De horno minero a centro social
Ortuella quiere instalar un restaurante y una asesor¨ªa laboral en un viejo edificio industrial
Funcion¨® 14 a?os entre 1961 y 1975. Desde hace tres d¨¦cadas, el horno de combusti¨®n de Ortuella es una simple ruina de hormig¨®n, la prueba m¨¢s visible de la historia minera de esa peque?a localidad vizca¨ªna de 8.000 habitantes. Su Ayuntamiento, que dirige el PNV, quiere ahora dar una segunda vida al edificio, abriendo all¨ª un centro de asesor¨ªa laboral y ocupacional y de ayuda a las empresas en sus plantas superiores, y un restaurante en la baja.
El consistorio pretende utilizar una subvenci¨®n que el Gobierno otorga para rehabilitar antiguas instalaciones mineras, explica el teniente de alcalde, Txemi Tejedor, de EA. A finales de septiembre se sabr¨¢ si el Ejecutivo accede a su demanda de financiar unas obras cuyo presupuesto supera los 1,2 millones de euros.
Si la repuesta es favorable, Ortuella ya tiene los planes listos y podr¨¢ empezar las obras en abril pr¨®ximo. El Ayuntamiento, propietario de la instalaci¨®n desde el cese de su actividad en 1975, quiere rehacer totalmente el edificio, pero respetando su estructura. En los m¨¢s de 700 metros cuadrados ¨²tiles repartidos en tres plantas principales prev¨¦ construir dos comedores, un bar, tres salas para la asesor¨ªa laboral, otras dos salas polivalentes y una m¨¢s para el desarrollo local. Los materiales utilizados ser¨ªan los m¨¢s parecidos a los de la primera construcci¨®n: ladrillos de cara vista y pavimentos de hormig¨®n.
La idea de transformar el inmueble naci¨® hace cinco a?os. Al principio, un empresario local de construcci¨®n se hallaba interesado en crear un restaurante de banquetes, pero dio marcha atr¨¢s cuando se enter¨® de los gastos que supon¨ªa. El Ayuntamiento recuper¨® la iniciativa y prepar¨® otro proyecto con la Diputaci¨®n de Vizcaya, que sugiri¨® organizar un concurso de arquitectos. Ya se trataba de compartir el local entre un espacio comercial y oficinas administrativas. Cuando el Gobierno abri¨® su convocatoria de ayudas econ¨®micas, Ortuella present¨® su candidatura.
Este deseo de salvar el horno corresponde a una voluntad de "mantener la historia", explica Tejedor. No es que tenga alg¨²n inter¨¦s art¨ªstico o arquitect¨®nico, pero el horno de combusti¨®n resume todo el pasado industrial de Ortuella, desde su fundaci¨®n como un barrio de Santurtzi a finales del siglo XIX. El historiador local Juan Ignacio Rodr¨ªguez relata c¨®mo el pueblo se cre¨® gracias a la explotaci¨®n del hierro y creci¨® de forma espectacular a partir de la implantaci¨®n del ferrocarril minero.
El horno de combusti¨®n anunciaba una tercera generaci¨®n de instalaciones, que permit¨ªan explotar un mineral de baja ley, es decir, con poca cantidad de metal puro. A diferencia de los primitivos, el ¨²ltimo horno utilizaba gas¨®leo y no carb¨®n como combustible, precisa el tambi¨¦n cronista local Jos¨¦ Rodr¨ªguez Andr¨¦s. Ten¨ªa una capacidad de tratamiento de 600 toneladas de mineral diarias, lo que le permit¨ªa sustituir a los 13 hornos c¨®nicos tradicionales de Ortuella, y empleaba a un centenar de obreros.
Carlos Arruabarrena trabaj¨® en el horno cuando ten¨ªa 14 a?os. Hoy cuenta 92, pero recuerda perfectamente las duras condiciones de trabajo. "Los hornos jod¨ªan todo el pueblo; echaban un polvo rojo en todas las calles". Sin embargo, aceptar¨ªa comer en el nuevo restaurante, "si me invitan" bromea. Si el proyecto se hace realidad, podr¨¢ hacerlo a partir de diciembre de 2007, fecha prevista para la inauguraci¨®n.
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