Las pifias de Merkel
La candidata democristiana a la canciller¨ªa alemana pierde popularidad entre los votantes por sus continuos errores
La presi¨®n sobre la presidenta de la CDU, Angela Merkel, aumenta. Con las encuestas cayendo en picado para la candidata dem¨®crata cristiana, toda Alemania est¨¢ esperando su pr¨®xima metedura de pata, y esta semana puede que no le falte ocasi¨®n.
Mientras su contrincante, el canciller Gerhard Schr?der, va de un acto p¨²blico a otro con el desparpajo y la despreocupaci¨®n de quien no tiene nada que perder, a Merkel le traicionan los nervios en cada aparici¨®n p¨²blica. Mientras Schr?der usa expresiones populares para hacer notar que es un hombre simp¨¢tico y campechano -como dejar que el pueblo d¨¦ "un buen trago de la botella" para referirse a aumentos salariales-, Merkel se pierde en la diferencia entre bruto y neto.
Todo comenz¨® con una esperada entrevista en televisi¨®n en la que Merkel, aparte de repetir los cuatro o cinco mantras de campa?a obligatorios, dijo una frase que la persigui¨® durante toda la semana: "Para todos los empleados, los salarios brutos descienden si bajamos los costes laborales".
Su partido, la CDU, quiso arreglar la metedura de pata en la transcripci¨®n textual de la entrevista que public¨® en su p¨¢gina de Internet, cambiando "descienden" por "suben", sin advertir que la intervenci¨®n desesperada para tapar la pifia de su jefa empeoraba a¨²n m¨¢s las cosas. Finalmente, dos d¨ªas despu¨¦s de la entrevista, lleg¨® la segunda correcci¨®n: "Los salarios netos suben si bajamos los costes laborales".
Quienes aprovecharon el lapsus para criticar las dotes de la candidata para ser una buena canciller no daban cr¨¦dito dos d¨ªas m¨¢s tarde al ver que Merkel repet¨ªa el error, esta vez en la revista Bunte. Mientras la CDU se echaba las manos a la cabeza, los pol¨ªticos del SPD se frotaban las suyas viendo inclinarse las encuestas de popularidad de los candidatos cada vez m¨¢s en favor de Schr?der (48% contra 39%).
Ya hab¨ªa sido bastante humillante para los pol¨ªticos de la CDU tener que pelear con los representantes de Schr?der para que Merkel participe s¨®lo en un debate televisado. El argumento de ¨¦sta para no someterse dos veces al suplicio televisivo era la falta de tiempo. A continuaci¨®n se fue una semana de vacaciones.
Desde su casa de recreo en la comarca de la Uckermark, donde se cri¨®, Merkel concedi¨® una entrevista al dominical Bild am Sonntag. La candidata quiso mostrarse tal como es en la intimidad: sin maquillaje, sin peinar, con ropa que parec¨ªa heredada de su abuelo y zapatillas deportivas. Cualquier asesor consciente de la importancia de la imagen en una campa?a electoral le hubiese desaconsejado tanta naturalidad.
S¨®lo el debate sobre las posibles coaliciones de Gobierno que puedan formarse despu¨¦s de las elecciones del pr¨®ximo 18 de septiembre, consigue acallar las consideraciones en voz alta sobre la talla pol¨ªtica de la probable futura canciller y su torpeza en los momentos de tensi¨®n.
"Una cierta melancol¨ªa por la marcha del actual canciller, que casi siempre ha estado a la altura de las circunstancias, se mezcla con la preocupaci¨®n de que en su lugar venga una canciller de la que uno cada vez duda m¨¢s que vaya a dar la talla al frente de la canciller¨ªa", dec¨ªa la semana pasada un editorial del S¨¹ddeutsche Zeitung.
"Merkel no se cuenta entre las personas que se crecen cuando est¨¢n bajo presi¨®n", explicaba ayer el semanario Der Spiegel, para a?adir que s¨®lo ver una c¨¢mara "le produce una reacci¨®n casi al¨¦rgica".
Esta semana, la candidata dem¨®crata cristiana tiene cuatro m¨ªtines y una entrevista en televisi¨®n para demostrar su capacidad o para seguir pulverizando la holgada mayor¨ªa con la que part¨ªa hace dos meses.
Es cuestionable que Schr?der a¨²n pueda aprovechar la baja forma de Merkel para dar la vuelta a las encuestas, pero nadie duda de que lo va a intentar.
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