooft como gran protagonista: L'empereur de la perte (El emperador de la p¨¦rdida), que data de 1996, y Le roi du plagiat (El rey del plagio), una novedad que completa y contin¨²a, dicen, la anterior.
Adem¨¢s, Fabre, que no en vano, adem¨¢s de core¨®grafo, dramaturgo, director, escritor, cineasta y actor, es tambi¨¦n y ante todo un artista pl¨¢stico, se nos ofrece bajo esa faceta en una antol¨®gica de pinturas, esculturas, filmes y dibujos realizados entre 1978 y hasta ahora mismo, como es el caso del cartel de Avi?¨®n 2005, una gran tortuga cabalgada por un hombre.
El protagonismo de Fabre no acaba aqu¨ª. Entre el 10 y el 14 un ciclo de lecturas permitir¨¢ descubrir a 15 autores belgas, franc¨®fonos o neerdelan¨®fonos, elegidos todos por ¨¦l, que ve c¨®mo su influencia tambi¨¦n se extiende sobre parte del resto del programa, que incluye ?ltima vez, una coreograf¨ªa teatral y cinematogr¨¢fica de Wim Vandekeybus, antiguo fot¨®grafo y bailar¨ªn de Fabre; Marie ?ternelle Consolation, del no menos belga Arne Sierens, o Needlapb 10, una creaci¨®n imaginada por Jan Lauwers, que ha nacido en el mismo barrio de Amberes que Fabre, que comparte su obsesi¨®n por "el cuerpo como sede y agente de las metamorfosis de la ¨¦poca". Lauwers tambi¨¦n mezcla danza, teatro, m¨²sica y v¨ªdeo.
Un escritor belga, Patrick Roegiers, autor de un diccionario autobiogr¨¢fico de su pa¨ªs, dice de Fabre que "todos los indicios le se?alan como el bendito heredero de los maestros pintores del Flandes salvaje", es decir, de Brueghel o Bosch, y que lleva "25 a?os reinventando las bodas salvajes de lo humano y lo animal", y le califica de "artista de lo extremo" que "desorienta y desarma a los franceses a base de tanto exceso de furor y belleza" para acabar resumiendo su figura as¨ª: "Fabre es un flamenco g¨®tico". Dif¨ªcil decirlo mejor.
El riesgo de la f¨®rmula escogida por Archambault-Baudriller est¨¢ en que el peso que se pone sobre las espaldas del artista invitado sea excesivo, que la obra de ¨¦ste, al aparecer desplegada en su variedad, d¨¦ m¨¢s sentido a las obsesiones o repeticiones, pero tambi¨¦n desvele la fragilidad de ciertos recursos o ideas.
Para aminorar el riesgo citado, Avi?¨®n 2005 cuenta con algunos ejemplos de "teatro de texto", es decir, con un Hamlet dirigido por el marsell¨¦s Hubert Colas o con las nueve horas y media de reflexi¨®n de Olivier Py sobre las andanzas de un h¨¦roe enigm¨¢tico por un mundo mediterr¨¢neo construido a partir del c¨ªrculo de la pol¨ªtica, el de la est¨¦tica y el de la metaf¨ªsica. Georg Buchner, con La muerte de Danton, o Brecht, con La vida de Galileo, son tambi¨¦n referencias seguras dentro de una relaci¨®n que incluye a grandes figuras del v¨ªdeo y la performance como Marina Abramovic, o nombres habituales de este tipo de encuentros, como Romeo Castellucci, que presenta cuatro fases de evoluci¨®n de un proyecto, o core¨®grafos reputados como figuras claves de la modernidad como William Forsythe.
Sin embargo la gran figura es Jean-Louis Trintignant, que la noche del 22 de julio convocar¨¢ a m¨¢s de dos mil personas para que le escuchen decir textos de Apollinaire, quiz¨¢ algunos de los que Trintignant, de adolescente, estudi¨® en una escuela de Avi?¨®n.
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