Unos lobos de largo recorrido
Incre¨ªble pero cierto: a pesar de la contundencia de sus conciertos, nunca hab¨ªan editado Los Lobos un disco entero en directo, aunque incluyeron tomas en vivo en sus deslumbrantes antolog¨ªas, Just another band from East LA y El cancionero (m¨¢s y m¨¢s). Seg¨²n Steve Berlin, saxofonista y teclista desde 1982, era cuesti¨®n de orgullo: "Para C¨¦sar (Rosas), Louie (P¨¦rez) y David (Hidalgo) sacar un live equivale a confesar que no tienes canciones. Y ellos siempre est¨¢n componiendo o probando temas ajenos. Hasta que ocurri¨® el drama que estuvo a punto de acabar con el grupo, no par¨¢bamos de trabajar en grupos paralelos: Los Super Seven, Latin Playboys, Houndog; C¨¦sar hasta hizo un disco como solista".
El drama en cuesti¨®n tuvo aires de tragedia griega (y ha inspirado al menos una novela, Savage garden, de Denise Hamilton). Sandra Rosas, la mujer de C¨¦sar, hab¨ªa crecido en una familia adoptiva y, en los a?os noventa, atormentada por su carencia de ra¨ªces, empez¨® la b¨²squeda de su familia biol¨®gica. Localiz¨® a Gabriel G¨®mez, un supuesto hermanastro que hab¨ªa pasado por la c¨¢rcel, e hizo todo lo posible por ayudarle a redimirse, incluyendo dejarle vivir en la casa de los Rosas. El reci¨¦n llegado no se gan¨® el aprecio de nadie. Iba a ser expulsado cuando desapareci¨® con su hermanastra, mientras C¨¦sar estaba de gira. Seg¨²n sus hijas, cuando hablaron por ¨²ltima vez por m¨®vil con ella, oyeron a su t¨ªo anunciar que iba a violarla. Nada m¨¢s se supo. Ni siquiera apareci¨® el cad¨¢ver y el medio hermano nunca cont¨® lo ocurrido: se llev¨® su siniestro secreto al sistema penal californiano, condenado a cadena perpetua.
Una historia tan terrible, supuso un mazazo para Los Lobos. Berlin: "Mis compa?eros son chicanos y en esa comunidad la familia lo es todo". Cuando termin¨® la agon¨ªa del juicio, el quinteto se reagrup¨® y apost¨® por salir a la carretera. En 2004, celebraron sus treinta a?os de vida y decidieron grabar un directo en el Fillmore Auditorium. Era tambi¨¦n, explica Berlin, una manera de mostrar su agradecimiento al promotor que gestionaba ese legendario local de San Francisco: "Bill Graham, que en paz descanse, era el mayor admirador de Los Lobos. Nos llev¨® all¨ª en muchas ocasiones y alguna vez hasta sali¨® a tocar percusi¨®n con nosotros".
Para Live at the Fillmore, Los Lobos se presentaron reforzados: "Louie ha dejado la bater¨ªa, prefiere ahora cantar y tocar la guitarra o la jarana, y ahora tenemos a un baterista, Cougar Estrada, m¨¢s un percusionista, Victor Bisetti. En alg¨²n tema, hasta se nos uni¨® Vincent Hidalgo, el hijo de David, que es un tremendo guitarrista". Live at the Fillmore muestra que Los Lobos se han ido distanciando del cancionero tex-mex y que su latinidad se expresa a trav¨¦s de las cumbias: "Hay muchos prejuicios contra la cumbia entre m¨²sicos, pero yo creo que todo depende de la imaginaci¨®n con que toques. Da gusto hacer una m¨²sica que conecta inmediatamente con los bailadores en cualquier ciudad, en cualquier pa¨ªs".
Cuesta pensar en Los Lobos
como una banda de baile, dado su aire taciturno en el escenario. Berlin se confiesa: "Yo estaba antes con The Blasters, que ¨¦ramos toda exuberancia en directo pero que en el camerino se trocaba por celos, odios, malas vibraciones. Con Los Lobos no hay risas ni pasos de baile. Somos profesionales y nos esforzamos en hacer honor a un repertorio que es casi infinito. No hay muchas bandas que vayan, en un mismo concierto, desde el boogie al folk-rock, pasando por el rock fuerte y las m¨²sicas tropicales".
La curiosidad, seg¨²n el saxofonista, es el engrudo que mantiene unidos a Los Lobos: "Nos gusta experimentar en el estudio. Muchos no se lo creen, pero entramos a grabar sin saber muy bien por d¨®nde vamos a tirar: sabemos que dominamos tantos instrumentos y tantas m¨²sicas que algo nos saldr¨¢. Adem¨¢s, es estimulante reventar las convenciones de c¨®mo debe sonar un disco. Un d¨ªa, Tom Waits nos dijo: 'Hay discos vuestros que son m¨¢s raros que los m¨ªos'. Supongo que, viniendo de ¨¦l, era un piropo . Y luego est¨¢n los descubrimientos. Nos divertimos enormemente tocando m¨²sica para ni?os en Papa's dream y cualquier d¨ªa haremos un disco de canciones navide?as. En los noventa, tambi¨¦n nos peg¨® fuerte la m¨²sica cubana: Buena Vista Social Club, El¨ªades Ochoa y todos aquellos m¨²sicos tradicionales nos deslumbraron. Conoc¨ªamos canciones y ritmos cubanos, pero no ten¨ªamos ni idea de c¨®mo se tocaban en Cuba. Qu¨¦ curioso: Ry Cooder nos llev¨® hacia el Caribe y ahora ¨¦l ha sacado ese disco, Chavez Ravine, desarrollando la m¨²sica chicana del este de Los ?ngeles, que es el barrio de origen de Los Lobos. ?Alg¨²n d¨ªa vamos a chocar!"
Los Lobos act¨²an el 21 de julio (Pirineos Sur, Sallent de G¨¢llego, Huesca), el 23 (Crossroad Festival, Gij¨®n), el 25 (BTM, Barcelona) y el 26 (Conde Duque, Madrid). Live at the Fillmore ha sido editado por Hollywood/Warner.
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