Tecnolog¨ªa contra la sequ¨ªa

"M¨¢s del 80% de los problemas de los agricultores est¨¢n relacionados con el riego". As¨ª de rotundo se muestra Carlos Baixauli, director del Centro de Experiencias Agrarias de la Fundaci¨®n Ruralcaja, situado en Paiporta (Valencia). En una ¨¦poca de fuerte sequ¨ªa y de airada lucha pol¨ªtica por el agua, hay que recordar que la Fundaci¨®n Ruralcaja lleva m¨¢s de diez a?os investigando, en colaboraci¨®n con el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) y la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia, en la racionalizaci¨®n del uso del agua. La Comunidad Valenciana, con un d¨¦ficit h¨ªdrico hist¨®rico no puede permitirse desperdiciar ni una sola gota m¨¢s de agua.

El centro de Paiporta est¨¢ experimentando con un nuevo sistema de riego con sondas capacitivas. El proyecto, con una inversi¨®n de m¨¢s de 13.000 euros, tiene "el objetivo de realizar un buen uso del agua estableciendo cu¨¢les son las necesidades de cada cultivo", comenta Baixauli. La gran novedad de este sistema es la colocaci¨®n de una sonda con una profundidad de hasta 1,5 metros que mide el nivel de humedad del suelo. Con este sistema se logra una radiograf¨ªa perfecta de la tierra, con lo que se puede establecer la duraci¨®n y los ciclos de riego, lo que permitir¨ªa ahorrar hasta un 60% del agua tras determinar las necesidades h¨ªdricas. "Gracias a estas sondas podremos saber la necesidad real de agua de la planta, evitando as¨ª el derroche de un bien tan necesario", afirma Baixauli.

Otra de las bondades de estos aparatos es que evitan el drenaje del agua en la tierra, con lo que impiden que los fertilizantes que se incorporan en el riego acaben en el subsuelo. "Es otra de las ventajas, se evita la contaminaci¨®n innecesaria del suelo, con lo que se mejora la productividad de la tierra".

El problema es, como siempre, el importante gasto que supone para el agricultor. La compra e instalaci¨®n de este sistema cuesta unos 6.000 euros. Cantidad dif¨ªcilmente soportable para los peque?os agricultores, que en muchos casos pr¨¢cticamente no obtienen beneficios de sus explotaciones. La soluci¨®n pasa seg¨²n Baixauli por "establecer parcelas piloto", que controlen la humedad de una superficie agr¨ªcola mucho m¨¢s amplia, "siempre y cuando el suelo sea muy homog¨¦neo en sus caracter¨ªsticas".

El Centro de Experiencias Agrarias de Ruralcaja no s¨®lo desarrolla nuevos sistemas de riego, tambi¨¦n investiga la creaci¨®n de nuevas variedades de distintos productos hortofrut¨ªcolas. El centro cuenta para ello con unas instalaciones de m¨¢s de 60.000 metros cuadrados, en las que se experimenta con todo tipo de hortalizas y frutas sin hueso. "Trabajamos para ayudar a los agricultores a mejorar su producci¨®n", afirma Jos¨¦ Garrido, presidente de la Fundaci¨®n Ruralcaja. La investigaci¨®n, el desarrollo y la innovaci¨®n se impone tambi¨¦n en la agricultura. El centro de Paiporta pretende mejorar la competitividad del sector agrario valenciano, adecuando las nuevas tecnolog¨ªas a las necesidades particulares de los agricultores valencianos.

La est¨¦tica y el marketing han llegado a un sector tan tradicional como el agrario. El objetivo es hacer m¨¢s atractivas las frutas y verduras para atraer nuevos consumidores: el consumo medio de estos productos descendi¨® un 4,8% en Espa?a en el primer trimestre de 2005, seg¨²n el Ministerio de Agricultura. "Este a?o el producto estrella es la sand¨ªa", asegura Baixauli. A trav¨¦s de la combinaci¨®n de diversas especies y con tratamientos siempre ecol¨®gicos, el equipo de investigaci¨®n ha conseguido crear 60 tipos diferentes de sand¨ªas. Ahora existen en el mercado sand¨ªas de distintos colores, las rojas de siempre, amarillas y naranjas, sand¨ªas con o sin pepitas, sand¨ªas de diferente calibre. "Estamos trabajando para el consumidor", comenta Baixauli, "el mercado ya no quiere sand¨ªas de 10 kilos, por eso hemos creado sand¨ªas de dos o tres kilos, mucho m¨¢s adecuadas para la vida actual".