La eterna promesa sale del t¨²nel
Montaner supera su exclusi¨®n de los Juegos de Atenas con un salto de 6,92 metros
Tumbada en el sof¨¢ de su casa, en L'Eliana (Valencia), Concha Montaner dejaba pasar el tiempo mientras ve¨ªa en la televisi¨®n los Juegos de Atenas 2004. Entre lata y lata de refresco, repantigada, se dejaba consolar por su marido, el velocista Venancio Murcia. Los papeles invertidos. ?Cu¨¢ntas veces hab¨ªa tenido que levantarle ella el ¨¢nimo a Venancio? Much¨ªsimas. Siempre dando la cara por ¨¦l, incluso entrando al trapo en los foros de atletismo de Internet para defender el honor del plusmarquista espa?ol de velocidad, protagonista en 2004 de un extra?o caso de dopaje, pero tambi¨¦n de sucesivos fracasos en la pista.
El pasado verano, sin embargo, era la saltadora quien necesitaba cari?o. Su estado de ¨¢nimo estaba por los suelos. La Federaci¨®n Espa?ola de Atletismo la excluy¨® de los Juegos griegos pese a tener mejor marca (6,59 por 6,58) que la seleccionada, su compa?era de entrenamientos en Valencia Niurka Montalvo, campeona mundial en 1999 y plusmarquista espa?ola con 7,06 metros. Montaner arremeti¨® entonces contra los criterios federativos de selecci¨®n ("?aqu¨ª hay mucha pol¨ªtica!", protest¨®) y contra su entrenador, Rafa Blanquer, a quien recrimin¨® haberse decantado por la saltadora hispano-cubana cuando ¨¦sta ten¨ªa peor marca. Eso fue en agosto. En noviembre anunci¨® que abandonaba el grupo de Blanquer, su mentor, el hombre que la llev¨® a proclamarse campeona del mundo j¨²nior en 2000, para comenzar una nueva etapa con Pepe Peir¨®, un t¨¦cnico desconocido.
"Iba para atr¨¢s"
"Con Blanquer no es que estuviera estancada, es que iba para atr¨¢s", afirm¨® la atleta valenciana, de 24 a?os, quien el s¨¢bado, en la reuni¨®n de Madrid, salt¨® 6,92, la tercera mejor marca mundial del a?o, a menos de un mes de los Mundiales de Helsinki, del 6 al 14 de agosto.
"Concha es un portento", asegura Peir¨®, el t¨¦cnico que la ha recuperado; "en cuanto ha recuperado la confianza en sus posibilidades ha demostrado lo que vale. Y esto es el principio; seguro que saltar¨¢ m¨¢s". Para Peir¨®, trabajar con Montaner es "muy f¨¢cil". "Cuando comenz¨® a entrenarse conmigo, el pasado noviembre, estaba muy agobiada. Yo, al principio, no estaba por la labor de entrenarla. Ahora estoy encantado".
A Montaner la ha perseguido los ¨²ltimos a?os el cartel de eterna promesa del atletismo espa?ol. En los Juegos de Sidney 2000 se vio superada por las expectativas y el escenario. Fracas¨®. Luego recuper¨® el tono: atrap¨® la plata en los Campeonatos de Europa sub 23 de 2001, disputados en Amsterdam. Y en 2002 salt¨® 6,89 metros, una marca notable. Pero en la siguiente gran cita, cuando deb¨ªa reivindicar el cartel de sucesora de la nacionalizada Niurka Montalvo, decepcion¨® de nuevo: finaliz¨® 12? en los Mundiales de Par¨ªs 2003. El cr¨¦dito se le agot¨®. Sus marcas se estancaron. Hasta que el s¨¢bado, cuando ya nadie se acordaba de ella, vol¨® a 6,92. S¨®lo las rusas Irina Simagina (7,04) y Tatiana Kotova (6,96, pues sus 7,20 en Vallehermoso el s¨¢bado fueron con m¨¢s viento a favor del permitido) han saltado m¨¢s este a?o.
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