Ausencias y presencias de Juan Mari Ja¨²regui

En el V aniversario del asesinato de Juan Maria J¨¢uregui por la banda terrorista ETA, quienes tuvimos la suerte de conocerle, queremos brindarle un homenaje. El homenaje a un hombre libre y comprometido con la sociedad vasca. Un compromiso que le llev¨® desde la militancia en el frente cultural de la ETA, hasta el PS de Euskadi.

En todas estas militancias Juan Mari fue, sin duda, de los que Bertold Brecht, calificar¨ªa de imprescindibles. Juan Mari fue buena gente y leal, abnegada y entregada a la causa en la que cre¨ªa de manera apasionada y sobre todo a los compa?eros de militancia y a la sociedad a la que amaba. Porque nunca fue un extremista, sino ante todo una persona que convert¨ªa en amigos a quienes lo trataban. Y, es bueno, recordar el perfil de los asesinados como Juan Mari. Porque los muertos, son, ante todo, vidas humanas truncadas que nos arrebataron. ?Verdad Maixabel, verdad Mar¨ªa?

Tienen cara y gestos y su voz y su risa y sus dudas e incertidumbres perduran en nuestras entra?as y nosotros los queremos recordar. Ni tan siquiera en esto los terroristas han podido ni podr¨¢n arrebatarnos su presencia m¨¢s sentida que nos sigue acompa?ando.

Y desde esa presencia sentida de Juan Mari, ?qu¨¦ decimos sus amigos en este V Aniversario? Denunciamos en primer lugar que la amenaza terrorista contin¨²e. Ahora en un acto mas de desverg¨¹enza e indignidad dicen que perdonan la vida a algunos cargos p¨²blicos, frente a otros que permanecen bajo la amenaza directa. La inmensa mayor¨ªa de ciudadanos exigimos la declaraci¨®n de su definitiva disoluci¨®n como banda armada.

Valoramos que la sociedad vasca, haya avanzado, sin duda, en el rechazo de la violencia, pero que todav¨ªa queda mucho que caminar por el camino de la superaci¨®n del miedo, de la regeneraci¨®n de los valores, de la recuperaci¨®n de la verdad hist¨®rica hacia las v¨ªctimas. Se ha alimentado la socializaci¨®n del odio que engendra violencia. Se ha hecho pedagog¨ªa de la violencia, contribuyendo a legitimar sus causas. Estas pr¨¢cticas deben abandonarse, dando paso a nuevas pol¨ªticas que reanuden la confianza perdida entre los diferentes sectores de la sociedad vasca.

Para ello el abandono de la violencia por la banda terrorista es absolutamente imprescindible. Porque sin ella, con la memoria, con la justicia y el reconocimiento del dolor causado a las v¨ªctimas y mediante la utilizaci¨®n de la pol¨ªtica con may¨²sculas, todo es posible, dentro de la democracia y la legalidad, como Juan Mari dej¨® escrito en su testamento pol¨ªtico. Por el entendimiento entre la inmensa mayor¨ªa.