Ag¨®nico triunfo del Betis

La historia engloba y afecta a muchas facetas, incalculables acciones y reacciones y un n¨²mero cercano al infinito de actitudes. El Betis la hab¨ªa mentado y manoseado demasiado antes de hacer algo digno de entrar en ella y puede que eso acabe complic¨¢ndole la vida. Anoche gan¨®. Pero no dej¨® totalmente definido su futuro en la competici¨®n. Edu, un jugador de los que siempre juegan como m¨ªnimo bien, marc¨® un gol cerqu¨ªsima del final del encuentro. Pero es que el Betis pod¨ªa haber vapuleado antes a un verdadero hist¨®rico, un subcampe¨®n de la competici¨®n, como es el M¨®naco.

La timidez del meritorio le cost¨® al cuadro sevillano hasta cuatro llegadas claras, clar¨ªsimas, del equipo de la Liga francesa. En el minuto 2, Melli se retorci¨® en el aire como parec¨ªa que no podr¨ªa hacerlo y le quit¨® la pelota al gigantesco Adebayor. Muy poco despu¨¦s Chevanton se col¨® por la bande izquierda de los verdiblancos y le dej¨® la pelota di¨¢fana al delantero, que no la coloc¨® en la red desde su posici¨®n ventajosa ya dentro del ¨¢rea b¨¦tica.

El Betis a¨²n no se conoce. Lloren? Serra Ferrer tiene la intenci¨®n de reconstruir el equipo en forma y esp¨ªritu. Para ello se ha tra¨ªdo a Rivera y Miguel ?ngel y espera que le compren un delantero. Miguel ?ngel no jug¨® ayer porque a¨²n no sabe bien ni el nombre de sus compa?eros. Rivera aport¨® mucha calidad al centro del campo verdiblanco, pero est¨¢ previsto que juegue en otra parte del terreno y bajo otro dibujo de equipo que el que tuvo que improvisar ayer Serra Ferrer. La causa de las amenazantes entradas por la banda izquierda del M¨®naco estuvo en sus querencias por la zona ancha. Pero no se le puede culpar. Fue de lo mejor.

Joaqu¨ªn tuvo una de sus noches buenas y le puso dos goles a Dani, sustituto a ¨²ltima hora del lesionado Oliveira, y uno a Fernando y Edu. No entraron, pero al Betis s¨ª que le entr¨® el tembleque. En la misma medida que se le levantaba la cresta a los del equipo franc¨¦s.

El observado Meriem y Adebayor tiraron a gol en buenas condiciones y con frecuencia cuando el partido rozaba ya el final. Parec¨ªa que la experiencia de un equipo, actualmente tambi¨¦n en plena redifinici¨®n, con m¨¢s nombre que presencia, iba a ser suficiente para acercar la eliminatoria a su favor.

El M¨®naco no es nada del otro mundo. Nada absolutamente. Ayer faltaron varios de los jugadores que se prev¨¦ que templen su esencia, como el ex barcelonista Gerard o su capit¨¢n, Givet. Didier Deschamps prepara otro gran equipo como el que lleg¨® a la final de la Liga de Campeones con Morientes o Giuly y en Sevilla se vio que le queda tela de faena. Meriem es una promesa de estrella que ofreci¨® algo de luz, pero no deslumbr¨® a nadie.

El orden de los monegascos se ali¨® con los nervios y el fatalismo con que el Betis suele vivir sus partidos y, por momentos y pese a sus carencias, pareci¨® un conjunto de enjundia, de rapidez mental y astucia t¨¢ctica. Pero tan s¨®lo se trataba del embotamiento del cuadro andaluz.

La historia tambi¨¦n se vive de distintas maneras. Y el saber hacerlo puede traducirse en ping¨¹es beneficios para acciones mediocres. Como la de ayer del M¨®naco. Pero Edu prefiri¨® apostar por s¨ª mismo y, tras una de sus peores aportaciones al trabajo del conjunto que se le recuerdan, marc¨® casi al final. Ag¨®nico triunfo, pero triunfo al fin.