Madrid regresa a Samarcanda
Una expedici¨®n conmemora la gesta del embajador madrile?o Clavijo en la corte del t¨¢rtaro Tamerl¨¢n hace seis siglos
Madrid retorna a Samarcanda seis siglos despu¨¦s de que ambas ciudades establecieran su primer contacto gracias al embajador madrile?o Rui Gonz¨¢lez de Clavijo. Dos profesores universitarios madrile?os, Lorenzo D¨¢vila y Antonio Miguel Carmona, m¨¢s dos periodistas, Carmelo Encinas, madrile?o tambi¨¦n, y Juan Carlos Mu?oz, alcala¨ªno, inician este fin de semana un viaje muy singular. Intentan llegar a la fabulosa ciudad del Asia Central por la misma ruta terrestre que, hace ahora 600 a?os, emprendiera el adelantado madrile?o en su embajada castellana ante el todopoderoso emperador t¨¢rtaro Timur, m¨¢s conocido como Tamerl¨¢n.
Ayer al mediod¨ªa arranc¨® desde Cuatro Vientos la expedici¨®n, que cuenta con una primera etapa en avi¨®n, una aeronave ultramoderna Vulcan Air P-68 Observer. El aparato posee su parte anterior acristalada, de modo que facilitar¨¢ a los viajeros una visi¨®n completa desde el aire sobre la ruta inicialmente seguida por Clavijo en barco. El vuelo tiene por destino Estambul, con escalas en C¨¢diz, ?frica del Norte, Ibiza, Roma, N¨¢poles y Rodas.
Los aventureros cruzar¨¢n Turqu¨ªa, Ir¨¢n, Turkmenist¨¢n y Uzbekist¨¢n
Tras sobrevolar las islas griegas, los expedicionarios aterrizar¨¢n en Constantinopla. Luego, proseguir¨¢n por v¨ªa terrestre desde la urbe turca para cruzar el monta?oso norte de Ir¨¢n y adentrarse despu¨¦s en el Turkmenist¨¢n y Uzbekist¨¢n, donde se alza la m¨ªtica ciudad centroasi¨¢tica. All¨ª se yerguen a¨²n algunas de las c¨²pulas de malaquita y arabescos de mezquitas y madrazas, las escuelas cor¨¢nicas que, destellantes, divisara durante un impar ocaso el madrile?o Rui Gonz¨¢lez de Clavijo en el a?o de 1405 al arribar a Samarcanda.
En el aer¨®dromo madrile?o de Cuatro Vientos, Daniela Carmona, de 20 meses, entreg¨® una bandera de Espa?a a los viajeros, que en su periplo obsequiar¨¢n a distintas autoridades turcas, iran¨ªes, turkmenistanas y uzbekas a las que cumplimentar¨¢n junto con otras ense?as de Madrid y de Castilla y Le¨®n.
Los viajeros tratan de emular la gesta pionera de Clavijo. ?ste hab¨ªa nacido en Madrid a mediados del siglo XIV, en un palacio en la plaza de la Paja, junto a la madrile?a capilla del Obispo. Cortesano muy vinculado al monarca Enrique III El Doliente, de salud quebradiza y gran talento, el monarca le encomend¨® la arriesgada misi¨®n de desplazarse, primero, hasta el Asia Menor. All¨ª, el embajador madrile?o, a quien acompa?aban once expedicionarios m¨¢s, entre ellos Fray Alonso P¨¢ez, deber¨ªa cumplimentar al vencedor de la lid que pugnaban entonces el expansivo baj¨¢ turco Bayeceto y el se?or de las estepas asi¨¢ticas, el t¨¢rtaro Timur. Una herida en un pie causada por una flecha llev¨® a sus contempor¨¢neos a apodarle Timur Lang (Timur El Cojo), de donde deriva Tamerl¨¢n.
La batalla librada en Angora entre los dos colosos guerreros la gan¨® Timur, a quien Clavijo presentar¨ªa luego los respetos del rey castellano, tan interesado como ¨¦l en refrenar a las huestes turcas del ambicioso Bayaceto. Clavijo alcanz¨® las ciudades centroasi¨¢ticas de Bujara y Samarcanda, donde departi¨® con el vencedor t¨¢rtaro y regres¨® a Espa?a siguiendo un buen trecho de la hist¨®rica Ruta de la Seda, que un¨ªa China con Europa a trav¨¦s del Asia Central. Rui retorn¨® con numerosos presentes de Timur para el rey castellano: el m¨¢s preciado de los regalos fueron tres doncellas cristianas capturadas en una razzia de sus t¨¢rtaros que, graciosamente, el guerrero devolv¨ªa a Europa en se?al de amistad. Enrique III recibi¨® a Clavijo y los presentes de Timur con regocijo. A las doncellas las cas¨® con nobles de su corte, pero s¨®lo una se asentar¨ªa en la nobleza.
La expedici¨®n de Clavijo tuvo un alto inter¨¦s geopol¨ªtico para Castilla que, al igual que otros reinos cristianos, sufr¨ªa el empuje del islam sobre su territorio y tambi¨¦n sobre las fronteras orientales europeas. El objeto de la embajada de Clavijo no era otro que el de reforzar las alianzas entre Castilla y Timur, es decir, entre la cristiandad y los t¨¢rtaros, para debilitar a los turcos que amenazaban con capturar el oriente europeo. Ya ten¨ªan ¨¦stos puestas las pezu?as de sus caballos en buena parte de los Balcanes, desde donde amenazaban la propia capital imperial, Viena.
Ahora, la expedici¨®n madrile?a propiamente terrestre arrancar¨¢ a fines de julio de Estambul, para seguir hasta Trabzon, donde los viajeros depositar¨¢n una corona de flores en memoria de los militares espa?oles muertos en el accidente del Yak-42. Posteriormente, alcanzar¨¢n la frontera turca con Ir¨¢n en la zona de Doguguayacil, cruzar luego el monta?oso norte persa bajo la cordillera de los Alborz hacia la ciudad azer¨ª de Tabriz, con escalas en Teher¨¢n e Isphahan, en el centro iran¨ª hasta la ciudad shi¨ª de Mashad, junto a Afganist¨¢n. Su ruta continuar¨¢ hacia Turkmenist¨¢n, pa¨ªs que ha abierto sus herm¨¦ticas fronteras a los viajeros; es fronterizo de Uzbekist¨¢n, donde la expedici¨®n culminar¨¢ el 14 de agosto en Samarcanda.
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