Una juez obliga a Barber¨¢ a restaurar los edificios que intent¨® derribar en El Cabanyal
El derribo de los dos inmuebles se paraliz¨® gracias a la plataforma Salvem El Cabanyal
El juzgado de lo contencioso administrativo n¨²mero dos de Valencia obliga al Ayuntamiento de Rita Barber¨¢ a acometer medidas de limpieza y restauraci¨®n de los dos edificios que comenz¨® a derribar el pasado mayo y que la plataforma Salvem el Cabanyal logr¨® impedir. El auto del juzgado fue hecho p¨²blico ayer por representantes de la plataforma c¨ªvica y los concejales Francisco Cars¨ª (PSPV) y Victoria Gonz¨¢lez (EU). Estas demoliciones formaban parte del proyecto de ampliaci¨®n de la avenida de Blasco Ib¨¢?ez hasta el mar a trav¨¦s de los Poblados Mar¨ªtimos.
La juez ha considerado en su auto que "el estado actual de los edificios supone un riesgo no s¨®lo para los propios sino tambi¨¦n para los tres inmuebles colindantes". Por este motivo obliga al Ayuntamiento de Valencia a emprender las medidas de limpieza y restauraci¨®n necesarias para devolver los edificios al estado anterior a las demoliciones iniciadas por la empresa municipal Aumsa y que finalmente fueron paralizadas, el pasado 17 de mayo. Jos¨¦ Luis Ramos, abogado de la plataforma Salvem el Cabanyal, afirm¨® que "este auto demuestra que esos derribos fueron ilegales".
El juzgado n¨²mero dos ha tomado en consideraci¨®n la propuesta presentada por el arquitecto y vecino del barrio Vicente Gallart. La petici¨®n de Gallart fue presentada en el juzgado tras comprobar el estado en el que quedaron los dos inmuebles tras el intento de derribo.Estos inmuebles se encuentran dentro de la zona declarada como Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC) afectada por el proyecto de ampliaci¨®n de la avenida de Blasco Ib¨¢?ez hasta el mar.
En los dos edificios situados en las calles de Escalante y del Progreso del barrio de El Cabanyal se deben realizar tareas de retirada de los escombros y cubrir uno de los tejados que derribaron durante su actuaci¨®n.
Gallart asegur¨® que el estado actual de abandono propiciar¨¢ "su ruina y la p¨¦rdida de valor patrimonial de los edificios". Por su parte, Ramos asegur¨® que el objetivo del Ayuntamiento "es provocar la degradaci¨®n de todo el barrio", y a?adi¨® que "si no act¨²a ya", pedir¨¢ "plazos para la restauraci¨®n".
Francisco Cars¨ª y Victoria Gonz¨¢lez, concejales, respectivamente, del PSPV y de EU, no dudaron en recordar las palabras del concejal de grandes proyectos Alfonso Grau. El concejal del PP afirm¨®, hace unas semanas, que el Ayuntamiento era "poseedor de la verdad". Cars¨ª afirm¨® que "ahora los jueces han reconocido que no es cierto". Gonz¨¢lez, a?adi¨® que "esos derribos fueron ilegales". Por su parte, el Ayuntamiento declar¨®, a trav¨¦s de un comunicado, que se limitar¨¢ a realizar las tareas que dicta el auto, pero puntualiz¨® "que ¨¦ste no se ha pronunciado sobre la legalidad de los derribos".
Siete a?os de lucha
El conflicto entre El Cabanyal y el Ayuntamiento de la ciudad viene de lejos. En febrero de 1999, el Ayuntamiento inici¨® los tr¨¢mites que llevaron a que el 31 de marzo de 2000 se aprobase el Plan Especial de Portecci¨®n y Reforma interior (PEPRI) del Cabanyal-Canyamelar, que establec¨ªa la prolongaci¨®n de la avenida de Blasco Ib¨¢nez hasta el mar, atravesando y partiendo en dos los Poblados Mar¨ªtimos. Esta actuaci¨®n afectaba a m¨¢s de 2.000 vecinos del barrio, ya que supon¨ªa el derribo de cerca de 1.650 viviendas.
Este plan chocaba, adem¨¢s, con el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) de 1998, que declar¨® el barrio El Cabanyal-Canyamelar Bien de Inter¨¦s Cultural.
Los vecinos del barrio crearon ya en 1998 la plataforma Salvem El Cabanyal con el objetivo de luchar por el barrio.
La plataforma present¨® un recurso contra el PEPRI, que el Tribunal Superior de Justicia valenciano desestim¨® por 11 votos a favor y 8 en contra, en 2004. Salvem El Cabanyal no cej¨® en su empe?o, y en mayo de 2005 el Tribunal Supremo admiti¨® el recurso de queja contra la prolongaci¨®n de la avenida, consiguiendo as¨ª paralizar el derribo de los edificios protegidos.
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