La polic¨ªa toma las calles de Londres en busca de terroristas suicidas
Scotland Yard pone en marcha su mayor despliegue desde el fin de la II Guerra Mundial
Durante todo el d¨ªa se oyeron pasar helic¨®pteros sobre el cielo de Londres. La ciudad vivi¨® ayer la mayor movilizaci¨®n de fuerzas de seguridad desde la II Guerra Mundial, seg¨²n Scotland Yard. Un total de 6.000 agentes patrullaron las calles y las estaciones de la capital, algunos de ellos en turnos de 14 horas. Polic¨ªas de uniforme registraban mochilas y cacheaban a los viajeros. Y otros cientos, camuflados de paisano, intentaban descubrir entre los millones de usuarios del metro a un posible terrorista suicida. Los responsables policiales dijeron que se trataba simplemente de una medida para mantener la seguridad y la tranquilidad de los viandantes.
Algunos peri¨®dicos y viajeros pensaron que la causa se deb¨ªa a que era jueves, como el 7-J, cuando sucedieron los primeros atentados, y el 21-J, con los ataques fallidos en tres estaciones y un autob¨²s. A medida que fue trascendiendo la nueva amenaza de Al Qaeda a trav¨¦s del lugarteniente de Osama Bin Laden, Ayman al Zawahiri, en un v¨ªdeo difundido por Al Yazira, se supo que hab¨ªa razones para la alarma. Es la tercera vez desde el 7 de julio que las autoridades deciden sacar tal n¨²mero de agentes a la calle. La cuesti¨®n es saber durante cu¨¢nto tiempo pueden permitirse la ciudad y el pa¨ªs mantener el estado de alerta.
Un oficial reconoci¨® esta semana que la investigaci¨®n de homicidios y algunas operaciones importantes contra el tr¨¢fico de droga se han resentido desde el 7 de julio. Cada d¨ªa que pasa, el despliegue policial le cuesta a las arcas p¨²blicas unas 500.000 libras (718.000 euros). El responsable de la polic¨ªa metropolitana, Ian Blair, estima que necesita 500 polic¨ªas m¨¢s para sumar a los 3.000 con que cuenta ahora. Y el dinero para pagarles habr¨¢ de salir, seg¨²n el diario The Times, del bolsillo de los londinenses, quienes pueden sufrir un incremento de sus impuestos municipales en la pr¨®xima primavera.
"?Cree usted que es justo que los londinenses tengamos que cargar con los gastos de la lucha contra el terror?", preguntaba a sus oyentes una locutora de la BBC de Londres. La mayor¨ªa llamaba para decir que no era justo. "?Y por qu¨¦ no pagan tambi¨¦n los habitantes de Leed?", propon¨ªa la propia periodista. "De all¨ª vinieron al fin y al cabo los terroristas".
La nueva amenaza del Al Qaeda cay¨® ayer sobre la ciudad justo cuando sus autoridades hab¨ªan lanzado mensajes de optimismo, porque se hab¨ªa reanudado totalmente el servicio esa misma ma?ana en todas las l¨ªneas del metro afectadas por las bombas excepto en la Circular, que funciona por ahora s¨®lo con un servicio limitado. Cada d¨ªa, tres millones de pasajeros se sumergen en algunos de los 500 trenes que pasan por las 275 estaciones del metro londinense, y seis millones se suben a algunos de los 6.800 autobuses. Esas cifras han disminuido ligeramente desde los atentados. En los d¨ªas laborables, la afluencia ha bajado entre un 5% y un 15%, mientras que en los fines de semana ha ca¨ªdo a un 30%, comparado con el mismo periodo del a?o anterior, seg¨²n el director gerente del metro, Tim O'Toole. Desde los atentados, los altavoces del metro no paran de aconsejar a los usuarios que est¨¦n pendientes en todo momento de sus bolsos y equipaje para no convertirlos en sospechosos.
Si bien es cierto que en el metro se palpa el efecto de los atentados, en las calles la gente contin¨²a con las mismas ganas de disfrutar que siempre. Por las aceras de la calle m¨¢s comercial de Londres, Oxford Street, cuesta trabajo caminar sin tropezar con alguien. En cuanto sale el sol es dif¨ªcil encontrar mesas libres en los restaurantes con terraza. La ciudad contin¨²a repleta de atracciones. Las taquillas no se han resentido.
A pesar de que Zaki Badawi, l¨ªder isl¨¢mico moderado, ha aconsejado a las musulmanas dejar el velo en casa hasta que pase la ola de agresiones f¨ªsicas y verbales, por las calles pueden verse cientos de mujeres con la cabeza cubierta. Las agresiones desde el 7 de julio a causa del "odio religioso" han aumentado seis veces en Londres respecto al mismo periodo del a?o pasado.
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