Acorralado Lula
La reputaci¨®n del presidente brasile?o se tambalea a medida que el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n que sacude al gobernante Partido de los Trabajadores (PT) se acerca con nuevas revelaciones a la figura de Luiz In¨¢cio Lula da Silva. Su sombr¨ªo mensaje a la naci¨®n, en el que ha pedido perd¨®n a sus conciudadanos y asegurado no estar al tanto de la trama delictiva que afecta a la financiaci¨®n de su partido y a la compra de diputados del Congreso con dinero de empresas p¨²blicas, muestra hasta qu¨¦ punto peligra el PT, el Gobierno izquierdista y el futuro pol¨ªtico de un presidente que lleg¨® al poder con los votos de 53 millones de brasile?os y marchamo de incorruptible.
La peor crisis brasile?a en d¨¦cadas no ha parado de crecer desde que los enjuagues salieran a la luz en publicaciones period¨ªsticas y adquirieran carta de formalidad en junio, con unas declaraciones de Roberto Jefferson, l¨ªder de uno de los partidos aliados del Gobierno. Semana tras semana han ido conoci¨¦ndose, a trav¨¦s de la prensa y la posterior investigaci¨®n parlamentaria en marcha, nuevos detalles de la red de venalidad montada por el partido de Lula. La popularidad del presidente, muy alta a lo largo de sus dos a?os y medio de mandato, se desploma ahora, sobre todo entre quienes m¨¢s creyeron su promesa de tolerancia cero con la corrupci¨®n. Los sondeos no auguran nada bueno para Lula en las elecciones del a?o pr¨®ximo, si decide presentarse. La oposici¨®n comienza a barajar un proceso de destituci¨®n.
Son mayor¨ªa los brasile?os que no creen que el presidente no estuviera al tanto de nada. Es poco veros¨ªmil que Lula fuese permanentemente ajeno a un montaje en el que est¨¢ implicada la c¨²pula de su propio partido, donde dimisiones y ceses se encadenan. La mano derecha presidencial, su amigo Jos¨¦ Dirceu, un equivalente a primer ministro, ha tenido que marcharse tras ser acusado de organizar la trama de sobornos. Con ¨¦l ha ca¨ªdo la plana mayor del Partido de los Trabajadores, un n¨²cleo de veteranos izquierdistas acompa?antes de Lula desde la etapa fundacional. Este mismo viernes, el ex presidente del Partido Liberal afirmaba que Lula aprob¨® en 2002 el pago de 3,3 millones de euros a su formaci¨®n para que se coligara con el PT.
La corrupci¨®n no tiene credo pol¨ªtico y la compra de diputados en Brasil forma parte de un sistema hist¨®ricamente viciado. Pero resulta especialmente grave el descubrimiento de un vasto montaje delictivo a cargo de un partido que, a lo largo de sus 25 a?os de vida, se ha pintado a s¨ª mismo como la m¨¢xima expresi¨®n de la virtud en pol¨ªtica. Ahora, la mayor inc¨®gnita de la crisis es c¨®mo puede afectar a la econom¨ªa m¨¢s poderosa de Latinoam¨¦rica y al manejo de su formidable deuda p¨²blica. Su contagio a las finanzas ser¨ªa nefasto para Brasil y el conjunto del subcontinente.
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