El enfrentamiento entre los l¨ªderes de los socialistas franceses irrita a la militancia
Laurent Fabius no logra imponerse a Fran?ois Hollande en el liderazgo del partido
La "lucha de jefes", como la defin¨ªan con cierto sarcasmo muchos de los militantes presentes ayer en los cursos de verano del Partido Socialista (PS) franc¨¦s en La Rochelle, parece haberse saldado a favor de la estrategia defensiva articulada por la direcci¨®n del partido en torno al contestado primer secretario Fran?ois Hollande. El pretendiente, el ex primer ministro Laurent Fabius, se march¨® ayer del elegante puerto atl¨¢ntico con las alforjas semivac¨ªas, sin esperar siquiera a la cena de camarader¨ªa que tradicionalmente tiene lugar la noche antes de la clausura.
A esa cena tambi¨¦n estaba previsto que asistiera Lionel Jospin, el hombre que pese a su retiro, todav¨ªa conserva la mayor cota de popularidad y credibilidad en el partido y entre los militantes.
Pese a haber sido recibido como una estrella el viernes, en el centro de convenciones, rodeado por c¨¢maras y micr¨®fonos, Fabius no ha encontrado las alianzas que le permitir¨ªan derribar a la actual ejecutiva y hacerse con el control del partido en el pr¨®ximo congreso extraordinario que tendr¨¢ lugar en Le Mans en noviembre y convertirse en el candidato de la izquierda a las presidenciales de mayo de 2007. El que se defini¨® como jefe del no en la campa?a del refer¨¦ndum por la Constituci¨®n Europea no ha conseguido coger ventaja sobre los otros muchos candidatos que podr¨ªan salir de las filas socialistas, al menos no m¨¢s que, por ejemplo, Dominique Strauss-Kahn, uno de los favoritos de la actual direcci¨®n.
"Los n¨²meros no enga?an", dec¨ªa un miembro del aparato. "Si se cuentan los votos de los algo m¨¢s de 100.000 militantes, Fabius no tiene ni siquiera el 20%", a?ad¨ªa. La oposici¨®n a Hollande y su equipo, a?ad¨ªa, no superar¨¢ en mucho el porcentaje que obtuvieron los partidarios del no a la Constituci¨®n europea cuando el pasado mes de diciembre el PS someti¨® la cuesti¨®n a la votaci¨®n de la militancia; poco m¨¢s de un 41%. Los no¨ªstas, adem¨¢s, llegar¨¢n divididos al congreso. La corriente Nuevo Partido Socialista (NPS), que encabezan Arnaud Montebourg y Vincent Peillon, se ha negado a suscribir una moci¨®n conjunta con Fabius, por m¨¢s esfuerzos que han hecho Jean-Luc M¨¦lenchon, Henri Emmanuelli o el propio Fabius para convencerles.
La figura del ex primer ministro despierta excesivos recelos dentro del partido como para jug¨¢rselo todo en su apuesta y as¨ª lo han entendido quienes miran al futuro como Peillon.
"No hay ning¨²n problema entre la militancia", explicaba la teniente de alcalde de Par¨ªs, Anne Hidalgo, "todo esto es teatro, un juego de hombres, porque son ellos los que llevan el juego, y esto no hace sino poner en evidencia la distancia entre los militantes y los jefes". Y advert¨ªa: "Los militantes ya no votan lo que les dicen los generales, esto ha cambiado, por eso no puede saberse lo que saldr¨¢ en el congreso".
Hidalgo no era la ¨²nica mujer que denunciaba el espect¨¢culo del combate de jefes. Martine Aubry, que hace unos d¨ªas se sum¨® a la lista de candidatos presidenciales, calific¨® el espect¨¢culo de "pelea de gallos", y Elisabeth Guigou indic¨® que el problema hay que buscarlo "en el machismo" y reivindic¨® la paridad en el partido. "Si hubiera m¨¢s mujeres en la direcci¨®n habr¨ªa menos problemas, el espect¨¢culo que est¨¢n dando es un espect¨¢culo de hombres", dijo.
Predicciones incumplidas
Olvidadas han quedado las predicciones sobre una posible escisi¨®n del partido si Fabius y el ala izquierda se hac¨ªan con el partido, lanzadas por los elementos m¨¢s socialdem¨®cratas como Michel Rocard o Bernard Kouchner. "Siempre se ha dicho que un congreso se gana a la izquierda", explicaba un joven militante, "y por eso hay un juego sobre quien se escora m¨¢s hacia la izquierda, pero no es m¨¢s que un juego". Nadie quiere acabar con la econom¨ªa de mercado, a?ad¨ªa, "aunque parezca desprenderse de la radicalidad del discurso de algunos".
Ayer a media ma?ana, la llegada del primer secretario provoc¨® un remolino del mismo tama?o o mayor que el que desatara Fabius el viernes. Pero su mensaje incid¨ªa en ridiculizar los aspavientos de quienes quieren derribarle. "No podemos seguir perdiendo todas nuestras energ¨ªas en frases triviales, en actitudes personales y en pronunciamientos p¨²blicos", dijo Hollande, "debemos concentrarnos en los programas, hacer propuestas sobre c¨®mo luchar contra el paro, y en restaurar el poder adquisitivo de los franceses". "Este encuentro", insisti¨®, "todav¨ªa no es para designar un nuevo l¨ªder, no es un concurso de belleza". Hoy Hollande pronunciar¨¢ el discurso de clausura. No estar¨¢ Fabius y tampoco Jospin.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.