El diluvio y 'mister' Graham
Cuentan las cr¨®nicas llegadas de Estados Unidos que mister Trevor Graham y su selecto grupo de 23 atletas llamados Sprint Capitol pasaron una primavera de lo m¨¢s dura. Expulsados de la pista del campus de la Universidad de Carolina del Norte, en Raleigh, sus chicos debieron entrenarse en pistas infames, en barrizales cuando llov¨ªa. As¨ª, grupo de proscritos, fortalecieron sus v¨ªnculos, a la par que sus m¨²sculos y sus voluntades.
Dicen que a Graham, el jamaicano que descubri¨® en 1997 el enorme potencial de Marion Jones y la convirti¨® durante breves a?os en reina del atletismo, le perdi¨® su papel en el caso Balco, pues fue ¨¦l quien puso a las agencias antidopaje en la pista de los sospechosos, ya que, como consecuencia, antiguos protegidos suyos, incluida Jones y su compa?ero, Tim Montgomery, ex plusmarquista de los 100, hicieron saber al mundo las malas artes qu¨ªmicas que el propio Graham usaba con ellos.
Pero tambi¨¦n dicen que todo es falso, que Graham es divino, que sabe m¨¢s t¨¦cnica que nadie, m¨¢s psicolog¨ªa y m¨¢s teor¨ªa. Lo dicen y no lo dice el propio Graham porque ya en junio pasado prometi¨® solemnemente no volver a hablar con los periodistas, que tan mal le trataban. Y dec¨ªan esto para justificar que, a pesar de los pesares, los atletas entrenados por Graham en Estados Unidos segu¨ªan siendo los m¨¢s r¨¢pidos del mundo. Hablaban, as¨ª, del asombroso Justin Gatlin, el asesino silencioso, que acaba de ganar los 100 metros nada menos que con 17 cent¨¦simas de ventaja sobre el segundo. Pero tambi¨¦n de sus chicas milagro, de la veterana Chandra Sturrup, la atleta de Bahamas que en esta su primera temporada con Graham, a los 34 a?os, baj¨® dos d¨¦cimas su mejor marca de siempre, que databa de hace cinco a?os. Y hablaban tambi¨¦n de la ¨²ltima maravilla, de la estilizada Me'Lissa Barber, una cuatrocentista hasta el a?o pasado a la que el magn¨ªfico Graham transform¨® en pocos meses en campeona de Estados Unidos de los 100, la misma haza?a que un a?o antes hab¨ªa logrado con otra cuatrocentista reciclada, LaTasha Collander.
En los d¨ªas primeros de Helsinki, cuando todo parec¨ªa posible, se especulaba sobre la posibilidad de que las dos subieran al podio; de que Sturrup incluso ganara, de que Barber diera sus primeros pasos para convertirse en la nueva Jones. Finalmente, y despu¨¦s de que un diluvio limpiara la pista en el momento mismo en que se anunciaba a las participantes del 100, ambas se quedaron a las puertas de la gloria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.