Nanocarrera
Los expertos en ciencia de materiales han puesto de moda las denominadas nanotecnolog¨ªas. Sus fundamentos, como los de la mayor¨ªa de los grandes avances cient¨ªficos, son muy simples. Un s¨®lido peque?o, con una mayor superficie relativa de contacto con el exterior que uno grande, no tiene por qu¨¦ tener el mismo comportamiento ni las mismas propiedades fisicoqu¨ªmicas que los de mayor tama?o. Simplific¨¢ndolo mucho, podr¨ªamos decir que lo peque?o est¨¢ m¨¢s expuesto y, por tanto, es m¨¢s influenciable por lo que pasa fuera que lo grande.
Si uno de estos expertos nos lo hubiera preguntado, hace mucho tiempo que cualquier aficionado al atletismo le habr¨ªa formulado la misma teor¨ªa al comparar una carrera de 100 metros lisos con cualquier otra del calendario de unos Campeonatos del Mundo o de unos Juegos Ol¨ªmpicos.
Ninguna prueba depende tanto de lo que sucede a su alrededor. Las condiciones meteorol¨®gicas en las que se celebra, temperatura, humedad, viento; la altura en la que se corre; por supuesto, el material del que est¨¢ construida la pista... Todo influye. La m¨¢s corta de todas las carreras es la m¨¢s sensible a todo lo que la rodea.
Las similitudes no acaban ah¨ª. Como sucede con las nanotecnolog¨ªas, los 100 metros lisos no paran de sorprendernos. De hecho, en cada carrera descubrimos algo nuevo. As¨ª, por ejemplo, sucedi¨® en la final masculina del hect¨®metro de los Campeonatos que se est¨¢n celebrando en Helsinki. Gan¨®, esto empieza a no ser una novedad, Justin Gatlin. Lo hizo con casi dos metros de distancia sobre el segundo clasificado, lo que resulta bastante excepcional. Probablemente porque la llegada fue tan poco apretada, los aficionados pudimos fijarnos detalladamente en la forma de correr del campe¨®n, en lo c¨®modo que se desplaza sentado sobre sus caderas, en los cent¨ªmetros de zancada que desperdicia al no aprovechar la m¨¢xima extensi¨®n de sus piernas por detr¨¢s. Un estilo mucho m¨¢s excepcional que su c¨®modo triunfo.
La biograf¨ªa del ganador nos trajo alguna otra novedad. De ni?o y a¨²n en su adolescencia, desde el colegio hasta la universidad, Justin ten¨ªa que tomar f¨¢rmacos para poder concentrarse. La prueba en la que los atletas deben mantener la m¨¢xima concentraci¨®n, sorprendentemente en manos de un atleta disperso.
No acaban ah¨ª las novedades que esta final nos ten¨ªa preparadas. La de Helsinki no era, en principio, la que habr¨ªamos deseado ver los amantes del atletismo. Despu¨¦s de la victoria de Gatlin en Atenas, otro joven velocista, Asafa Powell, hab¨ªa batido el record mundial de los 100 metros lisos. El duelo entre el campe¨®n ol¨ªmpico y el plusmarquista se esfum¨® cuando el atleta jamaicano anunci¨® que una lesi¨®n mal curada le imped¨ªa correr en estos Campeonatos del Mundo.
La final, empero, nos resolvi¨® la inc¨®gnita sobre el hombre m¨¢s r¨¢pido en esta temporada. Nadie duda de que la marca de Gatlin en la final del pasado domingo, 9,89 segundos, en las condiciones meteorol¨®gicas en las que se celebr¨® la carrera y con la comodidad con la que se produjo la victoria, le consagran como el mejor velocista del a?o. Y ¨¦sta s¨ª que es una extraordinaria novedad. Gatlin gan¨® a Powell aunque ¨¦ste no se coloc¨® en los tacos de salida.
Con todo, les confieso que, para m¨ª, la novedad m¨¢s grande de esta final no me la proporcion¨® ni la carrera, ni la marca ni el ganador. Me la sirvi¨® la se?al de televisi¨®n, que, oportunamente, nos dej¨® sin ver la pr¨¢ctica totalidad de la carrera. Fueron ocho segundos en negro que se pasaron volando.
He disputado muchas carreras de 100 metros lisos en mi divertida vida de atleta en activo. He visto muchas m¨¢s en mi ya larga andadura como aficionado. Pues, bien, ninguna se me ha hecho tan corta. Verdaderamente, para m¨ª, la final de Helsinki 2005 fue una nanocarrera.
Alfredo P¨¦rez Rubalcaba es portavoz del Grupo Parlamentario Socialista.
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