El fin de los cruceros a Cuba
El Gobierno de la isla rechaza y califica de "basura" este tipo de turismo, que supone 246 millones al a?o
Una canci¨®n cubana de moda en los sesenta dec¨ªa: "Se acab¨® la diversi¨®n, lleg¨® el comandante y mand¨® a parar". Hac¨ªa referencia, desde luego, a las diversiones y "vicios capitalistas", contra los que Fidel Castro hab¨ªa lanzado una cruzada nacional. Por aquel entonces, los turistas estadounidenses viajaban a La Habana en barcos cruceros y algunos se entregaban a los placeres de la carne, el daiquiri y los juegos de azar.
Aquel relajito termin¨® pronto. Los casinos fueron clausurados y los cruceros y turistas norteamericanos dejaron de llegar tras romper relaciones Cuba y EE UU, en 1961. Mientras la isla estuvo en la ¨®rbita socialista, el turismo dej¨® de interesar. Sin embargo, al desaparecer las "hermanas rep¨²blicas", al Gobierno de Castro no le qued¨® m¨¢s remedio que abrir el pa¨ªs al turismo, aunque siempre fue visto como un "mal".
Hoy, con 2 millones de turistas y cerca de 2.500 millones de d¨®lares de ingresos brutos, esta industria es la primera del pa¨ªs. En medio del auge, se autoriz¨® la llegada de cruceros a condici¨®n de que no abrieran sus casinos dentro de aguas cubanas. Y varios operadores incluyeron Cuba en sus rutas del Caribe. En 1998, el grupo cubano-italiano Cubanco obtuvo una concesi¨®n del Gobierno para la administraci¨®n de "muelles, espigones y operaciones necesarias para el atraque de buques de cruceros y ferries".
Este a?o se esperaban 90.000 cruceristas, y todo iba viento en popa hasta que Castro plante¨® que los cruceros llenan de "basura" los puertos, est¨¢n s¨®lo horas en las ciudades y no contribuyen a la industria del turismo en general. Una resoluci¨®n gubernamental, dada a conocer hace d¨ªas, decidi¨® "revertir al dominio del Estado cubano los bienes, equipos e instalaciones destinados a la prestaci¨®n de servicios" de cruceros. La nueva regulaci¨®n parece el principio del fin -por segunda vez en cuatro d¨¦cadas- del crucerismo en Cuba.
El principal operador extranjero, Pullmantur, afirma que sus barcos seguir¨¢n llegando seg¨²n lo previsto. Hoy mismo atracar¨¢ uno en La Habana. En la terminal de muelles lo confirmaron, pero dejaron caer que, aunque los contratos firmados se respetar¨¢n, "la l¨®gica" indica que los cruceros est¨¢n "en v¨ªas de extinci¨®n". Un responsable tur¨ªstico de Canc¨²n, Artemio Santos, ya ha dicho que M¨¦xico buscar¨¢ el mercado de cruceros de Cuba, que supone 246 millones de euros al a?o.
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