"La naturaleza se ha convertido en un mito inmaterial"
El paisaje, como construcci¨®n est¨¦tica, y el territorio, como escenario de luchas ciudadanas, constituyen los pilares reflexivos de la Fundaci¨®n C¨¦sar Manrique (FCM). Creada en 1992 en Lanzarote por el artista que le dio nombre, es ahora dirigida por Fernando G¨®mez Aguilera. La Fundaci¨®n se ha convertido en estandarte principal de la cultura de Canarias y su programa incluye foros de conferencias, colecciones de poes¨ªa y ensayo y exposiciones. Su principal inter¨¦s y actividades son, no obstante, el programa Arte-Naturaleza y la pugna por el medio ambiente. Queda claro que la FCM apuesta por la cultura y el medio ambiente, por reconocer, respetar y promover los l¨ªmites de la primera, unida a la b¨²squeda del equilibrio ambiental en la isla. Por eso la l¨ªnea de sus exposiciones, asegura G¨®mez Aguilera, pretenden "contribuir a reconceptualizar el paisaje insular". Tiene claro que un museo es una especie de mediador ciudadano, "una r¨®tula comunitaria".
PREGUNTA. Naturaleza, medio ambiente y territorio constituyen los ejes program¨¢ticos de la FCM, tambi¨¦n de su pol¨ªtica de exposiciones y de su colecci¨®n. ?Bajo qu¨¦ claves se afronta el proyecto?
RESPUESTA. Partimos de una lectura contempor¨¢nea del legado de C¨¦sar Manrique. Nuestra sede se ubica en una isla sometida a una intensa presi¨®n tur¨ªstica. La industria tur¨ªstica produce riqueza material, pero degrada el territorio, consume los recursos naturales, y banaliza paisajes y cultura. Nuestra l¨ªnea de exposiciones pretende contribuir a reconceptualizar el paisaje insular. Las nuevas visiones o recreaciones del paisaje propuestas por los artistas introducen perturbaciones est¨¦ticas, descodifican la visi¨®n habitual del turismo. Es una forma de patrimonializar y reinventar la isla.
P. Nils-Udo, Thomas Joshua Cooper, Miguel ?ngel Blanco, Axel H¨¹tte, Hamish Fulton y Giuliano Mauri han participado en el programa Arte-Naturaleza. Artistas en residencia
de la FCM. ?Qu¨¦ tipo de encargos les formulan?
R. Hemos comenzado con la revisi¨®n del paisaje, continuaremos con propuestas de arte p¨²blico. Invitamos a artistas consolidados que trabajan con la naturaleza. Residen y trabajan durante una temporada en Lanzarote, luego se muestran las obras realizadas en el marco de una exposici¨®n antol¨®gica. Adquirimos algunas piezas para nuestra colecci¨®n Arte-Naturaleza. Combinamos los lenguajes pl¨¢sticos universales con la actuaci¨®n sobre el lugar pr¨®ximo.
P. ?Qu¨¦ papel juega la naturaleza en la cultura y el arte tardomodernos?
R. La naturaleza se ha convertido en un mito inmaterial. ?Existe la naturaleza? En todo caso, existe un nuevo concepto, muy reelaborado. El proyecto moderno de civilizaci¨®n basado en el dominio y explotaci¨®n ilimitada de los recursos naturales est¨¢ en crisis. En este contexto, la naturaleza se ha convertido en un espacio simb¨®lico central de la modernidad tard¨ªa en el que resuenan nuestras contradicciones y nostalgias.
P. ?Y el territorio?
R. Representa el gran escenario semi¨®tico de los conflictos tardomodernos, una formidable caja de resonancia en la que se agitan la crisis ecol¨®gica, las desigualdades planetarias, las guerras, los efectos del consumismo, la globalizaci¨®n y la retracci¨®n nacionalista, la metropolizaci¨®n mundial, las migraciones... Fen¨®menos que est¨¢n dejando una profunda huella f¨ªsica, social y cultural, pero que constituyen tambi¨¦n una oportunidad para que el museo los lea y levante cartograf¨ªas sensibles e interpretativas.
P. ?El paisaje pierde espesor cultural o se hace m¨¢s complejo?
R. Se degrada y trivializa. Se indiferencia, pero se recarga con nuevos c¨®digos. Los mapas s¨ªgnicos se reconfiguran velozmente en la era de la comunicaci¨®n, el turbocapitalismo y la tecnociencia. Crecientemente, sobre el territorio se instala el modelo bipolar mina-reserva, con amplias zonas de paisaje productivo, fuertemente artificiales y mercantilizadas, e islotes de ¨¢reas protegidas, vinculadas a la nostalgia cultural. Caminamos hacia la hegemon¨ªa paisaj¨ªstica del parque tem¨¢tico.
P. El programa de la FCM no se caracteriza por una apuesta cerrada en torno a su fundador.
R. Nuestro proyecto no est¨¢ interesado en la hagiograf¨ªa sino en la vida. Queremos un centro vivo, en di¨¢logo con su tiempo, que lo interrogue y titubee con ¨¦l. La obra de Manrique invita a lecturas complejas en relaci¨®n con los ejes de fuerza contempor¨¢neos. Pretendemos asimilar la transversalidad de su legado al proyecto cultural de la fundaci¨®n, y, c¨®mo no, aprovechar las contradicciones y tensiones cr¨ªticas de su discurso para explorar ¨¢mbitos de frontera.
P. Usted dirige una instituci¨®n autofinanciada con los recursos procedentes de las entradas y del merchandising,
que no se caracteriza precisamente por la neutralidad.
R. Disfrutamos de autonom¨ªa econ¨®mica, lo que nos deja las manos desatadas para hacer una cultura resistente y propositiva. La vulnerabilidad es uno de nuestros activos. Los discursos fr¨¢giles ofrecen nuevas oportunidades para repensar la realidad. Obligan a la creatividad. Es el lenguaje moral de la poes¨ªa y del arte, tambi¨¦n de toda la cultura, especialmente en tiempos de incertidumbre. Y en las encrucijadas hay que optar. La ideolog¨ªa del mercado devora el planeta y, en nuestro ¨¢mbito de proximidad, las islas Canarias, cuyo patrimonio natural est¨¢ siendo conducido a un callej¨®n sin salida. Debemos problematizar la idea de progreso. Llegados a un punto crecer es retroceder.
P. Una posici¨®n poco frecuente en los museos e instituciones culturales, que les complica la vida con las administraciones p¨²blicas y con sectores empresariales.
R. Creemos en una sociedad civil activa, legitimada. El poder prefiere, con frecuencia, las relaciones ¨¢tonas o sumisas. La FCM apuesta por la cultura de los l¨ªmites, y por los equilibrios ambientales en Canarias. Esto nos plantea desencuentros porque las concepciones democr¨¢ticas de v¨ªa estrecha se imponen a las visiones participativas. El territorio concentra intereses diversos, pero polarizados en torno a la visi¨®n mecanicista del poder pol¨ªtico y econ¨®mico. El problema de fondo es la p¨¦rdida de calidad de la democracia. Los procesos deficitarios de toma de decisi¨®n producen malos paisajes y los paisajes degradados acaban deteriorando a los ciudadanos. Al museo le concierne esto.
P. La FCM combina formatos culturales habituales con posicionamientos p¨²blicos en materia de turismo, medio ambiente, territorio y ciudadan¨ªa.
R. Tambi¨¦n creemos en la especificidad de los proyectos. Nos fatiga el modelo cl¨®nico de museo auton¨®mico. Frente al paradigma de museo acumulativo resulta m¨¢s pertinente el modelo distributivo, que apuesta por la diversidad y la singularidad contextualizada. Alrededor de la cultura del territorio, combinamos cultura formal y activismo moderado. Ah¨ª caben, acordadamente, exposiciones, seminarios, alegaciones medioambientales, acciones judiciales, becas y premios, foros, publicaciones, dict¨¢menes, campa?as de sensibilizaci¨®n, colecciones de arte...
P. De alguna manera, en su proyecto se desplaza el eje pol¨ªtico del artista a la instituci¨®n.
R. El adjetivo pol¨ªtico es confuso. Nos interesa la cultura, pero no una cultura enajenada. Prefiero hablar de centro relacional, que se plantea los modos de interlocuci¨®n con el contexto social, cultural y territorial. Concibo el museo como un mediador ciudadano, una r¨®tula comunitaria. Quiz¨¢, hoy, una de las trasgresiones culturales m¨¢s constructivas, en el ¨¢mbito de las democracias formales, sea el compromiso con la condici¨®n de ciudadano.
P. Recientemente, la FCM ha sufrido una agresiva campa?a difamatoria promovida por las administraciones p¨²blicas lanzarote?as, por su oposici¨®n a una carretera en el paraje protegido de La Geria. ?Es ¨¦ste el sino de la cultura cr¨ªtica?
R. Un episodio mezquino. La FCM conf¨ªa profundamente en el di¨¢logo como instrumento democr¨¢tico, pero reclama el reconocimiento de su autonom¨ªa cultural. Cualquier pol¨ªtica inteligente sabr¨ªa aprovechar las ideas alternativas surgidas de la discrepancia como materiales para mejorar sus decisiones. Nuestro papel es el de proponer nuevas visiones de la realidad.
Fundaci¨®n C¨¦sar Manrique. Taro de Tah¨ªse. Teguise, Lanzarote. Tel¨¦fono 928 84 31 38. www.fcmanrique.org
ACTIVIDADES
Dentro del programa de actividades que la Fundaci¨®n C¨¦sar Manrique ha desarrollado para promocionar la cultura y el medio ambiente figuran conferencias en las que han participado escritores como Susan Sontag, Juan Goytisolo, Ignacio Ramonet, Lynne
Cook, Sim¨®n March¨¢n y ?ngel Gonz¨¢lez Garc¨ªa. En las colecciones de poes¨ªa aparecen nombres como Juan Gelman, Francisco Pino, Antonio Gamoneda, Jos¨¦ ?ngel Valente, mientras en las de ensayo las tituladas Arte p¨²blico, naturaleza y ciudad; Ciudadan¨ªa, ciudadanos y democracia participativa; Di¨¢logos arte-naturaleza. En las exposiciones ha contado con artistas como Gonzalo Fonseca, Stypo Praniko o Washington Barcala.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.