El aprendiz de brujo
La furia de Nueva Orleans se vuelca, al fin, sobre Bush. No estoy nunca muy seguro de que los ministeriales sean responsables de las cat¨¢strofes naturales. El fracaso de Aznar no fue, aunque se diga, no haber previsto el desastre, sino leerlo de una manera distinta y volcarlo sobre lo que a ¨¦l le conven¨ªa. El de Tony Blair lo ha resuelto a tiros y c¨¢rceles, y medidas dictatoriales: lo acepta una sociedad que siempre se ha defendido de sus inferiores. El de Bush aparece por varios lugares: el principal, retirar para la lucha mentirosa en Irak a tropas, barcos, aviones o helic¨®pteros. No puede acudir a un centro interno donde se ha disuelto la sociedad organizada (The New York Times) y ha llegado "el caos, la anarqu¨ªa". La masa humana no ha reaccionado mejor que en Bagdad y quiz¨¢ el n¨²mero de muertos sea equivalente. Son ciudades de antigua cultura; pero se rompen los estados policiales cuando aparece lo impensable. Ser¨ªa equ¨ªvoco acusar a la sociedad de barbaries que saltan como si las llevase dentro: los desvalijamientos, el pillaje, las agresiones de unos a otros forman parte de lo que nunca se ha vencido del mal de la Edad Media. No hay comida: la gente roba para comer. El hurac¨¢n lo que ha hecho ha sido reducir al estado de necesidad absoluta que los m¨¢s fuertes utilizan de la manera habitual, en Numancia o en Cartago o en Orleans. Denuncia el Times cu¨¢les son las v¨ªctimas mayores: han muerto m¨¢s pobres que ricos, m¨¢s ancianos que ni?os, m¨¢s ni?os que adultos. Como si las causas no fueran s¨®lo el castigo ciego de un dios, o la no discriminaci¨®n de las fuerzas naturales: por el contrario, han seguido esas fuerzas el orden establecido por la sociedad constituida y dominante y han atacado a los que esa sociedad ha elegido previamente desde siglos como v¨ªctimas. S¨ª, tambi¨¦n han muerto m¨¢s negros que blancos.
La fuerza cae sobre todos: pero todos est¨¢n ya divididos en fuertes y d¨¦biles, y en ese caso s¨ª podr¨ªan volverse, como se hace ahora, contra el aprendiz de brujo que ha conjurado fuerzas superiores a las suyas. Su discurso ha sido el de un hombre ca¨ªdo. Puede ser una de las v¨ªctimas del cicl¨®n, con el gobernador, como el alcalde, como el sheriff. Si consiguen desplazarlas hacia "la gente" causar¨¢n m¨¢s ira.
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