Respuesta a Vicen? Navarro
En su cr¨ªtica del 10 de agosto al art¨ªculo de Mario Vargas Llosa Hacerse el sueco, el se?or Vicen? Navarro se permite hacer una serie de afirmaciones muy sorprendentes sobre la realidad de Suecia. Ya que la cr¨®nica de Vargas Llosa se basa en mi libro Suecia despu¨¦s del modelo sueco (Cadal, 2005), me permito comentar algunas de las afirmaciones de Vicen? Navarro.
Primero, respecto de las reformas del antiguo Estado benefactor que posibilitaron una creciente libertad de elecci¨®n ciudadana. Seg¨²n Navarro, esto "antecede por muchos a?os al Gobierno de Bildt (1991-1994) y fue introducido por los gobiernos socialdem¨®cratas". ?sta es una afirmaci¨®n tan peregrina que me lleva a pensar que el se?or Navarro est¨¢ confundiendo a Suecia con otro pa¨ªs. Tomemos como ejemplo, ya que Navarro lo menciona, el sistema de vouchers escolares, que da irrestricta libertad de elecci¨®n escolar y permite la creaci¨®n de escuelas por gestores privados dentro de ese sistema. Esta reforma se?era fue introducida en 1992 bajo el Gobierno liberal-conservador de Carl Bildt y dio inicio a una verdadera revoluci¨®n educacional que hoy permite a m¨¢s de 110.000 j¨®venes educarse en una de las 800 escuelas no municipales que existen en Suecia (de las cuales, el 52% son gestionadas por sociedades an¨®nimas con fines de lucro). Se trata de un pujante capitalismo del bienestar que tambi¨¦n existe en otras ¨¢reas antes altamente monopolizadas por el Estado benefactor, como pueden ser la salud o el cuidado de ni?os y ancianos. Nada parecido exist¨ªa antes en un pa¨ªs en que la socialdemocracia hab¨ªa dado una lucha sin cuartel, especialmente bajo el liderato de Olof Palme, contra la iniciativa privada en el sector de los servicios del bienestar.
Navarro afirma tambi¨¦n que "el sistema voucher no est¨¢ generalizado en Suecia". Esto es err¨®neo. Lo est¨¢ por la Ley de Escuelas (Skollagen) y s¨®lo faltan escuelas no municipales donde no ha habido inter¨¦s por establecer alternativas. Navarro afirma, adem¨¢s, que no es cierto que las pensiones se hayan privatizado completamente, sino que se trata de un sistema que "complementa a las pensiones p¨²blicas". As¨ª es, y eso es justamente lo que afirma Mario Vargas Llosa cuando dice que "los trabajadores suecos ya han conquistado el derecho a disponer libremente de parte de sus ahorros para la jubilaci¨®n". Esa parte se privatiz¨® gracias a una reforma llevada a cabo por aquella socialdemocracia que retorn¨® al poder en 1994 y que hab¨ªa entendido que tanto su dogmatismo anterior como aquel Estado benefactor de aires desp¨®ticos que exist¨ªa hasta 1990 deb¨ªan ser enterrados para poder gobernar un pa¨ªs moderno que quiere seguir si¨¦ndolo. Se trata de la b¨²squeda de un Estado posibilitador, que le otorga posibilidades de elecci¨®n al ciudadano y busca colaborar con la empresa privada sin que el dinamismo de la libertad pierda de vista a la equidad. Y es justamente por esto por lo que Suecia es interesante hoy, esta Suecia despu¨¦s de aquel "modelo sueco" que hoy s¨®lo vive en la nostalgia de una cierta izquierda que ni olvida ni aprende nada.
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