Simulaciones y verdades

"He muerto de mil formas diferentes", dice una mujer en la primera frase de la novela. Y a continuaci¨®n especifica con rotundas frases las variadas maneras en que las personas pueden ser asesinadas. Y acaba por decir que esa misma ma?ana acababa de ser "arrojada al vac¨ªo desde un d¨¦cimo piso". Pero no se trata de que la protagonista est¨¦ loca o nos hallemos ante una novela del g¨¦nero fant¨¢stico, sino que el personaje que acaba de tomar la palabra para contar su historia es una mujer polic¨ªa especializada en el raro trabajo de reproducir ante el juez las circunstancias en que una mujer ha encontrado la muerte asesinada por su pareja. Eugenio Fuentes ha variado ligeramente la posici¨®n de su catalejo y en lugar de mirar los casos criminales que los polic¨ªas deb¨ªan resolver ha prestado atenci¨®n primordial a la misma polic¨ªa al centrarse en esa mujer que sufre imaginaria pero hondamente la violencia asesina.

Son estas escenas que se van desgranando a lo largo de la obra lo mejor de la misma. Esta mujer descubre enseguida que su hijo tiene leucemia y ella recibe la violencia impl¨ªcita en esos simulacros como un castigo merecido por ser la culpable de la enfermedad del hijo. Un castigo que ser¨¢ real cuando su ex marido la viole en una truculenta escena un tanto gratuita que deja a la chica en el escal¨®n m¨¢s bajo de su proceso de degradaci¨®n moral. Empezar¨¢ entonces un camino inverso de regeneraci¨®n y dignificaci¨®n en el que los simulacros, son met¨¢foras de car¨¢cter metaf¨ªsico que proporcionan a la novela la grandeza que falta en otras p¨¢ginas. La angustiada protagonista absorbe con equ¨ªvoca fruici¨®n los golpes de todos los novios, amantes o maridos y en la escena m¨¢s impactante y dura llega a ba?arse en una tinaja de vino.

La otra l¨ªnea argumental, la b¨²squeda del aut¨¦ntico padre del ni?o, el hombre que quiz¨¢ pueda ser un donante compatible de m¨¦dula espinal, rebaja el nivel de la novela. Ah¨ª entran las largas y mon¨®tonas escenas de b¨²squeda y los pesados parlamentos de los diversos personajes con que ella se tropieza en su investigaci¨®n que nada importante aportan a la historia. Finalmente, por lo que o¨ªmos de ¨¦l primero y por su presencia real despu¨¦s, ese antiguo amante padre del ni?o es un personaje blando y esquem¨¢tico. Es una buena persona, un idealista beat¨ªfico, puesto ah¨ª con largueza excesiva para equilibrar y contentar a todos, quiz¨¢ para evitar el des¨¢nimo del lector masculino ante tanto hombre malvado que ha salido.