El Ej¨¦rcito israel¨ª expulsa a los colonos m¨¢s radicales de dos sinagogas de Gaza

El Ej¨¦rcito israel¨ª ha logrado desalojar los principales asentamientos radicales de Gaza. La toma por parte de las tropas de estos enclaves y el desalojo de sus sinagogas, donde vecinos y milicias de extrema derecha se hab¨ªan atrincherado, supone la debacle del movimiento colono. La operaci¨®n de descolonizaci¨®n de Gaza entraba anoche en la recta final, confirmando los pron¨®sticos m¨¢s optimistas, que aseguran que el operativo de desalojo concluir¨¢ el domingo o a lo m¨¢s tarde el lunes. S¨®lo cuatro asentamientos quedan por ser desalojados por completo. Los otros 17 est¨¢n pr¨¢cticamente vac¨ªos.

El primer ministro, Ariel Sharon, y el Ej¨¦rcito de Israel se est¨¢n convirtiendo en los dos grandes beneficiarios de la operaci¨®n. Han conseguido en dos d¨ªas recuperar el desprestigio perdido en cinco a?os de Intifada.

Neve Dekalim, Kafar Darom y Shirat Hayam, los tres principales enclaves de los colonos radicales, fueron ayer tomados y evacuados por el Ej¨¦rcito, en una larga operaci¨®n en la que se utiliz¨® al mismo tiempo y en dosis homeop¨¢ticas la estrategia militar junto con gotas de persuasi¨®n y paciencia. Los responsables de las fuerzas de seguridad dedicaron buena parte de la jornada a negociar y dialogar con los dirigentes colonos, pero sobre todo con los rabinos radicales, que junto con los fieles fan¨¢ticos se hab¨ªan atrincherado en las sinagogas de los asentamientos.

Los esfuerzos de los responsables militares por resolver pac¨ªficamente el enfrentamiento de los radicales se vio boicoteado y zancadilleado por los dirigentes pol¨ªticos de extrema derecha israel¨ª, que desde el terreno o desde sus despachos de Jerusal¨¦n continuaban tratando de agitar la protesta.

La actitud irresponsable del dirigente del grupo ultrarreligioso Shas, Elei Shai, que ampar¨¢ndose en su inmunidad parlamentaria logr¨® llegar al asentamiento de Neve Dekalim para arengar a los extremistas, llorar y bailar con los radicales, en la puerta de la sinagoga, deber¨ªa un d¨ªa poder analizarse por un tribunal, aseguraban ayer responsables del operativo.

"Mi coraz¨®n est¨¢ destrozado. Sois unos h¨¦roes. Vuestra entrega quedar¨¢ gravada en la historia de Israel. En este momento yo s¨®lo s¨¦ bailar y llorar al mismo tiempo", gritaba el dirigente de Shas, mientras se sumaba a un corro de fieles ultraortodoxos haredims, para danzar de acuerdo con la tradici¨®n de esta secta jud¨ªa, anim¨¢ndoles as¨ª a encerrarse y fortificarse en la sinagoga.

Los rabinos radicales del asentamiento de Kafar Darom ayudaron tambi¨¦n a sus fieles sectarios a atrincherarse en lo alto de la sinagoga, a la entrada del enclave. Proyectiles no letales de todo tipo, que iban desde bolsas de leche, sacos de arena, botes de pintura o cajas de huevos hab¨ªan sido apilados con disciplina por los religiosos, con la intenci¨®n de lanzarlos sobre los soldados en cuanto se iniciara el desalojo. Pero ni siquiera estos efectivos lograron detener a las tropas, que escalando los muros rompieron sus filas.

Escenas similares se vivieron en los enclaves de Shirat Hayam, donde su proximidad a la playa permiti¨® utilizar patrulleras de la marina de guerra, o Gan Or, que quedaron vac¨ªos con la llegada del crep¨²sculo. Medio centenar de soldados resultaron heridos. Un centenar de exaltados fueron detenidos.

"Ya falta poco para acabar", aseguraba ayer el general de brigada y jefe militar de la zona sur, Dan Harel, en una conferencia de prensa en el centro de Eskhol, cerca del paso de Kissufim. El militar recalc¨® que s¨®lo quedan pendientes de evacuar por completo cuatro asentamientos, que suman en total menos de medio centenar de familias. La operaci¨®n final se llevar¨¢ a cabo el domingo, una vez acabe la fiesta religiosa del sabbat. Los responsables gubernamentales y militares se preparan para una ¨²ltima operaci¨®n; la m¨¢s dif¨ªcil y delicada, la medi¨¢tica. El anuncio de la descolonizaci¨®n de Gaza y su inminente entrega de los territorios a la Autoridad Nacional Palestina ser¨¢ una fiesta solemne.

Antes de que se declare oficialmente el fin, la operaci¨®n de retirada ha comenzado a dar r¨¦ditos. Sus primeros beneficiarios son el primer ministro, Ariel Sharon, y la IDF, siglas con las que se conoce el Ej¨¦rcito de Israel. Hac¨ªa largo tiempo que los israel¨ªes no se sent¨ªan tan orgullosos de sus soldados y de sus gobernantes. Las im¨¢genes de soldados desarmados enfrent¨¢ndose a los colonos radicales, difundidas en directo por las televisiones y narradas por la prensa est¨¢ consiguiendo levantar el ¨¢nimo de los israel¨ªes. En menos de 48 horas, gobernantes y soldados han conseguido limpiar la mala imagen acumulada por cinco a?os de Intifada.