Los vecinos de Gr¨¤cia se quejan de la presencia de gaviotas en patios y azoteas
Las gaviotas forman cada d¨ªa m¨¢s parte del paisaje urbano. Seg¨²n Sergi Garc¨ªa, de la asociaci¨®n Galanthus, especializada en el estudio y la gesti¨®n del medio ambiente, son m¨¢s de 400 gaviotas las que ya sobrevuelan la ciudad de Barcelona. En los tejados del Seminario de la ciudad construyeron uno de sus primeros nidos reproductores a finales de los ochenta, fue el primer movimiento de una colonizaci¨®n progresiva.
Los vecinos del barrio de Gr¨¤cia insisten en que ¨²ltimamente est¨¢n notando una mayor presencia de estas aves que, en ocasiones, les impiden llevar a cabo sus vidas cotidianas con normalidad. Gabriela Guidi, una argentina de 34 a?os que lleva tres a?os en el barrio, suele subir a la azotea de su casa para comer o cenar cuando el tiempo lo permite, pero las gaviotas le impiden relajarse: "Vienen a saco. Antes las ve¨ªas volar all¨¢ en lo alto, pero ahora planean amenazantes a dos palmos de tu cabeza, con las patas hacia delante, preparadas para abalanzarse sobre la mesa y pillar lo que sea. Hay que quitar la mesa r¨¢pido para poder estar tranquilos."
Daniel Oro, investigador cient¨ªfico del Instituto Mediterr¨¢neo de Estudios Avanzados (IMEDEA) asegura que "no hay que hacer alarmismo", pero s¨ª reconoce que la proliferaci¨®n de gaviotas y su intrusi¨®n en la ciudad "es un problema real" frente al que el Ayuntamiento deber¨ªa actuar, porque "la gente se asusta". Y sino, que se lo digan a Pau Pav¨®n, propietario de una vivienda en la calle de Pere Seraf¨ª: "Hace cinco a?os que estoy en Gr¨¤cia y nunca hab¨ªa visto algo as¨ª, nuestra presencia no las intimida. Bajan en picado al patio y se acomodan all¨ª como Pedro por su casa. Lo peor es cuando vuelan a tu alrededor y se van acercando a ti. Da miedo, son enormes".
Predadores y oportunistas
En efecto, la gaviota patiamarilla, la m¨¢s com¨²n en la ciudad, puede alcanzar una envergadura alar de 1,60 metros. Es un animal muy robusto, depredador y oportunista, y puede ser agresivo. Xavier Ruiz, catedr¨¢tico de biolog¨ªa animal, afirma que los edificios de las ciudades son "como acantilados" para estas aves, que establecen sus nidos en los tejados. Si alguien se acerca, ellas se lanzan a defender la seguridad de sus nidos y, para instar al ser humano a alejarse de sus territorios, bajan en picado en vuelo rasante y pueden llegar a tocarle con el pico o con las patas. "Resulta bastante impresionante", subraya.
El barrio de Gr¨¤cia se caracteriza por la vida y el tumulto de sus terrazas. Y, como donde hay vida, hay comida, las gaviotas corren la voz y acuden raudas al fest¨ªn, explica Daniel Oro. Tambi¨¦n les encantan las plazas, "las gaviotas son animales sociales y ya est¨¢n muy familiarizadas con la presencia humana", dice. Tanto Oro como Ruiz coinciden en se?alar que la proliferaci¨®n de estas aves es consecuencia indirecta de nuestra sociedad opulenta, ya que les proporcionamos una oferta excesiva de alimento. "El n¨²mero de gaviotas ha aumentado por encima de la capacidad de carga del medio natural", asegura Ruiz. Las gaviotas tienen una esperanza de vida de 35 a?os, se reproducen a partir de los cuatro y lo hacen cada a?o con una puesta de tres huevos.
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