Madrid en el coraz¨®n

Rodando a¨²n su ¨²ltimo disco, 60mp3, y coincidiendo con la reedici¨®n en disco y DVD de una de las grabaciones en directo que han forjado la historia del rock en castellano -el legendario Rock & R¨ªos-, el maestro granadino volvi¨® a concitar a un gran n¨²mero de incondicionales que escogieron pasar una noche de verano junto a su ¨ªdolo, recordando un buen pu?ado de canciones en clave de rock que les han acompa?ado.

Miguel acud¨ªa en esta ocasi¨®n acompa?ado de una banda fresca en la que militaban algunos de los nombres imprescindibles a la hora de entender el rock en vivo en nuestro pa¨ªs, de entre los que destacaba el ex Alarma y ex Gran Jefe Jaime As¨²a, a quien Miguel concedi¨® el micr¨®fono para que interpretara un tema propio, Un mal d¨ªa.

Miguel R¨ªos sali¨® a escena en plena forma, haciendo que sus 61 a?os jugasen a su favor como int¨¦rprete de una m¨²sica tan f¨ªsica como es el rock y con la complicidad que da el saber que gran parte del propio repertorio es del dominio p¨²blico. Comenzando por el m¨ªtico Bienvenidos, tema ideal para abrir cualquier espect¨¢culo del g¨¦nero, y siguiendo con Ni?os el¨¦ctricos, el cl¨¢sico de Charly Garc¨ªa Nos siguen pegando bajo o las baladas, terreno en el que Miguel sigue movi¨¦ndose como pez en el agua, Santa Luc¨ªa y No est¨¢s sola.

En cuanto al resto de las canciones interpretadas, proven¨ªan todas de su ¨²ltimo y citado disco y mantienen, aparte del gusto por el blues y el swing, la voluntad de Miguel R¨ªos de seguir reflejando en su m¨²sica la cr¨®nica social de un mundo que no se detiene: El arte de vivir, Los reyes del mambo, Las cosas que le debo a Madrid, que sirvi¨® para que el p¨²blico se levantase de sus asientos, o El blues insatisfacci¨®n.

Tras concluir con dos piezas que en su momento adelantaban el mundo de hoy -A?o 2000 y Sue?o espacial-, el rockero retorn¨® a escena para invitar primero a Quique Gonz¨¢lez, quien interpret¨® un tema propio y acompa?¨® despu¨¦s a Miguel en otra canci¨®n hist¨®rica: El blues del autob¨²s. Tambi¨¦n aport¨® el sonido de su poderosa arm¨®nica otro instrumentista fuera de serie, ?aco Go?i, quien colabor¨® en el hist¨®rico tema de Moris S¨¢bado a la noche. Despu¨¦s, Miguel R¨ªos recordar¨ªa a los hermanos Auser¨®n, cantando El ruido de fondo, para despedirse en loor de multitud con el tema que en su d¨ªa le encumbr¨® a las listas de ¨¦xitos anglosajonas: el Himno a la alegr¨ªa. Un broche de oro inmejorable para la visita de Miguel R¨ªos a la ciudad que a¨²n le tiene en su coraz¨®n, aunque haya vuelto a Granada.