La paradoja del mentiroso

Vuelve uno de vacaciones bien relajadito y el domingo se topa en las p¨¢ginas de este peri¨®dico con el impagable debate entre Rafael Blasco y Eugenio Burriel. Un debate que te¨®ricamente era a prop¨®sito del urbanismo, pero en el que hubo momentos que parec¨ªa una lecci¨®n no ya de pol¨ªtica sino de filosof¨ªa. Un debate en el que el esp¨ªritu de Eub¨²lides de Mileto, un fil¨®sofo griego de la escuela de Megara, se proyect¨® sobre ese gran escualo de la pol¨ªtica valenciana que es Rafael Blasco.

Al ingenio de Eub¨²lides, que ense?¨® dial¨¦ctica al mism¨ªsimo Dem¨®stenes, se le atribuyen ciertos sofismas que fueron muy conocidos en la antig¨¹edad: el embustero, el oscuro, el oculto, el cornudo, el electro, el sorites y el calvo. De estos siete sofismas Rafael Blasco escogi¨®, vaya usted a saber por qu¨¦, la paradoja del embustero. Dijo Eub¨²lides: "Un hombre afirma que est¨¢ mintiendo ?Lo que dice es verdadero o falso?".

En efecto, en un momento del debate recogido por el periodista Joaqu¨ªn Ferrandis, Burriel le afea a Blasco la redacci¨®n de un documento confidencial en el que ¨¦ste afirma que el agua es una estrategia electoral. Blasco responde que es rid¨ªculo y que el documento no existe. Burriel le replica que "igual que el borrador de la ley de campos de golf que le entreg¨® personal de su conselleria". La respuesta de Blasco es antol¨®gica: "Claro, porque all¨ª tenemos una secci¨®n para enga?arles. Les mandamos documentos falsos y ustedes son tan rid¨ªculos que primero los mandan a un medio de comunicaci¨®n, que los suelta, y luego se comportan como est¨²pidos".

?Por qu¨¦ Blasco dijo semejante desprop¨®sito? Evidentemente fue un debate a cara de perro. Eugenio Burriel conoce bien a Rafael Blasco entre otras cosas porque le sucedi¨® al frente de la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas cuando el PSOE decidi¨® defenestrar a este singular profesional que ha recorrido todo el arco pol¨ªtico desde la extrema izquierda al PP. Burriel, estuvo implacable denunciando el modelo urban¨ªstico del PP como "de toma el dinero y corre". O cuando le pidi¨® a este antiguo partidario de la revoluci¨®n armada campesina que abandonara las armas de destrucci¨®n masiva del territorio que el PP lleva utilizando en estos a?os. No es f¨¢cil que un pol¨ªtico tan experimentado como Rafael Blasco pierda los nervios, pero es evidente que en este debate no s¨®lo los perdi¨®, sino que descuid¨® m¨¢s cosas y cay¨® en su propia trampa.

Un mentiroso dice que miente; ?miente o no miente? Pero supongamos que Blasco no mienta ahora. ?La falsedad en documento p¨²blico ha dejado de ser delito? ?Se pueden destinar recursos de la administraci¨®n a enga?ar al adversario pol¨ªtico? ?Es ingenuo preguntarse si es ¨¦tico? ?Es c¨ªnico dar por supuesto que s¨ª y jactarse de ello? ?Bendice el presidente Camps los m¨¦todos de su consejero?