Sesi¨®n doble
Hip-hop y rock con destellos de guaguanc¨® y percusi¨®n cubana derivada hacia otras latitudes. Un directo poderoso, contundente, con 12 m¨²sicos en escena, en el que predominan tambores y voces. Hac¨ªa mucho que no llegaba de Cuba una propuesta tan incandescente. X Alfonso homenaje¨® al gran Benny Mor¨¦, desestructurando a base de rap Qu¨¦ bueno baila usted, en un alarde creativo que ya hab¨ªa mostrado hace cinco a?os en el disco X-Mor¨¦. Cant¨® algo de Civilizaci¨®n, disco que le ha valido el Gran Premio de Cubadisco, y regal¨® una balada que compuso para la pel¨ªcula Habana blues, con ese punto Carlos Varela.
Equis Alfonso estuvo junto a sus padres en el rock afrocubano de S¨ªntesis, y ambos lo acompa?an en este viaje. Ella est¨¢ en los coros y ¨¦l se incorpor¨® en el bis. Varios de los m¨²sicos luc¨ªan pinturas blancas en cara, brazos o torso, igual que la Timbalada de Carlinhos Brown. No debe ser casual. Hay algo de la energ¨ªa at¨®mica del brasile?o en el esp¨ªritu dionisiaco de este cubano. Poco m¨¢s de media hora dur¨® su actuaci¨®n: hipotecas de un programa doble cuando el cierre obligatorio, aunque la cosa se ponga buena, es a medianoche.
Cibelle + X Alfonso
Veranos de la Villa. Patio Central de Conde Duque. Madrid, 25 de julio.
Falsa alarma
Con Cibelle (se pronuncia Sibel) pareci¨® empezar una sesi¨®n de chill out. Falsa alarma. Hubo bossa nova, un poco de nu-jazz, algo de soul, gotas de pop psicod¨¦lico, electr¨®nica ambiental con un trabajo de texturas... Y su cuarteto la acompa?¨® en About a girl, canci¨®n de Nirvana que da t¨ªtulo a su inminente EP. Cibelle Cavalli es de S?o Paulo, pero vive en Londres, y canta mucho en ingl¨¦s. En Brasil no se la conoce. Claro que tampoco conoc¨ªan a Bebel, salvo como hija de Jo?o Gilberto, y ahora vende cientos de miles de discos en todo el mundo. Las dos, por cierto, graban para el sello independiente belga Crammed.
Tiene un rostro y una percha que han embelesado excesivamente a m¨¢s de un periodista. Trabaj¨® como modelo para la agencia Ford y cantaba en peque?os clubes cuando tuvo la suerte de toparse con Suba, el productor fallecido tr¨¢gicamente durante un incendio, que la convirti¨® en la voz de S?o Paulo Confessions, disco seminal de la electr¨®nica brasile?a.
Maneja dos micr¨®fonos para ciertos efectos. Juega a la adolescente ingenua -sali¨® con una bolsa de colorines de la que sacaba diferentes cachivaches y recogi¨® encantada un pirul¨ª que le lanzaron-. Tuvo sus momentos Billie Holiday, Bj?rk y Marisa Monte. Acab¨® en posici¨®n de loto sobre un caj¨®n met¨¢lico cantando samba intimista y luego ofreci¨® un percusivo coco con pases de baile y movimiento de cadera. Y se fue en la penumbra con Consola??o, de Baden Powell y Vinicius de Moraes, casi a capella. Un Brasil de mayor enjundia andaba no muy lejos de all¨ª, en La Riviera, donde estaba actuando Djavan.
Babelia
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